Mientras escucho Jamiroquai, medio chambreado por el almuerzo en el Pura Carne –institucionalizado por mi grupo de trabajo como EL lugar para almorzar los primeros viernes de cada mes-, me preparo para mañana. Para la última vez que participo en la competencia de Young Creatives de Cannes. Ya he ganado Oro en New York y en Fiap, donde entran más de 5.000 piezas. Esta vez, somos sólo 30 duplas compitiendo, todo el sábado, por la mejor pieza del año. Made live.
El premio, viaje con todo pagado a Cannes para competir ahí. (Y claro, si ganas allá, contrato confirmado en una agencia internacional. Onda ganarse el loto x 10). So, la expectativa de cambiar tu vida forever –la primera y ultima vez que participé salí segundo-, se convierte en mariposas en el estómago. Nervios. Adrenalina. Surrealismo.
Eso.
Deséenme suerte!…
29.4.05
You are loco
A propósito de una discusión que empezamos en el Blog de la Pame, me acordé uno de los tantos comerciales que vi en Punta Cana haciendo zapping en los canales gringos:
Un papá con una familia muy tarjeta Village, que llega a su casa –Georgian, luz bonita, cámara relentada, pianito mamón-, mira a sus hijos y dice a cámara algo como “En la calle, en las escuelas… el peligro está latente. No sabemos qué nos puede pasar. No hay nada que podamos hacer… Pero al menos en mi casa…”, prende el interruptor de la luz “...sé que hay algo que nunca me va a fallar. Algo que sí puedo controlar… La tecnología y servicio de mi sistema eléctrico”.
Plop! No sé si lo más escalofriante es que dice todo esto sin dejar de sonreir, como dándolo por sentado y tranquilo con ello… o porque veo que un comercial ¡¡de energía eléctrica!! apela, al terror a la nada misma, al sicopateo puro, como si nada.
Ayer se aprobó en Florida (y miren qué coincidencia, el gobernador es el hermano chico de George W. Bush), una ley que permite andar con armas en la calle, ¡y usarlas si lo consideras “necesario para tu seguridad personal!”!!. ¿En qué mundo estamos viviendo? En Stupid White Men –y luego en la película que hicieron del libro, “Fahrenheit 9/11”, Michael Moore estudia ese comportamiento sicópata y perseguido de los gringos. Son el unico ¡el unico! país del mundo, de no ser por el caso aislado de “Jack el destripador” en Londres, con asesinos en serie. El país con más muertes por asesinato. Baleos. Robos violentos. ¡Asesinatos hechos por menores de 16 años!
Es cosa de ver los comerciales que hizo Bush para su campaña, en que mostraba una manada de lobos y un texto que decía “En un mundo en donde no sabemos qué nos puede pasar. Donde el peligro está latente… un hombre nos protege”, como para mover el dedo índice en círculos frente a la oreja y preguntarse qué nos espera si este es el país más poderoso del mundo. Wild wild west all over again?… Un país en decadencia, en el que los tipos de 16 años sacan a bailar punteando a la mina que les gusta (me tocó verlo en Cancún y ahora en Punta Cana), en que la virginidad es motivo de burla. En que un auto con 2 años es un auto viejo, en donde el deporte nacional es el shopping y la comida chatarra es el desayuno, almuerzo y comida…
Y claro, tal vez suena contradictorio viniendo de mi, que rayo con Seinfeld, con NY, con la música gringa… pero creo que una cosa es la cultura pop gringa, y otra lo que hace la gente de arriba, “The man”, el gobierno y los imbéciles como Bush con el vulgo. Se la venden como que todo el mundo es un caos. Todos son retrasados. Y métale saludo a la bandera, y “we are the best” y matemos gente en Irak porque somos los dueños del mundo y vamos a imponerle nuestro tipo de país, y somos Americans no Northamericans (que por cierto no existe en gentilicio)… y God Bless America.
Obelix dice “Están locos estos romanos”…
Yo diría “Están locos estos gringos”.
Un papá con una familia muy tarjeta Village, que llega a su casa –Georgian, luz bonita, cámara relentada, pianito mamón-, mira a sus hijos y dice a cámara algo como “En la calle, en las escuelas… el peligro está latente. No sabemos qué nos puede pasar. No hay nada que podamos hacer… Pero al menos en mi casa…”, prende el interruptor de la luz “...sé que hay algo que nunca me va a fallar. Algo que sí puedo controlar… La tecnología y servicio de mi sistema eléctrico”.
Plop! No sé si lo más escalofriante es que dice todo esto sin dejar de sonreir, como dándolo por sentado y tranquilo con ello… o porque veo que un comercial ¡¡de energía eléctrica!! apela, al terror a la nada misma, al sicopateo puro, como si nada.
Ayer se aprobó en Florida (y miren qué coincidencia, el gobernador es el hermano chico de George W. Bush), una ley que permite andar con armas en la calle, ¡y usarlas si lo consideras “necesario para tu seguridad personal!”!!. ¿En qué mundo estamos viviendo? En Stupid White Men –y luego en la película que hicieron del libro, “Fahrenheit 9/11”, Michael Moore estudia ese comportamiento sicópata y perseguido de los gringos. Son el unico ¡el unico! país del mundo, de no ser por el caso aislado de “Jack el destripador” en Londres, con asesinos en serie. El país con más muertes por asesinato. Baleos. Robos violentos. ¡Asesinatos hechos por menores de 16 años!
Es cosa de ver los comerciales que hizo Bush para su campaña, en que mostraba una manada de lobos y un texto que decía “En un mundo en donde no sabemos qué nos puede pasar. Donde el peligro está latente… un hombre nos protege”, como para mover el dedo índice en círculos frente a la oreja y preguntarse qué nos espera si este es el país más poderoso del mundo. Wild wild west all over again?… Un país en decadencia, en el que los tipos de 16 años sacan a bailar punteando a la mina que les gusta (me tocó verlo en Cancún y ahora en Punta Cana), en que la virginidad es motivo de burla. En que un auto con 2 años es un auto viejo, en donde el deporte nacional es el shopping y la comida chatarra es el desayuno, almuerzo y comida…
Y claro, tal vez suena contradictorio viniendo de mi, que rayo con Seinfeld, con NY, con la música gringa… pero creo que una cosa es la cultura pop gringa, y otra lo que hace la gente de arriba, “The man”, el gobierno y los imbéciles como Bush con el vulgo. Se la venden como que todo el mundo es un caos. Todos son retrasados. Y métale saludo a la bandera, y “we are the best” y matemos gente en Irak porque somos los dueños del mundo y vamos a imponerle nuestro tipo de país, y somos Americans no Northamericans (que por cierto no existe en gentilicio)… y God Bless America.
Obelix dice “Están locos estos romanos”…
Yo diría “Están locos estos gringos”.
27.4.05
Habemus... erradum?
De vuelta en SCL, en las miles de revistas que tenía amontonadas esperando ser leídas, me informé del nuevo papa. Guata al sol escuché el Habemus Papam, pero no quise meterme más en el asunto hasta poner los pies en chilito.
Por lo pronto, no me gusta para nada. Me carga la cara que tiene. Me carga que sea tan pesado con los que trabajan con él. Me carga que sea tan conservador, porque es justamente eso lo que hace que NOS alejemos de la iglesia.
Iglesia viene de Eklesius. Asamblea.
Todos somos iglesia. Y la mayoría de la iglesia está de acuerdo con el divorcio. Con las órdenes sacerdotales femeninas. Con el matrimonio de los sacerdotes.
