Mientras mi editora todavía no se digna a corregir mi último capítulo de “Factor Vampiro”, les mando mi último trabajo. Es una trilogía, así que voy a postear sólo los primeros capítulos del libro 1. A ver qué les parece.
Relatos de la Kónaga (parte 1)
Los cascos del fogoso animal resuenan como el choque de rocas contra el suelo pétreo hundido en el vapor de la ciénaga. Los ojos del jinete se cierran por el sudor que cae de su frente, el cansancio que se aferra de su montura como garras de acero dispuestas a botarlo al tiempo que la lluvia con su mano invisible le nubla la vista...
Pero él sigue, firme sus piernas sobre el brioso caballo, las riendas en sus manos sangrantes, dispuesto a morir con tal de llegar antes que las tropas Oscuras. El zumbido está cada vez más cerca, tanto que se pregunta si no será su corazón que se le sale del pecho en el batir furioso del caballo por entre las gruesas malezas.
Una nave deja una estela de silencio al pasar por sobre su cabeza.
Desesperado, el jinete aprieta fuerte las riendas con una mano, tensa los músculos de sus piernas y busca con la zurda su arma mientras que un grito ahogado se escapa de su garganta reseca... No hay forma de llegar antes que el Cazador, pero no es perfecto: un disparo en su impulsor magnético...
No piensa, sólo actúa. Oye el crujir metálico de su guante al chocar con la enorme espada colgada a un lado y ruega a los dioses que la energía que le queda alcance para la última descarga.
Y el silencio llena la selva.
El caballo, con el hocico lanzando espuma por la fatiga, pega un respingo que le hace tropezar con una roca. El disparo sale con tal potencia del arma, que jinete y corcel se pierden en la densa bruma del pantano mientras un ruego silencioso cruza la mente del hombre entre los ecos de un relincho funerario...
La última carta ha sido echada.
* * *
15.6.05
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario