27.2.06

Fotopost

Trasnoches jugando cacho y Tabú; mañanas en slow motion con queso de campo, tazas de café bien cargado -y bien conversado- y regaloneo. Me saqué el reloj, apagué el celular (mentira, lo prendí de vez en cuando para jugar el Prince of Persia); canté a toda boca con Sebastián mientras ibamos en el auto con las ventanas abiertas por caminos de tierra; disfruté como cabro chico la Granja Educativa, y pasamos el resto de nuestras calurosas tardes entre picoteos eternos, piqueros y correteo de perros. Y siestas con un pie colgando de la hamaca y piscinazos y sesiones de cocina tan surtidas como memorables: Sushi para un regimiento -uf, nunca más-, un improvisado Creme Brulée que sacó aplausos, ensaladitas del huerto para disimular... y unas empanadas de horno... Uf. Y en horno de barro, oiga!
Así que volví a la santiaguina realidad cuando Franz Ferdinand me llegaba como acribillándome el celular, con H sacándome pica del otro lado. Parece que todos fueron a ver a U2 este domingo menos yo, que me conformé con escucharlo desde mi balcón, allá a lo lejos.
Pero bueh. No se puede tener todo. Esta fue mi semana. Tres semanas de vacaciones, pero en seis días.
Así que ahora, full reloaded, que venga marzo!!!...
Que lo estoy esperando precalentadito.

21.2.06

Por fin!

No es mucho, pero algo es algo. Esta tarde apago el computador, cierro el boliche neuronal y me voy de vacaciones por lo que queda de la semana a la parcela.
Justo lo que el doctor recomendó, oiga.
Así que mientras tipeo mis últimos guiones y mando los últimos emails, les dejo un dato increíble: las ilustraciones del diseñador conceptual e ilustrador Hethe Srodawa.
De pelos. Click acá...
Y nos vemos a la vuelta.

19.2.06

Viernes gourmet

Con una guagua recién nacida, te puedes ir olvidando de salir a carretear fuerte por… mmm al menos un par de años.
Pero cuando tienes una guagua y un niño de 4 años, la oferta carretera se encapsula solo en tres opciones (*). Marque una:
a) comida donde amigos –sí y sólo sí tienen cable o llevas dvds-,
b) comida en tu casa –sí y sólo sí cansas a tu hijo cosa de dejarlo durmiendo antes de que lleguen los “tíos”, ó...
c) Salir a comer.

Y como en verano asumo mi derrota en la eterna pelea con el lado oscuro –dícese de la sombrita redondeada que tapa el borde de mis zapatos-, no me dio ni asco pescar el teléfono y llamar a la Romi para sicronizar relojes y partir al Borderío. ¿La misión? un almuerzo que reemplazara lo tarde que iba al gym y, sobre todo, el fiasco del Día de los Enamorados.

(Flashback: Sibaritas de BordeRío. Atención pésima, comida reseca, precios exorbitantes que ni el pisco sour me sacó de la boca. Todo mal).


Así que fue una revancha. El mismo bati-lugar, pero otro bati-restorán.
Nunca tan gil.
So… veinte minutos más tarde, estaba sentado en el terracita del Sakura Fusión. Un sake sour en una mano, mi celular en la otra –ando adicto del Prince Of Persia: warrior within. Parezco autista-, y la Romi, cual película italiana, llegando por el caminito de piedras con el coche de Nicolás.
Le faltaba la cámara lenta y los pajaritos.
Se sentó y pedimos.
Primero, un tempura de camarones. Justos, crocantes y bien porcionados. De ahí, yo seguí con unos fetuccinis de arroz con camarones, pulpo y crema que casi no fui capaz de terminar, mientras la romi comía una cesar-teriyaki-salad… para terminar con un creme brulée compartido que fue como fumar la pipa de la paz con el BordeRío. Todo perfecto. Hasta Nicolás, que se portó un siete.