So??… Ahí te das cuenta del poder político que hay detrás. Lógico y necesario, pero after all “Power Corrupts”. No hay sacerdotes casados porque es a la Iglesia a la que le sale caro mantener a una familia completa en lugar de un solo hombre. Y además, siendo un hombre solo, no tiene ataduras para ser enviado a donde el papa estime conveniente.
Las mujeres no son sacerdotisas porque como sacerdotisas no se podrían casar. Y como tal, es mucho más evidente una mujer que tuvo relaciones sexuales –por razones obvias- que un sacerdote que se echó una “canita al aire”.
Porque de que los hay, los hay. No es natural no tener sexo.
En fin. Habrá que ver cómo se viene la mano.
Ah! Y tampoco me gusta el nuevo papa porque es igual al Emperador.
Por lo pronto, no me gusta para nada. Me carga la cara que tiene. Me carga que sea tan pesado con los que trabajan con él. Me carga que sea tan conservador, porque es justamente eso lo que hace que NOS alejemos de la iglesia.
Iglesia viene de Eklesius. Asamblea.
Todos somos iglesia. Y la mayoría de la iglesia está de acuerdo con el divorcio. Con las órdenes sacerdotales femeninas. Con el matrimonio de los sacerdotes.
So??… Ahí te das cuenta del poder político que hay detrás. Lógico y necesario, pero after all “Power Corrupts”. No hay sacerdotes casados porque es a la Iglesia a la que le sale caro mantener a una familia completa en lugar de un solo hombre. Y además, siendo un hombre solo, no tiene ataduras para ser enviado a donde el papa estime conveniente.
Las mujeres no son sacerdotisas porque como sacerdotisas no se podrían casar. Y como tal, es mucho más evidente una mujer que tuvo relaciones sexuales –por razones obvias- que un sacerdote que se echó una “canita al aire”.
Porque de que los hay, los hay. No es natural no tener sexo.
En fin. Habrá que ver cómo se viene la mano.
Ah! Y tampoco me gusta el nuevo papa porque es igual al Emperador.
Love actually
En las vacaciones saqué un libro del estante del beach club, y me lo zampé de vuelta en el avión. Ok, me lo traje, pero a) terminé “Choke” de Palahniuck en menos de 3 dias y b) supongo que es el pago por el primer día en que nos dieron un shitty hole de pieza, en el tercer piso-sin-ascensor y con rica vista a la construcción del nuevo hotel.
So, i`m payed off.
Ok, rewind. “His and Hers” de Mike Gayle. Buenísimo. Brittish a cagar, pero con un trasfondo tan multicultural que te deja peinado para atrás.
(Es un decir, no tengo pelo para echar hacia ningún lado)
Es la vida de una pareja, desde que se conocen en la U en 1993, hasta que es el 2003 y ha pasado mucho agua bajo el puente: se casaron, vivieron una historia de amor heavy, y se separaron en el 2000. Ahora se ha muerto su gato y se han juntado para enterrarlo. De ahí en adelante, un flashback tras otro. Culpas, disculpas, pensamientos… Y happy ending, of course.
Que increíble como un tipo puede ver tan bien ambos lados. El por qué de los hombres y los engranajes de las mujeres. Y qué heavy que todas las historias de amor se parezcan tanto.
Me comparaba con lo que me pasa con la Romi y te das cuenta de lo que significa eso de “amor maduro”. Cuando el enamoramiento y la novedad pasa, y llega el amor de verdad. Ese que se queda.
Y claro, de ahí en adelante es más difícil, porque no tiene el factor “aguevonamiento por el amor”. Ves los defectos tal como son. Y te das cuenta de que, a diferencia de lo que siempre piensas, esas cositas que te molestaban de tu polola y que decías “naah, yo se las voy a cambiar” te golpean la cara con un “news: esas cosas no son fáciles de cambiar, Son parte de ella”. Salvo contadas excepciones, nunca vas a cambiar su risa, ni su gusto al vestirse ni por las películas que ve.
Es su ADN. Es quien amas, so live with it, porque si no, lo vas a pasar mal.
So, i`m payed off.
Ok, rewind. “His and Hers” de Mike Gayle. Buenísimo. Brittish a cagar, pero con un trasfondo tan multicultural que te deja peinado para atrás.
(Es un decir, no tengo pelo para echar hacia ningún lado)
Es la vida de una pareja, desde que se conocen en la U en 1993, hasta que es el 2003 y ha pasado mucho agua bajo el puente: se casaron, vivieron una historia de amor heavy, y se separaron en el 2000. Ahora se ha muerto su gato y se han juntado para enterrarlo. De ahí en adelante, un flashback tras otro. Culpas, disculpas, pensamientos… Y happy ending, of course.
Que increíble como un tipo puede ver tan bien ambos lados. El por qué de los hombres y los engranajes de las mujeres. Y qué heavy que todas las historias de amor se parezcan tanto.
Me comparaba con lo que me pasa con la Romi y te das cuenta de lo que significa eso de “amor maduro”. Cuando el enamoramiento y la novedad pasa, y llega el amor de verdad. Ese que se queda.
Y claro, de ahí en adelante es más difícil, porque no tiene el factor “aguevonamiento por el amor”. Ves los defectos tal como son. Y te das cuenta de que, a diferencia de lo que siempre piensas, esas cositas que te molestaban de tu polola y que decías “naah, yo se las voy a cambiar” te golpean la cara con un “news: esas cosas no son fáciles de cambiar, Son parte de ella”. Salvo contadas excepciones, nunca vas a cambiar su risa, ni su gusto al vestirse ni por las películas que ve.
Es su ADN. Es quien amas, so live with it, porque si no, lo vas a pasar mal.
26.4.05
Full throttle
No les voy a mostrar palmeras ni cocos ni piña-coladas ni minas en topless en la playa. En cambio, que sirva de resumen que el control-alt-suprimir mental de estos 7 días, fue una mezcla entre luna de miel de cuarto año y refill creativo. Leí mucho, comí demasiado, tomé harto y disfruté de una semana sólo con la Romi. Y fue raro, porque aunque estuvimos libres de la papa, de los llantos, pudiendo salir a bailar todas las noches y despertarnos tan tarde que creo que bajamos sólo 2 veces a desayunar, me di cuenta de que ya no podemos salir sin Sebastián. Somos 3, no dos y medio como antes. Y se notó.
Lo echamos mucho de menos.
So i`m back, full time. Llegué con mucho trabajo, y con un ambiente medio competitivo por el cambio de director que como que me gusta pero no. Me sentí llegando medio mal parado. Todos precalentados y dándole fuerte, y yo recién sacándome el brazalete del all inclusive. Pero todo bien!
Así que nos leemos mañana, como siempre.
Lo echamos mucho de menos.
So i`m back, full time. Llegué con mucho trabajo, y con un ambiente medio competitivo por el cambio de director que como que me gusta pero no. Me sentí llegando medio mal parado. Todos precalentados y dándole fuerte, y yo recién sacándome el brazalete del all inclusive. Pero todo bien!
Así que nos leemos mañana, como siempre.
Back to mainland
Lleguéeee....!!! Salí del paraíso (o Paradise) para llegar a full-pega. Así que apenas tenga tiempo, posteo algo.
15.4.05
Reflexiones maleta en mano
Es muy raro el sistema en el que vivimos.
Hay gente que espera todo un año trabajando, para irse de vacaciones por 15 días cagones... Y cuando vuelven, terminan pagando esas mismas vacaciones con casi un mes de sueldo (osea, de trabajo).
Hay gente que ahorra por meses para comprarse un auto, que vale su buen par de sueldos -o incluso más, mucho más-... Pero si alguien les dijera "no te pago en 3 meses, pero te regalo este auto", no lo aceptarían nunca.
