30.3.06

Live & learn

Hoy he aprendido varias cosas.
Con la nutricionista, por ejemplo, aprendí que es más grave y perjudicial para bajar de peso el saltarse una comida, ¡que comerse un pedazo de torta!
Que el cuerpo no tiene reglas específicas y que hay que para volver a tu metabolismo no puedes pasar hambre ni andar ansioso ni estresado. No te saltes comidas y puedes hasta comerte un chocolate de vez en cuando!
Toma.

Aprendí también que el centro es la parte más linda de la ciudad. No sé si por la mezcla de luz y acero allá arriba, o por los adoquines y el aroma a maní confitado que lo llena todo, pero hay una energía en el centro (si no andas apurado y estresado p`arriba y p`abajo), que te dan ganas de que no sea hora de volver a la oficina como para caminarlo todo. Desde la punta de diamante del Emporio La Rosa, pasando por la increíble tienda de comics y películas para coleccionistas “West Coast Video”… hasta la Plaza de Armas y su absoluto look limeño que se la enguyó toda.

Aprendí también que el matrimonio es algo difícil. Está vivo. Respira, y como todo ser vivo, a veces se enferma. Y en esos casos cuando no todo es lalalá ni cámaras lentas con música romántica, hay que tener mucha fuerza de voluntad como para poder seguir manteniéndolo en pie. El amor no basta. Para nada. Hace falta bajar las defensas, asumir culpas, perdonar y sobretodo entender –a punta de porrazos-, que el otro es como es y que no lo vas a cambiar. Las grandes peleas y la mayoría de las separaciones se dan por este último punto, aprendí también.

Así que ha sido un día interesante. Harto de dulce, harto de amargo, harto de aprender… y harto de fuerza de voluntad. Diet included.

Un resumen vital, este jueves.
Nice.



Pd: Otra cosa que aprendí, es que “Jazz and 80`s” es el nuevo disco de la colección de The NYC. De los mismos creadores de “Bossa `n stones”. Mis orejas están felices.

28.3.06

Fuga

Esta semana, como les comenté, partí más empilado de lo habitual.
Debe ser porque las pegas que se vienen son entretenidas. O porque finalmente fui al nutricionista para sacarme esta molesta guata que ando acarreando hace un tiempillo… O, seguro-seguro, porque ayer partí con un evento de esos que te dan pila para seguir hasta el viernes.
Fuga, de Pablo Larraín. El mismo director con el que partí una semana al Valle del Elqui para filmar Campanario. El mismo Crew; el mismo músico. La misma productora.
Así que imaginense el orgullo de llegar a Las Terrazas de Mall plaza anoche a las 21.00 y toparme con pura gente conocida detrás de este enorme proyecto del que hace rato que venía escuchando buenos comentarios. Claro, contando además la cantidad gigante de directores, publicistas, músicos y socialités conocidas que, entre kir royales, quesitos y canapés de salmón, amenizaron el mejor estreno de la temporada, so far.
Y eso si que es algo. Con lo reticente que soy a ver cine nacional (léase los bodrios de Olguín, léase la fofa Fiebre del Loco y los inmamables somníferos de Caiozzi), ver una película con tal nivel de actuación, producción, puesta en escena y música… Uf. Casi me sacó lágrimas.
“Fuga” es lo que promete y más. Muchísimo más. Porque con esto se acaba el típico “para ser chilena es buena”. Fuga juega sola. Es buena. Punto. La impecable actuación de Vicuña, una figuraza como Gastón Pauls (genio en “Nueve Reinas”, la mejor película argentina que he visto) y la increíble música creada por Juan Cristóbal Meza, hace que esta película se levante, se pare y salte solita.
El cóctel fue cuento aparte. Cual matrimonio. Entre la Julita Astaburuaga, Mary Rose, Leppe y Pampita, el surrealismo fiesteril estuvo cargado de golpeteos en la espalda, aplausos, música –Juan Cristóbal interpretó la banda sonora junto a la orquesta de la UDD- y sonrisas. Sonrisas por este nuevo cine chileno que se ve venir... Y que empezó a esbozarse con Promedio Rojo y Play... pero que, señores, ya está aquí. Confirmado.
Así que sólo me queda decir...
¡Grande, Pablo! Un porotazo para el cine chileno. Por fin.