Carrete dos, departamento. 22 pm.
La tarde siguió con revisores y croqueras rayadas.
End of the day, una ducha... y seguimos con el viernes hasta tarde. Dolape y la Coté llegan con tres vinazos y quesos varios, la Romi termina el ceviche a la Peruana (reineta, cebolla morada, choclo de grano gigante, rocoto y limón de pica), lo servimos heladito en la terraza y disfrutamos una velada rociadísima de vinos exquisitos (entre los cuatro nos tomamos un Amayana Chardonnay del 2003, un Santa Ema Sauvignon Blanc y un Tierra Andina del 2004) y conversa hasta las 4 de la madrugada. El viajero de Dolape no se aparecía en mi depto. desde diciembre, así que ponernos al día y quedar borroso por los vinos y los cubalibres finales fueron lo mismo.
Y qué tanto. Si al final, la guata se baja cuando uno quiera. Pero compartir, disfrutar, los amigos y el verano... están aquí y ahora.
Y no me los pienso perder.
Salú.
(*) Eso, claro, si no te gusta gastar la chorrera de plata que cobra una baby sitter. Una tipa que, la mayorìa de las veces, no le dejaría ni la casa sola. Menos con mis dos personas más queridas dentro.

17.2.06

Un jueves loco que se creyó sábado.

Luego de un par de semanas agotadoras, con mucho trabajo y full revisores, ayer por fin tuve un tiempo para relajarme.
Primero, una mañana que, para mi señora al menos, sería el trabajo ideal: pasear por los malls –con mi equipo de cuentas de Mall Plaza-, tomar helados y mirar vitrinas. Con chofer y todo. Chúpate esa. Y todo para fines publicitarios, of course… pero igual relajado.
Un punto para el jueves.
De ahí, volver a la agencia a la 1, sólo a revisar los emails y salir nuevamente para un lunch programado hace tiempo con mi buen amigo G –el que tiene una productora de sonido acá cerca-. Y como el eterno Bambú estaba cerrado por vacaciones, terminamos en el sepiterno Liguria de Thayer Ojeda. ¡Qué lugar más rico, el Liguria! O estás en las mesitas de afuera cual ciudadano francés –aunque si eso te gusta te recomiendo mejor el de Pedro de Valdivia; tiene más árboles-, o te metes dentro de este lugar con sabor a casona añosa-pero-nueva, con un pianista de los antiguos tocándote música suave al ritmo de los tenedores y la conversa.
Otro punto para el jueves.
Una Kross, ensalada fresca con locos y un excelente helado de miel de ulmo -2do. helado del día- amenizaron una conversación de esas que suelo tener con G. Porque los dos estamos siempre locos de trabajo y no nos juntamos muy seguido. Así que la puesta al día es siempre entretenida. Además, estando en paradas tan distintas de la vida (él 33, recién terminando una relación muy larga; yo 29, casado y con 2 hijos), como que te pones en la perspectiva del otro.
Interesante ejercicio.
Así que de eso hablamos. De la vida de cada uno.
Y luego de los libros que hemos leído, y las películas que hemos visto. Y de Santiago y el mundo.
Agradable lunch, este. Ya van tres puntos para el jueves.
Y luego, volver y toparme con que el sistema del edificio –¿inteligente?, nah- nos tiene sin baños, sin agua… y sin aire. Uf.
Así que justo cuando mi reloj marcaba las 4.30, mi moto salía del estacionamiento y se perfilaba hacia Kennedy a 90 por hora, con ese vientecito de velocidad que es casi tan rico como un piquero a esa hora de calor.
¿Aló Romi, nos juntamos?... Y, zas! otro punto para este jueves loco que se creyó sábado y que terminó con el sabor de un tercer helado, el aroma del viento tibio de la tarde... y la sensación de haber disfrutado el día a concho.

¿Tarde Familiar? Helado familiar.
Copa Milennium del Bravissimo.
Tres cucharas por favorrr...