Y claro, están también los que se dan cuenta que la vida no es sólo esperar cosas. Como dice Lennon "Life is what`s happen to you while you`re busy making other plans". La vida es lo que te está pasando AHORA-MISMO. ¿Vale la pena lo que estás haciendo AHORA-MISMO?
Hay gente que nunca se da cuenta de esto, y vive la vida pensando en la casa, en el auto, en los hijos. Y cuando los tienen, miran para otro lado y quieren otra casa, otro auto, más hijos.
Vivimos en un mundo consumista, totalmente... y como publicista lo veo mucho más de cerca que la mayoría. Sé lo que hacen las marcas, la imagen. He visto gente que paga 4 veces el precio de algo, sólo por lo que le decimos en 30 segundos de comercial...
Pero finalmente, en la mayoría de los casos, todo es onda Sprite. La imagen no es nada.
Hace un tiempo leí un libro que escribió el diseñador Paco Rabanne (que de hecho pretendo releer en estas vacaciones). Una entrevista al líder budista Bokar Rimpoché, en la que el español le pregunta y discute con él sobre la filosofía budista.
Se los cuento porque hubo algo que me gustó mucho, por lo obvio. Pero justamente por eso. Porque nunca lo recordamos. Como un mensaje que de tanto oír, ya no escuchamos. Rimpoché dijo:
"El pasado pasó, no vale la pena sufrir más en él, sólo aprender de él. El futuro todavía no es, así que no tiene sentido mortificarse por lo que aún no es"
Y el presente, es el YA. Es lo unico que vale la pena realmente. Y, como dijo Milan Kundera en "La Insoportable Levedad del Ser", las cosas malas del pasado no existen, porque las queremos olvidar. Sólo queda lo bueno. Los recuerdos que realmente valen la pena recordar.
Vivir con los recuerdos, no de los recuerdos. Vivir el momento.
Así que, tarea para la casa, vivir hoy como un budista. Carpe diem. Aprovechar el día.
Van a ver como les cambia la cara. Y van a ver que, pese lo obvio de lo que les digo, nunca lo hacemos.
Ojalá les sirva.
Hasta la próxima(-¿proxima?) semana!!
Hay gente que espera todo un año trabajando, para irse de vacaciones por 15 días cagones... Y cuando vuelven, terminan pagando esas mismas vacaciones con casi un mes de sueldo (osea, de trabajo).
Hay gente que ahorra por meses para comprarse un auto, que vale su buen par de sueldos -o incluso más, mucho más-... Pero si alguien les dijera "no te pago en 3 meses, pero te regalo este auto", no lo aceptarían nunca.
Y claro, están también los que se dan cuenta que la vida no es sólo esperar cosas. Como dice Lennon "Life is what`s happen to you while you`re busy making other plans". La vida es lo que te está pasando AHORA-MISMO. ¿Vale la pena lo que estás haciendo AHORA-MISMO?
Hay gente que nunca se da cuenta de esto, y vive la vida pensando en la casa, en el auto, en los hijos. Y cuando los tienen, miran para otro lado y quieren otra casa, otro auto, más hijos.
Vivimos en un mundo consumista, totalmente... y como publicista lo veo mucho más de cerca que la mayoría. Sé lo que hacen las marcas, la imagen. He visto gente que paga 4 veces el precio de algo, sólo por lo que le decimos en 30 segundos de comercial...
Pero finalmente, en la mayoría de los casos, todo es onda Sprite. La imagen no es nada.
Hace un tiempo leí un libro que escribió el diseñador Paco Rabanne (que de hecho pretendo releer en estas vacaciones). Una entrevista al líder budista Bokar Rimpoché, en la que el español le pregunta y discute con él sobre la filosofía budista.
Se los cuento porque hubo algo que me gustó mucho, por lo obvio. Pero justamente por eso. Porque nunca lo recordamos. Como un mensaje que de tanto oír, ya no escuchamos. Rimpoché dijo:
"El pasado pasó, no vale la pena sufrir más en él, sólo aprender de él. El futuro todavía no es, así que no tiene sentido mortificarse por lo que aún no es"
Y el presente, es el YA. Es lo unico que vale la pena realmente. Y, como dijo Milan Kundera en "La Insoportable Levedad del Ser", las cosas malas del pasado no existen, porque las queremos olvidar. Sólo queda lo bueno. Los recuerdos que realmente valen la pena recordar.
Vivir con los recuerdos, no de los recuerdos. Vivir el momento.
Así que, tarea para la casa, vivir hoy como un budista. Carpe diem. Aprovechar el día.
Van a ver como les cambia la cara. Y van a ver que, pese lo obvio de lo que les digo, nunca lo hacemos.
Ojalá les sirva.
Hasta la próxima(-¿proxima?) semana!!
14.4.05
Tres... dos... uno...
Hoy es el día de llamar al transfer
De armar maletas.
De chequear vuelos.
Oseeea, hoy es el día en que normalmente me bajan los nervios.
Todavía no. Pero los oigo venir.
Aunque supongo que no es para menos: la última vez que viajé al Caribe, bajando a Puerto Rico el avión se pegó un bajón que dejó al Boomerang de Fantasilandia como la montaña rusa de Mampato.
A propósito, si alguna vez van a Puerto Rico y ven un estómago, recójanlo y tráiganmelo, plis. Es mío.
En fin. Para estos casos, nada mejor que mi patentada Liquid Pill: 2 blody mery y un cuba libre. En ese orden. In-fa-lible. Y la Romi, que ya está menos histérica, se consiguió con el Pelao una de sus pastillas para dormir, que lo dejan casi en estado vegetal cada vez que viaja.
Lo malo es que ella no calculó que son 2 aviones de ida y 2 de vuelta… Así que no sé si recordárselo antes de irnos, o cuando se la tome en el avión y cache que no tiene más.
Humor negro, le dicen.
Pero naaah. Yo creo que todo el nervio se le va a pasar cuando nos subamos al avión. En parte es eso, y en parte dejar a Sebastián por una semana completa. Lo hemos hecho antes, pero la última vez viajamos cuando apenas decía “bubu baba”, y no creo que nos haya echado mucho de menos.
Ahora es distinto. Ahora sí que lo vamos a echar de menos.
A si que a ver si me da el tiempo mañana para hacer un último post pre viaje. Como tenemos el “asatón”…
… no creo que esté en la oficina hasta más allá de las 12.30.
Buena forma de terminar la semana, no?
Pd: La cara de ebrio con la que aparezco en la foto, es por el disfraz que usé en la fiesta de BBDO de fin de año. No se confundan, ah? Salud.
De armar maletas.
De chequear vuelos.
Oseeea, hoy es el día en que normalmente me bajan los nervios.
Todavía no. Pero los oigo venir.
Aunque supongo que no es para menos: la última vez que viajé al Caribe, bajando a Puerto Rico el avión se pegó un bajón que dejó al Boomerang de Fantasilandia como la montaña rusa de Mampato.
A propósito, si alguna vez van a Puerto Rico y ven un estómago, recójanlo y tráiganmelo, plis. Es mío.
En fin. Para estos casos, nada mejor que mi patentada Liquid Pill: 2 blody mery y un cuba libre. En ese orden. In-fa-lible. Y la Romi, que ya está menos histérica, se consiguió con el Pelao una de sus pastillas para dormir, que lo dejan casi en estado vegetal cada vez que viaja.
Lo malo es que ella no calculó que son 2 aviones de ida y 2 de vuelta… Así que no sé si recordárselo antes de irnos, o cuando se la tome en el avión y cache que no tiene más.
Humor negro, le dicen.