27.3.06

Decreto supremo otoñal

Cambió la temporada. Cambié de look.
Cambiamos de lugar los muebles. Cambiamos la decoración.
Cambia todo cambia. Versión unplugged-chill-electrónica (como para seguir en el estilo).

Pero por sobre todo, cambié (mejoré más bien) mi predisposición otoñal.
The summer`s gone. So what.
Pasarlo bien es la consigna que sigo mientras me caigan hojas en la cabeza.
Porque cada cosa/hoja que (me) pase puede ser aprovechada y cada segundo que estoy aburrido estoy perdiendo segundos preciosos para pasarlo bien. Para vivir. Para sentir.
Life is a flow. If i stay still, I`ll sink.
No voy a aceptar aburrirme en la oficina, porque me encanta lo que hago y lo hago bien.
No voy a consentir que un ápice de mi día se vuelva rutinario.
No voy a dejar de hacer a lo menos algo distinto cada día. Aunque sea cambiar pañales de cabeza.
No.
Porque la vida es lo que te pasa mientras estás haciendo otras cosas (lennon) y tienes que aprovecharla (días R).
Liquidación final de otoño. La vida, ¿la estás aprovechando? ¿Te entretiene leer esto?
El lunes no tiene por qué tener dejo a lunes. Desde hoy, mi lunes es viernes. Por decreto.
Cambió la temporada. Cambié de look. Hoy fui a un nutricionista que habla más rápido que yo y voy a cambiar hasta mi facha. Upgrade 2006.
Porque quiero.
Porque, como siempre, hago lo que quiero.
Incluso cuando no hago lo que quiero.
Porque de la mente hacia fuera, todos hacemos lo que queremos.

Ah! For the record, no estoy ni bajoneado ni estresado ni nada. Conste. Al contrario.
Por eso mismo hago este Decreto Supremo Otoñal. Como un recordatorio.
Un dos tres por mi y por todos los que me leen.

24.3.06

Chill

Viernes chill out.
O el sentimiento es ese, al menos.
Todas las pegas urgentes se movieron para la próxima semana. Saltaron la reja. Así que hago como que desde aquí no las veo. Leru-leru.
Por mientras, metido en una campaña feliz de aquellas (producto entretenido, buen brief, presupuesto decente), me echo para atrás y escucho la versión de Grisbi para “Army of me” de Bjork y tamborileo con el lápiz sobre la croquera.
Y más tarde, tipo 1.30, me junto a almorzar con la Romi para planear la comida de esta noche con mi familia en mi depto, y comprar loza nueva y la decoración para lucirnos.
Así que estoy relajado. Se viene buena la juntada.
So... Les comparto el relajo con lo que escucho (clic aquí)… Y nada.
Buen finde.

22.3.06

Guía del Niñero Ilustrado

La Romi entró al gimnasio. Todas las tardes de 20.30 a 22.
Así que ahora, por descarte, soy el niñero semanal de mis dos mini-me. Chao happy hours. Avant premieres? sólo muy planificadas.
Y para qué hablar de salidas a comer. Rotundo no.
Mente sana, cuerpo sano. Al menos por un tiempo.
Así que la semana se me ha ido entre canciones de cuna, el Discovery Kids y devorarme Blood Canticle, el último libro de las crónicas vampíricas de la Rice. Un mamotreto de 600 páginas que estoy leyendo, o intentando leer, de la siguiente forma:
(Si tienen un hijo de 2 meses como el mío, les viene bien este dato, como para ser niñeros, pero ilustrados)

Tómese al infante apoyando su cabeza en su brazo izquierdo (perdón, el derecho; soy zurdo). Con la otra mano, apoye la mamadera y fíjese que no bote leche. Para esto, previamente, Ud. se ha colocado el pañal a la usanza campesina. Osea, a lo huaso: en el hombro.
Si no lo hizo antes, repita desde el comienzo o prepárese para cambiarse la polera ante cualquier impevisto.
Seguid.
Como en el primer brazo está apoyada la cabeza del nene, use la prolongación del mismo (llamada mano) para tomar el libro. Si es un libro voluminoso, véase de referencia la foto del blogger a su derecha, y use esa misma posición de la mano para poder tomar el libro y evitar que se cierre.
La cáida del mismo podría hacer que el nene se altere.
Si le pasó, vuelva desde el comienzo. Si no, comience su lectura mientras ve por su visión periférica si el lactante está lactando. Valga la redundancia.
Cuando llegue el final de la página, no se altere. Tome la mamadera con la boca –o la pera-, libere su mano y de vuelta la hoja con toda incomodidad.
Siga así hasta que se le acalambre la mano, termine el libro o el nene termine su leche.
Lo que sea primero.
¿Es ridículo? ¿Es como musho? ¿Es complicado?
Nah.
It`s evolution, baby.