13.2.06

Fortress

La respiración llegando espesa a tus oídos sumergidos en el agua.
Abres los ojos, y frente a ti los dedos de tus pies se ven como repasados por un destacador dorado. Recortados en el atardecer de cielo malba.
Y el silencio. No te puedes olvidar de ese silencio con aroma a hierba y paz.
Un silencio sólo interrumpido por el murmullo de los árboles, allá lejos. Un susurro mínimo. Como el de un puñado de hojas.
De hojas que trae tu ejecutivo bajo el brazo.
Por el pasillo.
Un brief.
Pega.
...
Abro los ojos.
Estoy frente al computador.
Rayos.
...
Todos tenemos un lugar especial. Un rincón donde nos recargamos, sacándonos de encima las responsabilidades y los problemas y la neura.
Para algunos es su ciudad natal. Para otros, la casa de los viejos. Su antigua pieza. O la cama. O hasta un café. No sé. No importa.
Es un espacio. Un estado mental sin el cual es imposible seguir el ritmo santiaguino.
En mi caso, mi pastilla roja es un lugar: la parcela de mis tíos en Isla de Maipo. Una casa estilo georgian albísima, lejos de los autos y el ruido y el humo.
Mucho pasto verde. Una hamaca.
Una piscina celeste, casi blanca.
Cielo celeste, casi blanco.
Una biblioteca llena de libros sin leer, listos para ser disfrutados frente a la salamandra en invierno, o el sofá del living que, unido al sonido del agua de la escultura zen y la música suave, te invitan a no moverte más de ahí.
Y Leer. Y dormir. Y hacer un picoteo rico y caminar con la bandeja desde la casa hasta la mesa larga bajo el parrón sintiendo ese aroma a campo y a verano y a paz.
Ese es mi lugar especial. Mi recargador natural. Y se nota, porque el lunes vino dando porrazos y no me importó. Andaba recargado.
Y, para mi total paz mental, vuelvo este viernes por otras mini-vacaciones.
¿Y ustedes? ¿Tienen un lugar de recarga? Yo tengo dos. La parcela... y otro más cerquita: un bergiere blanco -que era de mi tatarabuelo- frente a mi cama, donde leo o le doy la papa a Nicolás mientras escucho música. A mi espalda, la unión de los dos ventanales -siempre abiertos en verano- me traen el aroma de las camalias en la noche, y el sonido de los árboles de allá abajo, que tratan de imitar mi otro lugar de relajo...
Y, de no ser por el agua y el aire puro, casi lo logran.
Pero no del todo.
Por eso quiero volver.
Luego.

10.2.06

Advertaisin, viste?

Geropa.
Personal.
Sprite tiene algo que decirte.
Espantapájaros.
Fernet Cinzano.
Academias Axe.
Y dale que te tiro veinte más.
Los argentinos son a la publicidad, lo que los japoneses al high tech.
Expertos en el asunto de los treinta segundos. Maestros del copy y los prints.
¡Y aquí al ladito, nomás!
¿Qué poder increíble te llega por sólo nacer del otro lado de la cordillera? ¿Será la leche? ¿el bife chorizo?... ¿Te inyectan algo en las clínicas argentinas? Porque de los genes italianos, nada: la publicidad italiana es un asco. Nunca he visto algún comercial digno venido de la bota.
A lo mejor es el cancherismo. Pero si fuera así, ¿basta ser canchero con triunfar en publicidad?
Naah.
O puede que sea pura matemática: sólo en Baires está la población completa de Chile. Los che son más. Entonces, por suma y resta, hay más publicistas. De lo bueno poco. Pero allá hay más-de-esos-pocos que acá.
No sé. Estoy pegado con el temita. No puedo creer que haya tantos genios de la publicidad paseando por Corrientes, mientras que en Provi pasan como el cometa Haley.
Podría decirte que los presupuestos. Claro, un aviso para el triple de gente puede ser el triple de caro. Y ahí mandas a traer a un brittish que se maneje mejor con el lente.
Pero tampoco. Sin un guión decente, no pasa nada.
Y ellos leen más, claro. Los libros son más baratos así que la labia les sale más natural. Y eso repercute en los textos de putamadre que se mandan.
¿Pero es sólo eso?
De dónde viene Agulla. Qué creó a Ponce. Y peor aún: ¿por qué el Chavo D`Emilio, valuarte de la genialidad che, vino a chilito por un rato y luego se fue sin hacer ninguna bulla; que si te vi no me acordé?
¿Serán los clientes? ¿Será la cultura chilensis, que dicta seguir a la masa, que es más seguro que lanzarse el piscinazo?
Ayer hablaba con un amigo al que le entubaron una campañaza sólo porque el jefe-del-cliente (nisiquiera el cliente) es Opus. Así que eso hacía que el susodicho se cagara en tres tiempos antes de presentarle tamaña locura a su boss.
¿Y si al boss le gustaba? O peor: ¿Y si era eso lo que necesitaba la marca?
Acá está la costumbre de trabajar para el cliente en lugar de la marca. Me pasó más de una vez a mi también. “Mmmno, no me gusta”.
¡Pero si a ti no te tiene que gustar! ¿Pensaste en lo que le gusta a tu cliente? ¿Lo que usa; lo que compra?
A lo mejor por eso no le llegamos ni a los talones a los argentinos. Cada país tiene la publicidad que se merece. Y mientras no nos creamos que nos merecemos algo mejor que el “¡aprovecha esta increíble oportunidad!” o los días M, S, T o XL, vamos a seguir mirando para Los Andes y babear cuando los che se manden un “Las cosas como son”.
Porque así, justamente, son las cosas de este lado de la cordishera.