Pero naaah. Yo creo que todo el nervio se le va a pasar cuando nos subamos al avión. En parte es eso, y en parte dejar a Sebastián por una semana completa. Lo hemos hecho antes, pero la última vez viajamos cuando apenas decía “bubu baba”, y no creo que nos haya echado mucho de menos.
Ahora es distinto. Ahora sí que lo vamos a echar de menos.
A si que a ver si me da el tiempo mañana para hacer un último post pre viaje. Como tenemos el “asatón”…
… no creo que esté en la oficina hasta más allá de las 12.30.
Buena forma de terminar la semana, no?
Pd: La cara de ebrio con la que aparezco en la foto, es por el disfraz que usé en la fiesta de BBDO de fin de año. No se confundan, ah? Salud.
...
Tras 15 años encerrados en la derruìda estacion del metro, de la que nunca salieron por temor a la radiacion de la bomba atomica que los separo del mundo, uno de ellos se aventuro por los tuneles prohibidos, escalo hasta la luz... Y supo que todo habia sido mentira. Bienvenido a 1992.
13.4.05
Refill mental
Soy de pocos amigos. Pocos, pero buenos. Y por lo mismo, siempre me pongo super a la defensiva en ese tema.
Por eso lo de ayer. Y por eso también anoche me llamó la Rucia.
Hablamos mucho rato, y me quedó claro que todo lo que pasó fue una mezcla entre malentendidos y culpas compartidas. ¡¡Así que nos debemos una juntada apenas vuelva de Punta Cana!!
Luego de eso, me saqué un peso de encima. Pasé el resto del día trabajando en lo de Cristal y viendo un armado pajero para Mitsubishi. Así que llegando a mi depto., ya de noche, abrí una Kuntsman de miel y, por primera vez en días, me di el lujo de hacerme un refill mental. Los elegidos: mi nueva adquisición, "The Hire" de BMW Films y el penúltimo Shots. Un especial de comerciales animados y videos para parar los pelos.
La lata es que, justo en medio del corto de John Woo, con balazos y chirreos en 5.1, suena el teléfono. Así que obligado a volver a la productora para chequear el armado final de Mitsubishi.
Un agua mineral y cinco cortes más tarde, pasaba por el Roll`s de guardia vieja para sacarme el trabajo de la cabeza con...
Así que volviendo a mi departamento, con el Cuba Libre de rigor en una mano y el control remoto en la otra, terminé un día más bien freak comiendo sushi de pulpo y camarón, sashimi de salmón y locos con la Romi, la Dani –que se quedó- y la Mopa, que nos miraba entre su pelo mientras veíamos el especial de animación de Shots.
Buenísimo. Digno de un refill de media semana.
Digno de un día movido, pero lo mejor como para olvidar los nervios del viaje de mañana.
Uf.
Por eso lo de ayer. Y por eso también anoche me llamó la Rucia.
Hablamos mucho rato, y me quedó claro que todo lo que pasó fue una mezcla entre malentendidos y culpas compartidas. ¡¡Así que nos debemos una juntada apenas vuelva de Punta Cana!!
Luego de eso, me saqué un peso de encima. Pasé el resto del día trabajando en lo de Cristal y viendo un armado pajero para Mitsubishi. Así que llegando a mi depto., ya de noche, abrí una Kuntsman de miel y, por primera vez en días, me di el lujo de hacerme un refill mental. Los elegidos: mi nueva adquisición, "The Hire" de BMW Films y el penúltimo Shots. Un especial de comerciales animados y videos para parar los pelos.
La lata es que, justo en medio del corto de John Woo, con balazos y chirreos en 5.1, suena el teléfono. Así que obligado a volver a la productora para chequear el armado final de Mitsubishi.
Un agua mineral y cinco cortes más tarde, pasaba por el Roll`s de guardia vieja para sacarme el trabajo de la cabeza con...
Así que volviendo a mi departamento, con el Cuba Libre de rigor en una mano y el control remoto en la otra, terminé un día más bien freak comiendo sushi de pulpo y camarón, sashimi de salmón y locos con la Romi, la Dani –que se quedó- y la Mopa, que nos miraba entre su pelo mientras veíamos el especial de animación de Shots.
Buenísimo. Digno de un refill de media semana.
Digno de un día movido, pero lo mejor como para olvidar los nervios del viaje de mañana.
Uf.
cuentos.doc
Como les comenté en algun momento, mi libro está chantado en algún lugar de Madrid, mientras mi editora busca quintas patas de gatos y demás. En fin. Por lo pronto, avocado a mi libro de cuentos cortos, posteo uno de los cuentos que tengo en duda si va o no en la recopilación.
Bon apetit.
"SUEÑO", por Cristián León.
El sueño había sido tan real que me tomó varios segundos darme cuenta de que estaba en mi cama. Completamente solo y a varios kilómetros de ella.
Ella....
No quería seguir pensando en ella. Simplemente no podía seguir sintiendo la ola de emociones que me inundaban con sólo pensar en su nombre. En sus ojos. En su pelo.
Me bajé perezosamente de la cama mientras buscaba con la vista nublada el control de mi equipo. Al encender el CD, Pearl Jam retumbó en los parlantes casi al mismo tiempo en que mi vieja comenzaba a gritar para que bajara el volumen.
"Magdalena..." No podía dejar de ver esos ojos; esos labios tan tersos y perfectos diciéndome que ya no más. Que no quería hacerme daño...
El agua corría a borbotones por mi espalda. El vapor del espejo mostraba mis ojos oscuros mirando fijo, pero viendo mucho más lejos del baño; de mi casa... del tiempo mismo. La veía delante de mí, con esa cara que era simplemente imposible de no besar. De no acariciar...
De no querer.
"No te quiero hacer daño", fue la ultima palabra que oí de ella un segundo antes de que la puerta del ascensor se cerrara y el tercer piso desapareciera para siempre. Tatuado en mis pupilas como acero.
Como hirviente y puro acero.
¿Por qué soñaba con ella justo ahora?.... Miré mi reloj y me puse a pensar en qué estaría haciendo ella en ese preciso momento. Nunca dejé que esos celos idiotas salieran a flote. ¡Nunca!, pero el pensar en ella con alguien más, conversando hasta las nueve de la mañana como hace tanto tiempo nosotros dos lo habíamos hecho...
Pero no. Era imposible.
Lo mejor era no pensar en nada más y salir de ahí. Olvidarse de todo y de todos, y simplemente salir de ahí.
Tomé las llaves del auto y rogué porque mi viejo no hubiera salido en él... Pero ahí estaba: el Hyundai blanco, el mismo auto en el que la había pasado a dejar la vez que nos conocimos. La vez...
Malditos recuerdos. Malditos sentimientos.
¿Qué miedo podía sentir para dejarme?, me preguntaba mientras corría a más de 120 kilómetros por hora (Ahora lo sé. En ese momento todo sucedía en cámara lenta, mientras mi cabeza pensaba demasiado deprisa). Habían pasado casi dos semanas desde la última vez que la había visto -en persona, al menos- y no había tenido el valor de ir a verla otra vez.
"No quiero herirte...".
Pensé mil veces en lo que significaba. ¿había alguien más?... Ella me había jurado que no. Casi había llorado cuando se lo pregunté. ¿Qué era entonces tan espantoso, tan prohibido como para separarnos; como para hacerla bajar la vista y llorar mientras se cerraba el ascensor que me llevaría al mismo infierno; a su olvido...?
No podía creer que ella no me llamara. Al principio, pensé en olvidarme de todo por unos días y dejar que ella misma se diera cuenta de su error. ¡Pero no había pasado!. ¿Cuántas veces había llegado hasta su puerta, incluso tocado el timbre y esperado oír su voz?.. Pero nunca contestaba ella.