17.3.06

El verano ha muerto. Viva el otoño

Y como llegó el frío y las acurrucadas y las hojitas doradas en la vereda,
asumo la derrota del verano y cambio mis íconos. De helados a hojitas.
Ahora lo helado va por cuenta de la casa.


Nótese el efecto (nah, acá no se nota): creé el wallpaper en Photoshop, con capas, y en cada capa fui cambiando las fotos. Al guardarlas como distintos JPGs y usar la opción "cambiar wallpaper cada 5 segundos", se ve como si sólo las fotos cambiaran. Que giútiful, no?

16.3.06

From ad till dawn

Trasnoche de jueves. Un clásico publicitario que hace tiempo que no sentía en carne propia. Hasta hoy, claro.
Porque hoy, jueves con sentimiento de miércoles, ha sido un día de buenas nuevas (de ahí les cuento), de almuerzos camuflados de reunión, harto rayar croqueras y mucho trabajo.
Harto.
Tanto, que me duele un poco la guata de reírme tanto.
¿Suena raro? Nah, es que eso es lo rico de esta pega. Trabajar en grupo -como normalmente se hace- es conversar en grupo. Hablar de la campaña, e invariablemente –como buenos creativos de agencia- despegarnos del tema hasta confines tan insospechados como el secreto de un buen pesto y por qué a los Nazis les dio con los judíos (tópicos que, les aviso, pueden tomar como tema de su comentario). De ahí, voleos entre anécdotas y trivia, para finalizar en un gritado y dramático "oOoh, se me ocurrió una idea increíble con eso".

(Ejemplo de idea increíble de verdad: llegaron los canguros al Zoo)
(Ejemplo de idea increíble de verdad: crema para las uñas)
(Ejemplo de idea increíble de verdad: museo van gogh)

Y se anota y se dice "mm, ta guena" y vuelta al ciclo. Así se trabaja en una agencia. Pero me salí del tema. Es jueves, estoy trasnochando y el club de Tobi en mi depto. que iba a pasar al unísono de la salida lésbica anual de mi señora...se fueron al carajo. Y mejor se los explico para que no piensen mal (aunque les apuesto que subí el rating): la Romi y la Coté, su amiga-yunta-comadre-absoluta, tienen la rara y periódica costumbre de celebrar su amistad cada año por estas fechas, saliendo a un happy hour las dos solas. Le dicen su "cumpleamigui", y es indispensable para renovar sus votos de amiguis. Lamentablemente, es jueves y trasnocho. Así que el baby sitter no está disponible. So sorry. Next week. Tururúp. Siguiente. Qué le vamos a hacer. Además, no me puedo quejar. Los trasnoches no pasan tan seguido como antes. Antes era un egipcio de la publicidad. Hasta que vi la luz, aleluya, y me preocupé de vivir un poquito más. No como hoy, claro. Que es jueves y trasnocho. Un clásico publicitario. Tan clásico como el sushi de más rato, las conversaciones mientras los AD terminan la gráfica. Clásico como las ojeras de mañana, la chaqueta y los jeans; los mokachinos apurados frente a la impresora, las dos tremendas presentaciones de mañana (lo clásico es una, pero la adrenalina no es proporcional)… y el ¡por fin es viernes! que voy a gritar desde el piso 7 apenas acabe el día.
Clásicos. Clásicos todos.

Pizza o sushi? Cachipún primera.

14.3.06

What is life?!

Para algunos, la vida es llegar alto. Lo más alto posible.
Para otros, la vida es disfrutar. Carretear. Vivir a concho.
Para otros es conocer. Viajar. Leer.
Otros, siguen el sacrificio. Lo espiritual. Trascender.