7.2.06

El amor de comer


Se nos viene el 14 de Febrero. La fecha del amor; de las flores y los ositos...
Y la obligada y ultranecesaria comida romántica.
Así que yo, como buen perfeccionista, me preparo todos los años con un par de semanas de antelación. Sibarita y fanático de la comida exótica en general, me gusta que el 14 sea un día para probar algo distinto.
Así que heme aquí, revisando todas las revistas especializadas, sitios y datos culinarios de la temporada en busca del lugar perfecto donde ir con la Romi. No es fácil; la oferta culinaria en SCL es cada vez mejor y más variada. Por lo mismo, les doy algunos datos de lugares en los que he estado, estaré o pretendo estar. A ver si hay alguno que quiera aplicar full production este San Valentín:

Icono. Hace unos meses lo posteé como un excelente lugar. Comida fusión, un ambiente informal pero muy cool, con una locación casi teatral.. pero, de alguna extraña forma, sin perder su chill-out. No es barato, pero ojo con las típicas promociones del Club de Lectores y tal.
Unos $15,000 por persona.


Zanzibar. Uno de mis lugares favoritos. Y, lamentablemente, también uno de los más caros que conozco. Así que no voy muy seguido. Comida exótica -oriental, marroquí, thai, africana-. Empanaditas de cordero y coco; té thai. Esa onda. Todo inmerso en un ambiente sacado de las mil y una noches que, de hecho, los sábados tiene hasta show de odaliscas y percusiones africanas. La terraza en verano es lo mejor. Así que a reservar pronto. Los happyhours no son tan caros, así que bien valen la pena como para conocer un lugar que, por salir a comer, puede salir fácil más de $20,000 por persona.

Capital Federal. Mi último lunch rico fue ahí. Y aunque debo reconocer que las porciones son ridiculamente chicas, también es cierto que el menú incluye entrada, plato de fondo, postre, copa de vino/bebida y té, café o mate. Todo increíble. Chico, pero increíble. Se trata de un lugar ultra-hip con mucha onda y comida elaboradísima. Ubicado justo al frente del Food Court de El Bosque, según el dueño / chef, con quien me tocó conversar un matecito, la idea es no quedar tan satisfecho, y poder probar platos distintos. Igual es sólo un lunch, por algo así como $5,500. Así que si quieren probar las mismas preparaciones -exquisitas!- en tamaño "normal", hay que ir de noche. Pero como para cambiar y probar algo rico a mediodía, totalmente gourmet y a un buen precio, Capital Federal, el mate corner de santiago, es EL lugar.

Due Torri. Ubicado en Isidora Goyenechea, al lado del Puerto Marisko. Este si que es el lugar más caro donde he ido. Pero valió la pena. Machas a la parmesana en su punto; un pisco sour como nunca he probado. Unos fetuchinis negros al pil pil llenísimos de camarones... Wow. El ambiente, formal y elegante. Justo lo que tu polola te pide hace tiempo. $25,000 por persona, aprox. Auch.

California. El próximo lugar de moda. Recién inaugurado, promete harto. Mi compadre dolape les vendió su Wine Dispenser así que se viene con buenos vinos, mínimo. Un lugar con onda, buena comida y precios decentes.
Habrá que ir a ver.