Nunca ella.
Finalmente, iba a su departamento. No me iba a detener ni aunque una muralla se formara entre ella y yo. No había nada en el mundo capaz de detenerme. Necesitaba verla. Solo verla... Aunque fuera para oír nuevamente esa frase que no podía irse de mis oídos, y que me rondaba como una bruma de recuerdos, risas y besos que no se iban.
Y que, sabía, no se irían nunca.
Entré a Manquehue como un bólido, esquivando autos y bocinazos que no existían en mi cabeza. Sólo podía ver sus mechones oscuros bañando su cuello siempre perfecto y siempre oculto por esa bufanda que había llegado a querer. Su sonrisa se me plantó en los ojos al cruzar Isabel La Católica y no me dejó hasta que pisé el suelo del estacionamiento.
La reja estaba abierta, y entré. Mejor, me dije. No podría siquiera recordar mi nombre si era ella quien contestaba el citófono.
Tomé la escalera con la adrenalina retumbando en mis sienes y mis manos sudando a raudales...
Al llegar al tercer piso me detuve en seco. ¡La puerta estaba abierta!. Me asomé y no pude contener un grito ahogado: Vacío.
Corrí por el pasillo y casi boté a una mujer que salía de un departamento. Pidiéndole disculpas le pregunté qué había pasado con la mujer que vivía en el 31. Cabello negro no muy largo; ojos cafés...
"No.. aquí no vive nadie desde hace mucho. De hecho creo que nunca...".
¿Mucho?... No podía ser mucho, si recién el jueves pasado había estado bajo su balcón; había visto luces. Le di las gracias a regañadientes y entré corriendo al departamento. Algo, cualquier cosa, podía darme una pista de dónde se había ido.
El departamento estaba sucio y descascarado. Como si alguien hubiera destrozado todo. O como si realmente estuviera abandonado... ¡desde hace años!.
No había siquiera marcas de muebles, y telarañas colgaban por todo el lugar como si verdaderamente hubiera estado abandonado hace mucho tiempo.
Demasiado tiempo.
¿Qué había pasado ahí?...
Recorrí todas las piezas; cada cuarto en busca de un trozo de papel, una carta. Algo que me dijera dónde había ido o por qué se había ido tan de improviso.
Recordé extrañado que la supuesta amiga con la que vivía nunca había sido más que una voz que contestaba la puerta; una persona que vivía encerrada en su pieza y que nunca había visto. Sólo oído, o vislumbrado muy a la rápida, como una sombra, cuando ella se iba o yo pasaba por su pieza.
La cabeza me daba vueltas. No entendía qué había pasado. ¿Y si la llamaba a su celular?... Busqué como energúmeno su número de teléfono. Hubiera jurado que lo tenía anotado en un trozo de papel en mi billetera...
Pero el papel estaba manchado. Ilegible.
"No quiero herirte"... Sus palabras resonaban a cada paso que daba. Cada intento desesperado por no caerme. Por no perder la cordura mientras entraba a su pieza y veía algo que no podía ser cierto.
Una luz manaba de todo. Cubría todo. Era como si cada cosa -porque en su pieza todo estaba en su lugar-, cada ápice del cuarto fuera algo irreal. Fantasmal, pero lleno de un fulgor increíblemente hermoso.
Ella estaba en medio de la pieza, con las manos a cada lado y esa mirada que hacía que no púdieras contemplarla y respirar al mismo tiempo.
Aturdido, intenté decir algo, pero no salió sonido alguno de mi boca. Me fijé en su traje blanquecino, tan albo que dolían los ojos si se miraba fijo. En su pelo alborotado, tan brillante… pero tan oscuro que lanzaba brillos azulados.
Me miró con la misma mirada que me había dado segundos antes de despedirme, hacía trece días exactos.
"Te dije que no volvieras... Que no quería herirte", fueron sus palabras. Eran como un eco. Como un sueño... ¡Como el mismo sueño que acababa de tener!.
La noche ya había llegado a sus espaldas, y la luna intentaba en vano competir con la luz que manaba de ella. De sus ropas. De sus cosas...
¿Cuánto tiempo había estado ahí, frente a ella?..
Finalmente se acercó a mí y desplegó sus alas blancas. Perfectas. Era el ser más hermoso que había visto en mi vida. Más aún que antes, porque era algo sobrenatural. Algo que no debía ver alguien como yo, un simple humano. Y, aún así, algo... alguien, que me contemplaba con un amor y una ternura que me quitaron todo miedo.
Me acerqué a ella y toqué su cabello. Lentamente, como levitando, la tomé en mis brazos y la besé. Fue como besar una nube....
Fue como siempre.
No dije nada más. Ella me miró una vez más y repitió esas palabras que tenía frente a mí día y noche: "No quería herirte".
Se soltó lentamente de mí y desapareció. Tan deprisa como la noche se hizo día la vez que nos conocimos. Tan fugaz como el tiempo junto a ella, se evaporó de la realidad y la luz de la luna entró por una ventana ahora vieja y carcomida.
Me di vuelta y comencé a reír. Reí como un loco. Con una risa que cargaba la pena de perderla otra vez y el amor que le tuve desde mucho antes de haber nacido. Mucho antes de haber elegido ser un humano común y corriente y dejado de ser un ángel. De haber hecho mi elección y haberla perdido por tanto tiempo... Aún antes de que el tiempo fuera tiempo.
Algún día nos reencontraríamos, y ambos lo sabíamos... pero ni mis sueños ni su realidad habían sido capaces de esperar ese tiempo.
"No quería herirte..."
Pero no aquí. No en esta vida.
"No quería..."
No en este mundo, amor. Y lo sabes.
Me alejé con la mente demasiado despejada como para seguir viviendo. No podía seguir siendo lo que era luego de recordarlo todo... De volver a tener mis recuerdos. Recuerdos que no cabían en una persona, que pertenecían a un ángel, y que pese a todo habían aguantado todo el fulgor y el amor que siempre tuve sin ningún problema, en este cuerpo de humano.
"Los humanos pueden amar como nosotros, pero no recordar como nosotros", me dije. Y me creí.
Ambos lo sabíamos. Ella y yo, lo sabíamos desde siempre. Era nuestro destino: alguno de los dos tendría que ir en busca del otro.
Miré mis manos y me asomé a la ventana con los pies demasiado cerca de la cornisa.
"No me heriste, amor... Simplemente me hiciste reaccionar".
No quería seguir ahí. No sin ella.
Reí una vez más y pensé en todo lo que dejaba atrás... ¿lo dejaba realmente?... No. Nadie de los que amaba se quedaría aquí por mucho tiempo. También se irían, tarde o temprano, a reunirse con el resto.
Así, mientras levantaba las manos y miraba la luna, pensé en sus ojos y en su pelo. En su aroma y en sus manos. En su sonrisa… y me dejé caer.
Era hora de volver.
Santiago, 30 de Agosto de 1999. 17:45 p.m.
Bon apetit.
"SUEÑO", por Cristián León.
El sueño había sido tan real que me tomó varios segundos darme cuenta de que estaba en mi cama. Completamente solo y a varios kilómetros de ella.
Ella....
No quería seguir pensando en ella. Simplemente no podía seguir sintiendo la ola de emociones que me inundaban con sólo pensar en su nombre. En sus ojos. En su pelo.
Me bajé perezosamente de la cama mientras buscaba con la vista nublada el control de mi equipo. Al encender el CD, Pearl Jam retumbó en los parlantes casi al mismo tiempo en que mi vieja comenzaba a gritar para que bajara el volumen.