¿Y para ti ? ¿Qué es la vida para ti? ¿Para donde tiras?
¿Se han preguntado alguna vez eso? Claro, es casi un lugar común eso de qué voy a hacer; qué quiero de la vida... ¿pero se lo han preguntado realmente? Como que la vida, los estudios y el trabajo no nos dejan hacerlo, most of the time. Y es heavy. Es heavy dejarse guiar por lo que debes y lo que piensas que quieres... hasta que llega un momento en que dices ¿Es esto lo que quería en la vida, o es lo que el folleto
dice?
A un amigo le pasó. Se miró un día en el espejo, casado con un hijo y todo, y se dio cuenta que hasta ese momento había seguido un plan que no le convencía. Se separó, la sufrió toda... y tú lo ves ahora más tranquilo. Más aproblemado, claro; de más... Pero bien. Con esa mirada de quien está haciendo lo que sabe correcto.
Lo que quiere.

No cuesta nada seguir el librito de la vida y dejarse llevar nomás.

¡Un aplauso para el que se fue a recorrer el mundo y dejó su carrera!


De esto y todo lo demás hablabamos el finde con mis amigos. El auto, la casa, la casa en la playa, los viajes... ¿y luego? ¿Te hizo feliz eso?
¿No?...
¿Qué te hace feliz entonces?

Huneus hizo revuelo hace un tiempo con un estudio que decía que mientras más plata ganas, menos feliz eres. Fuerte.

Es que es tremenda pregunta. Es LA pregunta de la vida. Qué quieres.
Pero no, en serio: que quieres.
Mi respuesta es esta foto de acá abajo. Mis hijos, mi señora, mis amigos y mi perro. La vida por sobre el trabajo y los premios y la carrera. La vida por sobre lo que te dicen, aunque a veces te dejes llevar -porque es rico tener un auto mejor y una casa mejor, pero sí y sólo si es algo que no te quita el sueño-.
La vida, para mi, es aprender a vivir, para luego enseñar a vivir.
Y trascender. Si no con alguna obra, al menos con los hijos y los amigos.
Y ahí voy. Me falta mucho como para poder decir "la vida es..."
Por ahora, feliz. O tratando de serlo. Porque, como dice el buen sensei blogger Rob, "el mundo sigue ahí".
Así que nosotros también seguimos acá, intentando saber por qué.

Así que cuéntenme. ¿Qué los hace felices? ¿Qué quieren de la vida?...
¿Ah?

9.3.06

Forgive them, Lord

La relación que mantengo con la iglesia católica es igual a la del suelo y un tipo haciendo bungee.
A veces muy lejos.
Otras, peligrosamente cerca.
Será porque mis parientes más cercanos son Opus y veo todo lo bueno que hacen; o –en reversa- porque estando en un colegio católico tuve la tonta idea de leer y estudiar más de la cuenta, así que me di cuenta de la cantidad de sandeces que están mezcladas con todo lo bueno que pretenden inculcarnos.
No hay caso. Es tan cíclico como eterno, esto el amor-odio.
Porque justo cuando estoy por hacer la resolución de empezar a ir a misa, el cura se manda un cantinfleo y no dice nada en dos horas de parloteo, haciéndome sentir que estoy perdiendo el tiempo; o leo la biografía de los Edwards donde dicen que se hicieron Opus porque era buen negocio.
O aparecen en el diario cosas como esta:
El papa Benedicto –que a todo esto tiene iPod, bien por él-dijo esta semana, citando a su antecesor, que no iba a seguir hablando sobre el tema de las mujeres en la iglesia católica. Porque "la iglesia no ha tenido y nunca tendrá la autoridad para cambiar la regla contra las mujeres sacerdotes". PLOOOOP.
Sácate una retórica del sombrero.
¿Si no está en manos de la iglesia, entonces de quién? Porque ya lo de la prohibición del uso del condón es una aberración de dogma –me acuerdo con mucha pena del surrealista discurso contra el uso del condón que dio JP II en Africa, donde la tasa de natalidad, Sida y hambre es altísima-, idem con ese estúpido dogma de que “el papa es infalible” (¿qué?!!... Y la cantidad de errores que se han cometido, partiendo por las cruzadas, las concubinas papales, las intrigas renacentistas y todo lo demás?)… pero decir que “sorry, pero no podemos hacer nada” como dando a entender de que todo lo que dicen ellos les llega de arriba, es casi como para reirse.
Porque se sabe que todas las leyes de la iglesia son creadas por el clero. Todas. De no ser por las Tablas de la Ley, no conozco otro texto en la historia judeo-cristiana, que haya sido redactado por Dios en persona.
Así que no me vengan con tonteras. ¿Que Jesús estableció el sacerdocio masculino? A ver: ¡Jesús nisiquiera estableció el sacerdocio! De hecho los primeros cristianos -discípulos incluso- recorrían el mundo en compañía de sus mujeres y niños. Fue la Iglesia la que partió el asunto de los rangos con Constantino. La misma que ahora no quiere mujeres sólo por una razón. Por la misma razón de siempre:
PORQUE A LAS MUJERES SE LES NOTA CUANDO VAN A TENER HIJOS.
Un cura se puede hacer el loco y listo. ¿O no recuerdan la cantidad de abortarios que existían en los claustros de monjas en la edad media?... Por algo eran monjas y nada más.
Así, se quitan un peso de encima -aunque el peso de los pedófilos les sigue penando en EEUU).
Además, claro, está el hecho irrefutable de que un hombre no tiene esa necesidad casi hormonal de ser padre. Y un tipo sin familia es mucho más barato de mantener para la Iglesia, y fácil de enviar adonde se te ocurra si no tiene un cargamento de familiares que llevar.
¿Y todo el tiempo que “perderían” en criar a sus hijos, en vez de estar hablándole a las parejas sobre el sexo y el amor? (nótese la incoherencia; no voy a preguntarle sobre colores a un ciego).
Pero veamos el lado positivo de la propuesta. Sacerdotisas. Una mujer está genéticamente más preparada para dialogar; para proteger y cuidar. Y es mucho más coherente con el ideal católico de amor, compasión y protección. Esos rasgos me suenan mucho más maternales que fraternales.
Además, ¿no dicen que “somos hijos de la iglesia”?
Aaah, no sé, oiga. Yo sigo leyendo estas barbaridades y anacronismos... y como que ellos solitos me convencen de lo contrario.