Matsuri. El restorán de comida japonesa del Hyatt... perdón, el Grand Hyatt. Según los entendidos (dícese de los que pueden pagar las casi $30,000 por persona), es el mejor lugar de comida japonesa de Santiago. ¿Tanto como el Ichiban? Mmm habría que probarlo.

Praga. Como su nombre lo indica, comida europea. A la antigua. Harto estofado; carnes exóticas. Una atención impecable y, al menos el día de los enamorados, un concierto de cuerdas en vivo mientras disfrutas la atención, la comida y los precios. Que tampoco están nada mal.
Sólo les advierto, por si su pareja es temperamental, que no pidan el ciervo a las ciruelas. Yo lo hice y la Romi casi llora cuando vio que me estaba comiendo a Bambi.
En fin.

Mitto
. Un lugar con una terraza zen increíble; comida bien preparada y abundante, con un menú de degustación que hay que probar sí o sí. Ojo con los vinos. Tienen unas viñas chicas que se las traen. Para ir con la polola, la señora o los amigos. Ultra recomendado, tanto en precios como en comida. AH! Y si te gustan los autos, ojo con el showroom de Ferrari, que está al lado, y lo puedes ver desde un ventanal enorme en el mismo restorán. Polola, comida rica y autos. ¿qué más?

Y si de precio/calidad se trata, La Sal -vitacura, al frente de la demolida Portada- es EL lugar. Fuimos hace unas semanas en familia y me sorprendió lo elegante del lugar. Prácticamente un mozo para ti solo; un menú elaborado, de sabores simples pero excelentes. Buenos vinos, atención increíble y un mood de película antigua que lo hace 100% el lugar para ir para este 14. Vean su carta en Emol.


Por mi parte, las opciones para este 14 -se los cuento porque la Romi está sin internet así que nunca sabrá la sorpresa- son el archi recomendado Zulli del barrio Concha y Toro; el Sibaritas de Borde Río (este mes todo el Borde Río tiene 20% de descuento por El Mercurio, aproveche, oiga), el Cangrejo a Conejo, que siempre está muy bien; el Alma -otra cuasi novedad ultra recomendada- y el nuevo restorán thai KY, de Av. Perú. H fue hace poco y me recomendó totalmente. Decoración marroquí, comida ultra-exótica, música relajante. Farandulismo para el que quiere y rincones tranquilos para el que no. Justo lo que Cupido recomendó.
Ahora, sólo falta elegir. Se acepta ayuda.

6.2.06

Cinco

Cinco tips para usar NOW::
1) La promoción de HappyHour del Santander
Personalmente le he sacado el juog. 30% de descuento en todos los restoranes, bares, pizzerías, pubs y heladerías de 19 a 21 hrs.
2) Las liquidaciones de febrero del Drugstore.
Porque me apero de ropa de diseño, increíble, con hasta un 70% de descuento… Aunque podría comprarme más cosas. Maldita guata anti-fashion.
3) El google Earth.
Puedes pasar horas viendo el mundo entero fotografiado. Recorrer Barcelona, buscar tu antigua casa y, bueh, vagar sin que se note.
4) La terracita del Liguria de Pedro de Valdivia.
Cual café parisino. MmmPero son 3 mesas nomás. No debía haberlo escrito. ¿Estoy pensando mientras escribo?
5) El videoclub Video 20 de Pocuro con Lyon.
Porque se traen las pelis directamente desde gringoland. Así que puedes ver, en la legal y totalmente 5.1, todas las películas que están llegando al cine. Sin colas ni cuchicheos ni celulares. A menos que quieras, claro.


Cinco imperdibles del verano::
1) Kennedy a cien. En moto, con chalas y moviendo los dedos de los pies.
Lo que hace inversamente proporcional en felicidad el hecho de tener que parar en algún lugar. Aunque sea luz roja. Se oye un depresivo "ooooh" en mi cabeza.
2) Los piscinazos+lunch de media semana con mi buen amigo H.
Que increíble que una piscina así pase vacía. Pero bueh. Para qué están los amigos. Pa pegar en la pera y comer sushi.
3) Pasear al atardecer con mi señora, mis hijos y mi perro.
Lyon huele a camelias y jazmín. Bustos está lleno de sol. Qué mejor forma de terminar el día que de la mano de tu señora, viendo como tu hijo aprende a andar en bicicleta y tu perro correteándolo. Y si a eso le sumamos una excursión en busca de películas, como para terminar...