"Magdalena..." No podía dejar de ver esos ojos; esos labios tan tersos y perfectos diciéndome que ya no más. Que no quería hacerme daño...
El agua corría a borbotones por mi espalda. El vapor del espejo mostraba mis ojos oscuros mirando fijo, pero viendo mucho más lejos del baño; de mi casa... del tiempo mismo. La veía delante de mí, con esa cara que era simplemente imposible de no besar. De no acariciar...
De no querer.
"No te quiero hacer daño", fue la ultima palabra que oí de ella un segundo antes de que la puerta del ascensor se cerrara y el tercer piso desapareciera para siempre. Tatuado en mis pupilas como acero.
Como hirviente y puro acero.
¿Por qué soñaba con ella justo ahora?.... Miré mi reloj y me puse a pensar en qué estaría haciendo ella en ese preciso momento. Nunca dejé que esos celos idiotas salieran a flote. ¡Nunca!, pero el pensar en ella con alguien más, conversando hasta las nueve de la mañana como hace tanto tiempo nosotros dos lo habíamos hecho...
Pero no. Era imposible.
Lo mejor era no pensar en nada más y salir de ahí. Olvidarse de todo y de todos, y simplemente salir de ahí.
Tomé las llaves del auto y rogué porque mi viejo no hubiera salido en él... Pero ahí estaba: el Hyundai blanco, el mismo auto en el que la había pasado a dejar la vez que nos conocimos. La vez...
Malditos recuerdos. Malditos sentimientos.
¿Qué miedo podía sentir para dejarme?, me preguntaba mientras corría a más de 120 kilómetros por hora (Ahora lo sé. En ese momento todo sucedía en cámara lenta, mientras mi cabeza pensaba demasiado deprisa). Habían pasado casi dos semanas desde la última vez que la había visto -en persona, al menos- y no había tenido el valor de ir a verla otra vez.
"No quiero herirte...".
Pensé mil veces en lo que significaba. ¿había alguien más?... Ella me había jurado que no. Casi había llorado cuando se lo pregunté. ¿Qué era entonces tan espantoso, tan prohibido como para separarnos; como para hacerla bajar la vista y llorar mientras se cerraba el ascensor que me llevaría al mismo infierno; a su olvido...?
No podía creer que ella no me llamara. Al principio, pensé en olvidarme de todo por unos días y dejar que ella misma se diera cuenta de su error. ¡Pero no había pasado!. ¿Cuántas veces había llegado hasta su puerta, incluso tocado el timbre y esperado oír su voz?.. Pero nunca contestaba ella.
Nunca ella.
Finalmente, iba a su departamento. No me iba a detener ni aunque una muralla se formara entre ella y yo. No había nada en el mundo capaz de detenerme. Necesitaba verla. Solo verla... Aunque fuera para oír nuevamente esa frase que no podía irse de mis oídos, y que me rondaba como una bruma de recuerdos, risas y besos que no se iban.
Y que, sabía, no se irían nunca.
Entré a Manquehue como un bólido, esquivando autos y bocinazos que no existían en mi cabeza. Sólo podía ver sus mechones oscuros bañando su cuello siempre perfecto y siempre oculto por esa bufanda que había llegado a querer. Su sonrisa se me plantó en los ojos al cruzar Isabel La Católica y no me dejó hasta que pisé el suelo del estacionamiento.
La reja estaba abierta, y entré. Mejor, me dije. No podría siquiera recordar mi nombre si era ella quien contestaba el citófono.
Tomé la escalera con la adrenalina retumbando en mis sienes y mis manos sudando a raudales...
Al llegar al tercer piso me detuve en seco. ¡La puerta estaba abierta!. Me asomé y no pude contener un grito ahogado: Vacío.
Corrí por el pasillo y casi boté a una mujer que salía de un departamento. Pidiéndole disculpas le pregunté qué había pasado con la mujer que vivía en el 31. Cabello negro no muy largo; ojos cafés...
"No.. aquí no vive nadie desde hace mucho. De hecho creo que nunca...".
¿Mucho?... No podía ser mucho, si recién el jueves pasado había estado bajo su balcón; había visto luces. Le di las gracias a regañadientes y entré corriendo al departamento. Algo, cualquier cosa, podía darme una pista de dónde se había ido.
El departamento estaba sucio y descascarado. Como si alguien hubiera destrozado todo. O como si realmente estuviera abandonado... ¡desde hace años!.
No había siquiera marcas de muebles, y telarañas colgaban por todo el lugar como si verdaderamente hubiera estado abandonado hace mucho tiempo.
Demasiado tiempo.
¿Qué había pasado ahí?...
Recorrí todas las piezas; cada cuarto en busca de un trozo de papel, una carta. Algo que me dijera dónde había ido o por qué se había ido tan de improviso.
Recordé extrañado que la supuesta amiga con la que vivía nunca había sido más que una voz que contestaba la puerta; una persona que vivía encerrada en su pieza y que nunca había visto. Sólo oído, o vislumbrado muy a la rápida, como una sombra, cuando ella se iba o yo pasaba por su pieza.
La cabeza me daba vueltas. No entendía qué había pasado. ¿Y si la llamaba a su celular?... Busqué como energúmeno su número de teléfono. Hubiera jurado que lo tenía anotado en un trozo de papel en mi billetera...
Pero el papel estaba manchado. Ilegible.
"No quiero herirte"... Sus palabras resonaban a cada paso que daba. Cada intento desesperado por no caerme. Por no perder la cordura mientras entraba a su pieza y veía algo que no podía ser cierto.
Una luz manaba de todo. Cubría todo. Era como si cada cosa -porque en su pieza todo estaba en su lugar-, cada ápice del cuarto fuera algo irreal. Fantasmal, pero lleno de un fulgor increíblemente hermoso.
Ella estaba en medio de la pieza, con las manos a cada lado y esa mirada que hacía que no púdieras contemplarla y respirar al mismo tiempo.
Aturdido, intenté decir algo, pero no salió sonido alguno de mi boca. Me fijé en su traje blanquecino, tan albo que dolían los ojos si se miraba fijo. En su pelo alborotado, tan brillante… pero tan oscuro que lanzaba brillos azulados.
Me miró con la misma mirada que me había dado segundos antes de despedirme, hacía trece días exactos.
"Te dije que no volvieras... Que no quería herirte", fueron sus palabras. Eran como un eco. Como un sueño... ¡Como el mismo sueño que acababa de tener!.
La noche ya había llegado a sus espaldas, y la luna intentaba en vano competir con la luz que manaba de ella. De sus ropas. De sus cosas...
¿Cuánto tiempo había estado ahí, frente a ella?..
Finalmente se acercó a mí y desplegó sus alas blancas. Perfectas. Era el ser más hermoso que había visto en mi vida. Más aún que antes, porque era algo sobrenatural. Algo que no debía ver alguien como yo, un simple humano. Y, aún así, algo... alguien, que me contemplaba con un amor y una ternura que me quitaron todo miedo.
Me acerqué a ella y toqué su cabello. Lentamente, como levitando, la tomé en mis brazos y la besé. Fue como besar una nube....
Fue como siempre.
No dije nada más. Ella me miró una vez más y repitió esas palabras que tenía frente a mí día y noche: "No quería herirte".
Se soltó lentamente de mí y desapareció. Tan deprisa como la noche se hizo día la vez que nos conocimos. Tan fugaz como el tiempo junto a ella, se evaporó de la realidad y la luz de la luna entró por una ventana ahora vieja y carcomida.
