27.4.05

Love actually

En las vacaciones saqué un libro del estante del beach club, y me lo zampé de vuelta en el avión. Ok, me lo traje, pero a) terminé “Choke” de Palahniuck en menos de 3 dias y b) supongo que es el pago por el primer día en que nos dieron un shitty hole de pieza, en el tercer piso-sin-ascensor y con rica vista a la construcción del nuevo hotel.
So, i`m payed off.
Ok, rewind. “His and Hers” de Mike Gayle. Buenísimo. Brittish a cagar, pero con un trasfondo tan multicultural que te deja peinado para atrás.
(Es un decir, no tengo pelo para echar hacia ningún lado)
Es la vida de una pareja, desde que se conocen en la U en 1993, hasta que es el 2003 y ha pasado mucho agua bajo el puente: se casaron, vivieron una historia de amor heavy, y se separaron en el 2000. Ahora se ha muerto su gato y se han juntado para enterrarlo. De ahí en adelante, un flashback tras otro. Culpas, disculpas, pensamientos… Y happy ending, of course.
Que increíble como un tipo puede ver tan bien ambos lados. El por qué de los hombres y los engranajes de las mujeres. Y qué heavy que todas las historias de amor se parezcan tanto.
Me comparaba con lo que me pasa con la Romi y te das cuenta de lo que significa eso de “amor maduro”. Cuando el enamoramiento y la novedad pasa, y llega el amor de verdad. Ese que se queda.
Y claro, de ahí en adelante es más difícil, porque no tiene el factor “aguevonamiento por el amor”. Ves los defectos tal como son. Y te das cuenta de que, a diferencia de lo que siempre piensas, esas cositas que te molestaban de tu polola y que decías “naah, yo se las voy a cambiar” te golpean la cara con un “news: esas cosas no son fáciles de cambiar, Son parte de ella”. Salvo contadas excepciones, nunca vas a cambiar su risa, ni su gusto al vestirse ni por las películas que ve.
Es su ADN. Es quien amas, so live with it, porque si no, lo vas a pasar mal.

1 comentario:

:: ritalin :: dijo...

Naaah, significa que la Romi estaba embarazada de 2 meses así que poco me faltó ver yo su vestido, porque entre las náuseas y los vómitos...
Pero al final, resultó que la música la elegí yo. El lugar, la comida, ¡todo!
Todavía es la mejor fiesta a la que he ido en mi vida.