8.3.06

Downtown`s tourist

Yo, que vivo a 10 minutos de mi oficina y tengo absolutamente todo lo que un adulto-joven-profesional- con-hijos-y-perro puede desear al alcance de la mano, rara vez me aventuro por el centro de Santiago. ¿Para qué, si tengo el Parque Arauco, Blockbuster, Integramédica, Farmacias Cruz Verde y cine Hoyts cerca?
Así que hacerlo, es casi como ir a turistear.
SO… a falta de panoramas para hacer este sábado, tuve la genial idea de tomar a Sebastián, subirnos a una micro como para romper la rutina… y deambular por Santiago cual turistas. Y cual gil, porque sabía que tanto el precio de la micro como el nombre de las calles del centro eran un absoluto signo de interrogación en mis neuronas. Pero igual partimos.
Primero nos bajamos en la pileta gigante que instalaron en Tajamar.
Con fotos y todo.
De ahí, tomamos otra micro (esta vez una de Transantiago; él feliz), y nos dedicamos a aplanar el centro tomando un clásico helado de máquina, con mi hijo gritando como barraco cuando vio a un tipo disfrazado de Barney.
Y nada de “pobrecito Sebastián”; sino pobre el tipo terneado que tuvo la mala ocurrencia de pasar justo en el ángulo del helado de vainilla y quedó con su traje estilo Adidas, con dos rayas blancas de lado a lado. Sebastián siguió corriendo, así que apenas y le alcancé a tirar unas servilletas, gritando un ¡sorry! mientras trataba de agarrar al pendex este.
Ya más calmado, caminamos por fuera del Municipal (no pude explicarle por qué no dan “La Caperucita Roja” ni por qué no podíamos entrar en-este-momento), un par de cuadras más hasta la Iglesia San Francisco, seguimos con un vitrineo de chiches en tienditas; power rangers con tolueno en la calle… Hasta que llegamos al final de Merced. Donde empiezan las disquerías trendy, las librerías y, oh yes, se perfila al fondo de la calle el insuperable Emporio La Rosa.
Así que nos sentamos de espaldas al Parque Forestal, aprovechando los últimos calores de la temporada, y mientras tomaba una Socos –Sebastián hacía lo suyo con una cocacola en lo que para él, más que vaso usaba un florero- quedé en juntarme con la Romi y el baby ahí mismo.