Me di vuelta y comencé a reír. Reí como un loco. Con una risa que cargaba la pena de perderla otra vez y el amor que le tuve desde mucho antes de haber nacido. Mucho antes de haber elegido ser un humano común y corriente y dejado de ser un ángel. De haber hecho mi elección y haberla perdido por tanto tiempo... Aún antes de que el tiempo fuera tiempo.
Algún día nos reencontraríamos, y ambos lo sabíamos... pero ni mis sueños ni su realidad habían sido capaces de esperar ese tiempo.
"No quería herirte..."
Pero no aquí. No en esta vida.
"No quería..."
No en este mundo, amor. Y lo sabes.
Me alejé con la mente demasiado despejada como para seguir viviendo. No podía seguir siendo lo que era luego de recordarlo todo... De volver a tener mis recuerdos. Recuerdos que no cabían en una persona, que pertenecían a un ángel, y que pese a todo habían aguantado todo el fulgor y el amor que siempre tuve sin ningún problema, en este cuerpo de humano.
"Los humanos pueden amar como nosotros, pero no recordar como nosotros", me dije. Y me creí.
Ambos lo sabíamos. Ella y yo, lo sabíamos desde siempre. Era nuestro destino: alguno de los dos tendría que ir en busca del otro.
Miré mis manos y me asomé a la ventana con los pies demasiado cerca de la cornisa.
"No me heriste, amor... Simplemente me hiciste reaccionar".
No quería seguir ahí. No sin ella.
Reí una vez más y pensé en todo lo que dejaba atrás... ¿lo dejaba realmente?... No. Nadie de los que amaba se quedaría aquí por mucho tiempo. También se irían, tarde o temprano, a reunirse con el resto.
Así, mientras levantaba las manos y miraba la luna, pensé en sus ojos y en su pelo. En su aroma y en sus manos. En su sonrisa… y me dejé caer.
Era hora de volver.
Santiago, 30 de Agosto de 1999. 17:45 p.m.
Missing friend
Qué lata creerse super buen amigo de alguien, y que no sea así.
Qué lata convencerse que no te juntas nunca con ellos porque realmente no pueden, o no tienen tiempo, o que nunca te invitan al depto. porque todavía no está listo, o porque nunca invitan a nadie… y darte cuenta de que el único que no había sido invitado eras tú.
Rewind.
Anoche, finalmente encontré el regalo perfecto para el Koke: una especie de album de fotos de cuero, de un diseñador de NY que encontré en el Drugstore. Teniendo un familión, pensé que sería una bonita forma de andar con los recuerdos a cuestas.
Pues bien: llegamos al depto –que por lo demás estaba absolutamente in-cre-ible- y me encontré con que no conocíamos a nadie de ahí. Pero todos se conocían entre ellos. Obvio, eran puros amigos del Koke.
Así que deambulamos entre gente desconocida y cara de no saber de qué hablar, hasta que llegó la Paulina con Rodrigo, ¡al fin conocidos!…
Pero la sonrisa de reencontrarnos chocó feo contra el comentario de la Pau:
“esta mesa no estaba la última vez que vinimos a comer”.
Plop.
Nos miramos con la Romi. Yo aguanté la cara de pena. ¿Osea que eramos los únicos que no habíamos sido invitados en todo este tiempo?
Pensé que eramos buenos amigos. Los buenos amigos se invitan. Los buenos amigos no esperan 5 meses para invitarte, ni te dicen que nunca invitan a nadie porque el departamento está a medias.
Los buenos amigos se conocen. Y, anoche, desconocí a mi amiga.
O a lo mejor de verdad que al Koke no le caemos bien (no se me ocurre otra cosa, ya que cuando la Ljuba pololeaba con Nacho nos juntábamos todos los sábados, y cuando estábamos en la Universidad yo pasaba metido en su casa). O a lo mejor es verdad que cambió ene, amigos incluido.
O a lo mejor me hago atados por nada… pero estoy dolido. Mucho. Con todo lo que quiero a la Ljuba, con lo que me preocupé por encotrar el regalo perfecto para el Koke. Con lo que nos costó encontrar baby sitter para poder ir.
Todos se conocían. Todos se veían ene. Todos sabían hasta el más mínimo detalle del viaje, de qué van a hacer. De dónde compraron la torta.
Y yo, entremedio, como en otra onda de radio.
Como que me sacó de su vida, y no me di ni cuenta.
En fin. Ando bajoneado. Y esta vez, no le puedo echar la culpa al clima, porque hay sol.
Qué lata convencerse que no te juntas nunca con ellos porque realmente no pueden, o no tienen tiempo, o que nunca te invitan al depto. porque todavía no está listo, o porque nunca invitan a nadie… y darte cuenta de que el único que no había sido invitado eras tú.
Rewind.
Anoche, finalmente encontré el regalo perfecto para el Koke: una especie de album de fotos de cuero, de un diseñador de NY que encontré en el Drugstore. Teniendo un familión, pensé que sería una bonita forma de andar con los recuerdos a cuestas.
Pues bien: llegamos al depto –que por lo demás estaba absolutamente in-cre-ible- y me encontré con que no conocíamos a nadie de ahí. Pero todos se conocían entre ellos. Obvio, eran puros amigos del Koke.
Así que deambulamos entre gente desconocida y cara de no saber de qué hablar, hasta que llegó la Paulina con Rodrigo, ¡al fin conocidos!…
Pero la sonrisa de reencontrarnos chocó feo contra el comentario de la Pau:
“esta mesa no estaba la última vez que vinimos a comer”.
Plop.
Nos miramos con la Romi. Yo aguanté la cara de pena. ¿Osea que eramos los únicos que no habíamos sido invitados en todo este tiempo?
Pensé que eramos buenos amigos. Los buenos amigos se invitan. Los buenos amigos no esperan 5 meses para invitarte, ni te dicen que nunca invitan a nadie porque el departamento está a medias.
Los buenos amigos se conocen. Y, anoche, desconocí a mi amiga.
O a lo mejor de verdad que al Koke no le caemos bien (no se me ocurre otra cosa, ya que cuando la Ljuba pololeaba con Nacho nos juntábamos todos los sábados, y cuando estábamos en la Universidad yo pasaba metido en su casa). O a lo mejor es verdad que cambió ene, amigos incluido.
O a lo mejor me hago atados por nada… pero estoy dolido. Mucho. Con todo lo que quiero a la Ljuba, con lo que me preocupé por encotrar el regalo perfecto para el Koke. Con lo que nos costó encontrar baby sitter para poder ir.
Todos se conocían. Todos se veían ene. Todos sabían hasta el más mínimo detalle del viaje, de qué van a hacer. De dónde compraron la torta.
Y yo, entremedio, como en otra onda de radio.
Como que me sacó de su vida, y no me di ni cuenta.
En fin. Ando bajoneado. Y esta vez, no le puedo echar la culpa al clima, porque hay sol.
12.4.05
Nubes & velas
Hoy no voy a dejar que las nubes me caguen la onda.
Entre la campaña de Cristal y la pega light del día, me di un tiempo para averiguar esto del bajoneo-por-la-lluvia, y encontré lo que tengo: ”Síndrome Anual Recurrente”. Nunca tan serio como sale ahí, pero lo suficiente como para mirar la ducha con cara de perro por unos segundos y pensar en que quedan 4 días para estar guata al sol en Punta Cana.
Hasta que la MOPA se mande una cagada, me mire con cara de culpa y no pueda evitar reírme.
Como hoy! Escuchaba entre sueños que se movía a los pies de mi cama –soy un convencido que los perros no deben dormir en la cama de los amos, pero luego de 5.000 intentos de bajarla, como que me hago el loco. Total es tan chica…-, pero recién cuando sonó mi despertador a las 8.00 am (ñaca ñaca), me di cuenta de que había sacado la esponja de la tina (¿?) y la había convertido en copos de nieve azul por toda la alfombra de la pieza.