4) Leer, leer y leer.
Ahora estoy pegado con "Emails", "Life after 30 seconds spot" y todas las Blank, Placeres, East Side, Abuse Magazine y las revistas electrónicas de la temporada. Que bueno que estas últimas no son apilables en mi velador.
5) Dormir con la ventana abierta y quedarme dormido con los sonidos de santiago en vacaciones.
Aunque si esos sonidos veraniegos incluyen guitarreos y cantos gregorianos a las 4 am...


Cinco canciones que tengo pegadas en mi shuffle esta semana::

1) Men señará de Bebe (P´afuera telarañas)
2) Think Twice, de Jack Band Herren/Ralph Myerz (Hotel Costes 8)
3) Don´t Stop, Brazilian Girls (Brazilian Girls)
4) You`re Beautiful, James Blunt (Back to bedlam)
5) El disco Mash Up completo (Beastles: Beatles and Beastie Boys mashed up!)

Cinco novedades personales::
1) Nicolás.
Mi hijo de 3 semanas. Exquisito él. Incluye mañanas con olor a guagua.
2) Mi trabajo.
Qué rico contar con gente con la que puedes confiar que todo va a quedar bien hecho.
3) Mi puesto.
Más responsabilidades y una subida en la escala evolutiva. Justo lo que me recetó el doctor, oiga.
4) Mi computador.
Echo de menos la velocidad del titanium, pero el diseño del nuevo iMac me ayuda a olvidar.
5) Mi shuffle.
Que le puso sountrack a mis vitrineos y lecturas y paseos y desplazamientos motísticos. Como dijo alguien por ahí, una prenda de vestir más. Imprescindible desde que existe.

Cinco razones de por qué la batalla contra la guata la estoy perdiendo::
1) Los ñoquis pomodoro & pesto del Liguria
La bolita de ricotta a un costado y comer con cuchara a la italiana llega a ser maldad por lo rico.
2) El helado de miel de Ulmo del Emporio La Rosa -también disponible en el Liguria-.
Véase también helado de rosas. Véase también After Eight del Tavelli. Véase cada vez menos de pies y cada vez más de ombligo.
3) Las reuniones de trabajo en el Starbucks y/o Starlight.
El primero, me mata por los Macchiatos. El segundo por las medialunas. Y los dos, me suben la inspiración, pero también la guata.
4) El sushi.
Sin comentarios. Malditos japoneses.
5) Los almuerzos de domingo donde el tata de la Romi
Si hasta la uva que cuelga sobre mi cabeza cuando almorzamos se ve rica. Rayos.
6) Bonus track: Que yo digo upa y mi señora chalupa.
Al punto que una de las primeras frases de mi hijo fue: "La carta de poshtresh, por favor". Uf.

Cinco rituales eternos::

1) Revisar mi correo, latercera.cl y los blogs-amigos como prioridad 1 del día.
2) Leer el diario los fines de semana acostado
...con las ventanas abiertas, los pajaritos y la radio Zero de fondo. Es un clásico. Para ti también, seguro. Pero aún así, un ritual eterno que seguirá eterno.
3) La película 5.1 del martes
Y, con guagua a bordo, el único carrete posible ya va en miércoles y jueves y viernes. Combo Kuntsman Honig + popcorn, un must.
4) Vitrinear libros los viernes.
Porque aunque putee cada vez por lo caros que son en Chile, siempre salgo con algo. Pregúntale a mi señora, que los recoje todos los días del suelo (véase Meme)
5) La comida con los amigos el fin de semana.
Ultimamente relegada, pero jamás olvidada. Ya vuelven, señores!