El lunch que siguió estuvo rodeado de vespas, famosillos y mucha mucha gente haciendo cola en el lugar por los helados increíbles del lugar. El Emporio en sí es eso: de no ser por las mesitas afuera, un clásico y añoso almacén (aunque su logo, avejentado, dice un genial “desde 2001”). Pero ojo: un almacén tan trendy como el barrio. Con pastillitas droste, frascos de pomodoro italiano y panes de Le Fournil.

Luego de una ensalada espectacular que llevaba varios tipos de lechugas hidropónicas, rúcula, brotes, pavo y hasta pétalos de flores ($3,500, paso el dato; las pastas igual de ricas y baratas), pasamos al plato fuerte del lugar: los helados.

Helados de frambuesa con pimienta; Rosas; té verde con mango; chocolate con amarana; frutos del bosque; Nutella y el clásico de miel de Ulmo –este último lo tienen en el Liguria-. Sabores increíbles y ultrarecomendados que nos encaminaron, ya pasadas las 4, por la calle Lastarria mientras revisábamos la oferta de los anticuarios del sector.

Me encantó el barrio. Me encantó que hubiera disquerías especializadas con sofás gigantes para relajar las orejas y probar lo que te llevas. Los teatros, las tienditas.
Me encantó el centro turisteado. Voy a repetirlo el próximo sábado (me contaron que el cheescake de chocolate del Abarzúa es mundial). Lo encontré hasta bonito, sin la locura y los ruidos semanales.
Se los recomiendo absolutamente para cuando tengan un tiempo. O para salir de lo típico.

Emporio La Rosa. Al final de Merced, frente al Parque Forestal.

6.3.06

Amarguras


Este finde, mi che amigo Dolape se trajo una botella de Fernet a mi depto. Y digo se trajo, porque nadie más la pasó. No sé si por el amargor, o la espumita o qué. Y él, riéndose de nuestras "piscolitah", lo dejó en mi licorera. Ahí nomás. Sin marcar. Sin ocultar. Para qué. Si hay que ser argentino para tomar Fernet y el único argentino que entra a mi licorera es él.
Personalización tautológica, le puse.
Y me dio por pensar, a propósito de un post buenísimo de Sacreblue sobre el mate, sobre este extraño gusto de los argentinos por lo amargo. El mate, dicen ellos, "no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse". Lo aman. Y el Fernet, igual de amargo, es la piscola chilena elevada al cubo. Fascinación trasandina pura. El obelisco con hielo.
Luego recordé a Alfonsín y la crisis del 89. Y el corralito y De la Rúa. Y me di cuenta de una cosa:
Sólo un argentino podría bancarse algo tan amargo como el mate, el fernet, los porrazos y la historia política... y seguir sonriendo.
Que grandes, los che.

¡UN AÑO BLOGGEANDO!

Hoy cumplo un año de blogger.
Y como no hay tortas virtuales ni velas binarias, me celebro acá. En el boliche de siempre.
Así que, tal los sitcoms gringos, este es un post de refritos.
Post de recuerdos, ponte tú.
Que heavy... ¿Un año ya? Me puse a vagabundear por mi blog y es increíble la cantidad de páginas que tendría escritas de imprimirlas. Ha sido un año super movido: cambio de pega, hijo nuevo, viajes, juntadas y fiestas de antología; buena música, buenos libros, buen cine y buena comida. No me puedo quejar. Y el sentimiento tipo 31 de diciembre es el mismo: un año más que se nos fue.
En este año les mostré mi trabajo; de la publicidad, mis cuadros, les conté de mis vacaciones y mis carretes (algunos relajados, otros más borrosos que otros) filosofé sobre la tele y el cine chileno, sobre mis gustos y nuestro buen sistema achilenado de vivir la vida -como el asunto de los robos-. De lo chalados que están algunos -nótese sobretodo este link- Me las di de crítico de películas, les comenté lo que se venía, -como acá-, hablé de tecnología y les di mis tips; les di algunos datos de publicidad, libros, pelis y música ... y hasta les pedí otros pocos.
También les comenté de uno que otra salida, eventos y premiaciones; les di algunas recetas y los datos que esta cultivada panza 2005 me hizo compartir (léase también esto, esto, esto y esto. Que manera de comer el 2005). Me fui en la trascendental, me reí de mi mismo...
En un año les conté de primerísima mano apenas supe que iba a ser papá... Compartí con ustedes la primera ecografía, cuando supimos qué era; ¡cuando nació!...
Lo que me hace reír. Lo que me hace llorar. Mis penas. Mis dudas profesionales y mis enojos.
Mi metro cuadrado.
Este blog me ayudó a reencontrarme con amigos. A desatorarme. A contarles de mis amores -les conté más acá y acá- alegrías, mis premios (en algunos lo pasé demasiado bien); mis frustraciones, -que de eso hay harto en esta pega- puteé por el sistema, por como somos y por esta pega (aunque para compensar también les hablé las maravillas de la misma); Hablé un poco de política -no podía ser de otra forma, si este año fueron las elecciones!- y de las cosas raras que pasan en el mundo, en mi pega y en mi propia vida-; de los desastres familiares y las alegrías que tuvimos. Del futuro, del presente...

