24.7.08

Baires sin ti


Lo primero que hice al llegar a Buenos Aires fue echar de menos a la Romi. Aznavour dice que "Venecia sin ti", y le creo más que nunca. "Baires sin ti" en mi caso. Y es que desde que convertimos esta ciudad en nuestra ciudad-de-aniversario, y... qué se shó. Es entretenido venir de jurado de los Amauta, pero es raro caminar por las calles mojadas sin la Romi de la mano.
Lo segundo que hice al llegar, apenas vi el cartelito con mi nombre y me subí al auto, fue respirar el aire bonaerense bien hondo. Mientras pasabamos por la 9 de Julio y Corrientes, con sus carteles tan newyorkers, sus calles espejadas -acaba de llover- y su onda tan pero tan única, no queda otro que acomodarse bien en el asiento y contemplar la ciudad entre las perlitas de lluvia de la ventana. Me encanta.
Lo tercero que hice al llegar, fue hacer el check-in en el Argenta -no está mal; no es un lujo, pero no está nada de mal. Si me cambian mi pieza a una sola cama king en lugar de dos de plaza y media para mañana, mejor aún-, skypear con la family y pedir, ipso facto, una clásica: Muzzarela y pepsi to-go, por favor.
La cuarta cosa fue una ducha. La quinta, un bailecito feliz mientras abría la ventana listo para recibir mi pizza... y todo lo que Baires tiene para regalarme en estos días.
Jurado, claro. Pero por sobre todo, amante de Baires, che. Amante.

18.7.08

about tech

Y claro, soy el director creativo de una agencia digital así que estoy todo el día pensando en tecnología... pero esta vez el efecto wow hace digno que me detenga un rato, desenpolve mi blog y escriba sobre esto:
Facebook. Se han fijado que en los últimos meses el tema de conversación es "¡me junté con mis amigos del colego!", "¡vino una compañera de la U!", o -en casos más freaks, como el de mi señora, "Vino un grupo de amigas del kinder!". Yo que soy peor fisionomista y no recuerdo ni la cara del mozo que me atendió al almuerzo, me quedo con los primeros dos.
La semana pasada nos juntamos todos los amigos del "barrio". Pero onda de cuando tenía 10 años!
Lo heavy es que todos nos acordemos de las mismas tonteras. Y que las caras no hayan cambiado mucho (el pelo sí, doy fe). Veinte años de recopilación de historias, recuerdos y muchas pero muchas risas.
Así que salud por eso. Facebook no sólo es la red social más usada en Chile (somos el 5to país con más gente en ella); sino que además está haciendo que todos nos volvamos a reencontrar. Heavy.
El otro dato high tech de la semana es el Piclens. Hace unos días se me updateó mi Firefox... y wow, mejor ni les cuento. Actualicen también ustedes y prueben ese cuadrito que aparece ahora en el rincón derecho de la ventana. Búsquedas visuales? Take a look.


La interfaz no sólo es muy parecida a la de iTunes - lo que se agradece-, fluída y super intuitiva, sino que además puedes efectivamente buscar "vitrineando", sin tener que pinchar palabras. Lo que ves es lo que hay.
Qué tal?

3.7.08

Giant-hot-dog effect

Cuando chico mi abuelo me llevaba a ese local que está al lado del cine Pedro de Valdivia (QEPD), a comer hot-dogs. Pero no cualquier hot-dog: era el hot-dog más increíblemente grande que te puedas imaginar.
O al menos así lo veía a los 7 años.
Cuando el mozo me lo traía, me quedaba varios minutos mirándolo, sin saber como empezar; o por dónde morder primero. Era tan gigante, que sólo atinaba a mirarlo.
Ahora, 24 años más tarde (sí, usé mis dedos), estoy con la misma sensación frente a mis pendientes. Y si miro para el lado, veo rumas de libros sin leer. Communication Arts que todavía no termino de hojear. Sitios que mi Google Reader me recuerda eternamente que todavía no veo...
Efecto hot-dog gigante.

Flashback. Quito estuvo increíble. A la vuelta creamos un grupo en Facebook donde todavía se siguen subiendo fotos haciendo salud, celebrando, o simplemente mirando con caras de intelectual al presentador de turno. El lugar estuvo de lujo; la ciudad me encantó. La comida, uf, mejor ni hablar: nunca más como camarones.
Ni cuyis. Pero por razones totalmente distintas.
Ahora me toca viajar nuevamente como jurado de los AMAUTA, y obvio que voy a aprovechar de quedarme el resto del fin de semana. En una de esas aprovecho que son vacaciones de invierno y parto con la Romi y Sebastián. Who knows.
Pero por lo pronto, el efecto hot-dog gigante me paraliza. Tantas presentaciones que terminar; tantas pegas que se están haciendo a la vez. Tantos emails que contestar, cosas que ver...
Me abruman los jueves de hot-dog gigante.
A ustedes no?