Cinco cosas mundanas por hacer luego::
1) Darme (perdón, darnos) unas merecidas vacaciones en Olmué, Elqui o algo así.
Con una guagua, olvídate de tomar un avión.
2) Ir al nutricionista.
Le he dado más de tres años de mi vida. Esta guata debe morir. Fue una gran inversión, pero debe morir.
3) Pegarme con la Romi el viaje anual a Baires
Pero, again, con una guagua olvídate de tomar un avión. Oh, y ahora, ¿quién podrá ayudarnos? ¿Suegri?
4) Canjear los 3 días gratis en Mantagua
No por nada nos mamamos la charla de 3 horas. Aunque sabía a lo que ibamos, no lo pierdo nica. Un día por cada hora.
5) Encontrar un lugar rico y especial para celebrar el 14.
¿datos, anyone?... el Borderío como que se puso cliché.

Cinco preocupaciones vanales/actuales::
1) La guata.
Pero eso ya quedó claro. La eterna lucha entre dos locales: el gimnasio y el restorán.
2) Las vacaciones.
Porque abril y Punta Cana fueron hace rato... Y porque, como dice L`Oreal, "yo me lo merezco". Juajuá.
3) Mi cargo de jefe-por-vacaciones
No tanto por ser jefe, que la creatividad no es jerárquica. Sino porque todos lo hagamos bien.
4) El maestro lenteja
Porque llevo 1 semana con la cocina hecha polvo -con el depto. lleno de idem-, por una gotera que ya es cascada. Menos mal que debajo nuestro sólo hay autos.
5) La Isapre
¿Cuándo cresta me reembolsan lo de la clínica?...

Cinco razones para andar feliz::
1) Mi hijo mayor.
Su forma de hablar; su risa. Su carita cuando me ve en la mañana.
2) Mi hijo menor
Su forma de mirar todo. Lo agrandado que es. Lo que se siente en la guata cuando lo miro.
3) Mi señora
Sin comentarios. La más linda. La que más me entiende. La más todo.
4) Mis amigos.
Porque de lo bueno poco.
5) El verano
Sobretodo porque en Enero y febrero salimos temprano -o eso intentamos-.
Que rico es el verano, ¿no?

2.2.06

Chart

Las casualidades, ¿son casualidades realmente? Roberto se preguntaba eso en su último post, así que me contagió la eterna pregunta. Que invariablemente termina en el de dónde somos y a donde vamos. Una pregunta que nos hacemos desde que el mundo el mundo.
Así que mejor volvamos a la pregunta No.1: Las casualidades. ¿hay un destino forjado, que nos tira hacia algún lado? ¿somos libres realmente? ¿hay un plan infinito, como dice la Allende?. Y, si de casualidades se trata, ¿estamos todos conectados de una u otra forma?
Muchas preguntas. Todas hechas desde que el mundo es mundo, pero que prácticamente están metidas en nuestro adn desde que el mundo es mundo.
Por mi lado, creo sentirme un poco más a gusto con esto del vacío eterno. Como le comenté al sensei blogger, a mi me basta con haber visto de cerca el diseño de una orquídea como para considerar absurda la teoría del caos. ¿Puede algo así nacer espontáneamente?
No way.
Idem con todo lo que nos pasa. Por eso el recuerdo que me volvió de mis años de estudiante: en taller creativo, nuestro profesor nos hizo hacer un pequeño ejercicio de asociación mente-cuerpo llamado “Chart”. Un interesante práctica inventada por la Nasa para “despertar” a sus navegantes antes de salir al espacio.
Dicho ejercicio –decía mi profe-, está diseñado para alinear los dos hemisferios cerebrales. El de las ideas –derecho- al racional/corporal –izquierdo. Con diez a quince minutos haciéndolo, te sentirás distinto. Un poco mareado al comienzo…
Pero eso será sólo el principio.
“Les aseguro”, nos dijo. “que si hacen esto, hoy van a tener muchos encuentros extraños y coincidencias increíbles. Hoy, queridisimos alumnos... va a tener un día muy raro”.
No nos quiso decir por qué hasta la próxima clase. Yo también les voy a dejar el bichito, sin contarles qué me pasó a mi, cosa que hagan este ejercicio y queden sorprendidos de la naturaleza humana. ¿Existen las coincidencias?... Hagan el Chart de la Nasa hoy mismo y lo sabrán.
Mañana les explico qué les pasó.