Y, claro. A veces me fui en la profunda, otros fui un pobre gil light... pero así soy yo. P´arriba y p´abajo. Como buen publicista, debatiéndome entre la cabeza y los pies. Entre el pop y el intelectual que pelean eternamente en mi pelada cabeza.
Porque este soy yo.
Esta es mi vida.
Y me gustó compartirla un año con ustedes.

2.3.06

I`ve seen the future and it works

Esta semana, me convertí en Mario Poppins por toda una tarde.
Claro, entre quedarme cuidando niños e ir a Sin Banderas, no había donde perderse: ¡traiganme los pañales nomás! ¿Chillidos? ¡Sí, como no! Mientras no sean chillidos del estilo "Entra en mi vida.."-.
Así que como Dios es grande, compensó el karma infantil mandándome una invitación de parte de mi cliente Samsung para el simposio anual de nuevas tecnologías. Que, oh mira tú, tocó en Santiago de Chile.
Así que ayer y hoy estuve metido en Espacio Riesco viendo lo último en tecnología. Caminando por los pasillos entre flashes, promotoras, pantallas de plasma y luces de neón.
Alucinado.
En electrodomésticos, por ejemplo, unas aspiradoras inteligentes que parecen verdaderos mini-componentes con ruedas. Y luces estroboscopicas casi como para bailar mientra haces aseo. El coso este es tan sofisticado que chequea lo que vas a limpiar y aumenta o baja la intensidad del aspirado, subiendo su led cual ecualizador de auto enchulado. También se vienen unos hornos empotrados, que a simple vista se ven comunes y corrientes, ¡pero que también sirven de microondas! La muestra de este último era un holograma de un pollo asándose.
"Obi Wan... me estoy cocinando.... Ayuda..." Wow. Mucho high tech.
En tecnología de refrigeradores, se viene uno de cuatro puertas -dos grandes arriba y dos abajo-. Las dos de abajo pueden regularse como freezer o refrigerador normal. Todo digital, claro. Y una bandeja interna -de otro modelo- actúa como un verdadero microondas, pero a la inversa. Osea, metes una bebida tibia, y en 2 minutos está casi congelada. Talking about cool.
Y así, entre coffee breaks, almuerzos fabulosos, sushi y presentaciones de la siempre exquisita Soledad Onetto -perdón: en la tele nunca me gustó, pero en persona... uf. Otra cosa-, me fui informando de lo que ya está en la puerta del horno tecnológico: dvds que leen el nuevo formato Blu-Ray ¡y! también el HD; sistemas de sonido 5.1 con parlantes inalámbricos; pantallas de plasma más baratas y full design. MP3 players que seguro que van a destronar al iPod, pantallas planas con resolución 3 veces mejor que la última generación, microondas de dos bandejas...
Todo muy en la onda del diseño. Sí, mejor imagen, mejor sonido y tal. Pero eso ya lo tienen todos. Lo que manda ahora son las líneas simples. Colores puros. Mucho inalámbrico y bluetooth. USB en todo -hasta refrigeradores con internet encontré- y precios cada vez más competitivos.
Y todo lleno de mexicanos y bolivianos y ecuatorianos... ¡y coreanos! Que, cosa extraña, supe hoy que apenas pisan tierras occidentales tienen la freak costumbre de cambiar su nombre. Para no confundir, supongo.
Aunque para mi es mucho más confuso ver a un Juan, Pedro, Rodrigo o Marta que apenas y hablan español. Y cuyo apellido es Han, So, Hoi, Pok o Sak.
Pero... en fin.
A lo mejor eso también era un adelanto tecnológico que no caché.