Decir la letra negra en voz alta, mientras:
D: Levantar hacia el frente el brazo derecho, horizontalmente.

E: Levantar hacia el frente, horizontalmente, el izquierdo
J: Levantar ambos brazos juntos.

Este es el dibujo del Chart. En el link está más grande, porque idealmente deben imprimirlo y pegarlo en una pared a la altura de su vista. Deben partir de izquierda a derecha. Luego, al terminar las letras, de derecha a izquierda. Luego de arriba abajo; y al revés, y haciendo todas las combinaciones de lectura posibles por 10 a 15 minutos.
Si se equivocan –que va a pasar muy seguido- retoman con la letra anterior.
¡Suerte!

1.2.06

Hábitos extraños (un meme)

Ok, me doy por enterado -y vacunado- por la Clau. Así que asumo y contesto el "meme" este.
Pero antes, como las reglas lo indican, les digo de qué se trata esta cosa:

El reglamento es el siguiente:

El primer jugador inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos". Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, se debe elegir 5 nuevas personas que lo continúen en su blog, así como dejarles un comentario avisando "Has sido elegido".

Mmm ¿cinco hábitos extraños? No es difícil. De hecho tengo harto más que cinco. No sé si porque soy publicista o hiperkinético o maniático. Supongo que de todo un poco.

  1. Libros en el velador. No me puedo quedar dormido si hay algún libro o revista sobre mi velador. Así de simple. Debe ser porque en alguna parte leí que tu subconsciente "intenta leerlo mientras duerme" y no vas a descansar bien... Uf, no sé. Freak. No me pregunten. Es un hábito extraño y ya. Así que más de alguna revista o libro que tengo está mordisqueada por la perridícula, que se lo encontró a su altura. No sé si le da por leer de madrugada o creyó que ya había terminado.
  2. Pie derecho. No es de superstición, así que más raro aún: cuando me despierto en la mañana, o me bajo de algo o lo que sea, TIENE que ser con el pie derecho. Idem cuando me visto: calcetín derecho primero, pierna derecha primera; manga derecha... y tal. Si no, me siento incómodo todo el día. ¡Y eso que soy zurdo!
  3. Pulsión grabadoril. Creo que soy el unico ser humano que conozco que a) sabe usar su vhs a la perfección y b) graba todos los días algo. Tengo 2 cintas para grabar, siempre llenas, así que normalmente veo 3 sitcoms y/o 1 película diaria. Mínimo. Supongo que cuando aparezca el TivO en Chile voy a dejar de ser un freak del control remoto. Debe ser pánico al zapping, supongo.
  4. Día de la Marmota. No sé si da como para hábito extraño más que dato freak, pero cada vez que encuentro en la tele "Groundhog Day", TENGO que verla entera. Aunque la haya visto 10 veces antes y me la sé de memoria. Aunque el depto. se esté incendiando o al día siguiente tenga una tremenda presentación. d-debo... s-sentarme... a... v-ver... la... p-película...
  5. Minimal-niaco. Me gusta mantener mi escritorio del mac totalmente ordenado. Un par de carpetas (work in progress, downloads, disco duro, click -fotos para mandar a imprimir- y sería). En el depto., igual: los libros de arte y los adornos de la mesa de centro centrados-perfecto; en mi velador sólo está la revista o libro del día (que bajo cuando me duermo), la lámpara, una foto de la Romi y, con suerte, los audífonos de casco de mi shuffle. Idem con mi escritorio "real": una foto, carpeta de briefs, mi agua mineral, mi jarro -limpio-, el celular en su sillita mac y la agenda. Si no tengo todo ordenado, me baja la frikería. Pregúntenle a mi cachurera señora.
  6. Bonus track. El hielo. No puedo tomar bebida sin hielo. Intransable. Aunque los pinguinos anden con chaleco o la pepsi -que la coca no la soporto- esté casi en estado sólido. Por ende, ver mi freezer sin hielo es una buena manera de lograr oírme gritar.

  7. Sería. No soy tan raro, no? Pero me gustaría saber qué tan raros son los hábitos de la Marce, Javier, la Carola Moro (que sé que este tipo de meme sí que lo contesta) y mi buen amigo Danumpa a.k.a. Don Anonymous