¿Se puede retar a un guaipe de ojos verdes que te mueve la cola?
Un waffle con miel y un yogurt con “trozo” (colun sucks) más tarde, miraba mi closet e intentaba buscar la forma de poder usar shorts y polera en un día con frío… pero nah: vuelta a los pantalones, los zapatos y el polerón. Qué lata!
Así que acá estoy, en un día nublado, tratando de pensar en Cristal por enésima vez. La lata no es tener que hacer una campaña por milésima vez, sino el haber hecho una campaña digna de Cannes, con una presentación que sacó aplausos… pero que luego hayan dicho “Eeeh, muy jugado. Queremos otra cosa”.
Y métale consumo, métale vasos chocando y todo lo que una marca gigante no necesita.
Pero qué le vamos a hacer.
Otro deprimido del día es Héctor, que está de cumpleaños pero trata de tirarlo underground. De hecho sólo supimos por un regalo que le llegó, porque su cumpleaños es secreto de sumario. Y ni hablar de los globos y serpentinas en el escritorio, porque nos lo tiraría por la cabeza.
¿Depre por estar más viejo, o depre por el día?…
Hoy más que nunca cuento las horas por estar guata al sol en el caribe.
Se vino el otoño. El tiempo pesa.
Y en la noche, nuevamente el tema del tiempo: cumpleaños. El cumpleaños del marido de mi mejor amiga, para ser preciso. Así que llevo como 2 semanas buscándole un regalo “chori & cool” pre viaje a China. En general siempre soy muy quisquilloso con los regalos, porque me gusta hacer sentir que realmente me preocupé por encontrar algo exacto para el cumpleañero… Pero ojalá que eso no me juegue una mala pasada y termine comprando cualquier cosa por el apuro. Así que, blog out, my friends, hasta que tenga algo digno de cortarles que no involucre cintas de regalos ni depresiones por la nube en el sol.
Se aceptan ideas para el regalo. (Ljuba, that`s for you!)
11.4.05
Signum fidei
Este fin de semana, funeral del papa y demás, me di cuenta que pese a todo lo que critico a la iglesia, pese a todos los años sin confesarme ni ir a misa, ver la cantidad de fieles en Roma, a todos los grandes mandatarios ¡y a TODOS los lìderes religiosos del mundo! juntos y en paz -aunque sea por un día- me, por decirlo fácil, conmovieron.
Y dio la casualidad -de esas casualidades que no pueden ser tal-, que este sábado fue la confirmación de mi primo. Y, otra casualidad, su padrino fue el sacerdote de la diócesis. Así que terminamos comiendo torta codo a codo.
Con el funeral del papa todavía en la retina, sumado al reportaje de la Qué Pasa -comentado también por la Pame , nos pusimos a conversar justamente de todo lo que me ha alejado de la iglesia: los dogmas, la pedofilia, la política, los errores... Y quedé asombrado del conocimiento y la visión de este Sacerdote -que, otra coincidencia, se llamaba Padre Cristián-. El tipo conocía cada uno de los libros que yo leí -y que más tarde me alejaron de la Iglesia. El tipo, siendo sacerdote y todo, tampoco estaba de acuerdo con muchas de las cosas que pasaban dentro de la Iglesia... Pero aún así, estaba ahí. Cambiándola junto a cientos de otros sacerdotes.
Me invitó a ir a la Iglesia. A darle otra oportunidad, crítico y todo... Y acepté. Acepté por todo lo que me dijo. Por todo lo que hablamos... Y por algo que me contó y que me dejó helado:
El Padre Cristián, hace muchos años, viajó a Roma con el arzobispo de Santiago. En esa ocasión, también de casualidad, conoció a un cardenal que ¡oh sorpresa!, era muy amigo del papa... Así que tuvo la increíble oportunidad de verlo, de hablarle.
El papa lo miró con sus ojos celestes -con una mirada totalmente en contraposición a su cansado cuerpo- y le dijo sólo una cosa, con la misma voz con que proclamó en el Estadio Nacional que había que "mirarlo a él":
¡¡Si no eres santo, no vale la pena ser sacerdote!!
I rest my case. Todos somos imperfectos. Criminales y violadores hay en todas partes... Pero que exista una institución que al menos intente hacer algo bueno por la humanidad -independiente de la cantidad de errores en los que han caído, porque finalmente NOSOTROS y no los vejetes del 1500 somos la Iglesia-, hace mirarla y pensar que a lo mejor vale la pena tener algo en qué apoyarse para ser mejores personas.
De más está decirles que el domingo fui a misa. Segunda fila. Me confesé -o mejor dicho hablé con el padre-, comulgué después de más de 10 años... y, al final del día, sentí un alivio increíble. No por sentir que me haya acercado a la Iglesia nuevamente... Sino que, por primera vez en mi vida, sentí que fue la Iglesia la que se acercó a mi.
Y dio la casualidad -de esas casualidades que no pueden ser tal-, que este sábado fue la confirmación de mi primo. Y, otra casualidad, su padrino fue el sacerdote de la diócesis. Así que terminamos comiendo torta codo a codo.
Con el funeral del papa todavía en la retina, sumado al reportaje de la Qué Pasa -comentado también por la Pame , nos pusimos a conversar justamente de todo lo que me ha alejado de la iglesia: los dogmas, la pedofilia, la política, los errores... Y quedé asombrado del conocimiento y la visión de este Sacerdote -que, otra coincidencia, se llamaba Padre Cristián-. El tipo conocía cada uno de los libros que yo leí -y que más tarde me alejaron de la Iglesia. El tipo, siendo sacerdote y todo, tampoco estaba de acuerdo con muchas de las cosas que pasaban dentro de la Iglesia... Pero aún así, estaba ahí. Cambiándola junto a cientos de otros sacerdotes.
Me invitó a ir a la Iglesia. A darle otra oportunidad, crítico y todo... Y acepté. Acepté por todo lo que me dijo. Por todo lo que hablamos... Y por algo que me contó y que me dejó helado:
El Padre Cristián, hace muchos años, viajó a Roma con el arzobispo de Santiago. En esa ocasión, también de casualidad, conoció a un cardenal que ¡oh sorpresa!, era muy amigo del papa... Así que tuvo la increíble oportunidad de verlo, de hablarle.
El papa lo miró con sus ojos celestes -con una mirada totalmente en contraposición a su cansado cuerpo- y le dijo sólo una cosa, con la misma voz con que proclamó en el Estadio Nacional que había que "mirarlo a él":
¡¡Si no eres santo, no vale la pena ser sacerdote!!
I rest my case. Todos somos imperfectos. Criminales y violadores hay en todas partes... Pero que exista una institución que al menos intente hacer algo bueno por la humanidad -independiente de la cantidad de errores en los que han caído, porque finalmente NOSOTROS y no los vejetes del 1500 somos la Iglesia-, hace mirarla y pensar que a lo mejor vale la pena tener algo en qué apoyarse para ser mejores personas.
De más está decirles que el domingo fui a misa. Segunda fila. Me confesé -o mejor dicho hablé con el padre-, comulgué después de más de 10 años... y, al final del día, sentí un alivio increíble. No por sentir que me haya acercado a la Iglesia nuevamente... Sino que, por primera vez en mi vida, sentí que fue la Iglesia la que se acercó a mi.
8.4.05
Light
Okey, lo reconozco.
Estas últimas semanas ando demasiado light.
Releo mis posts y pongo cara de WHAT?... pero claro, ¿qué se puede esperar, con la nulidad de pega que me ha tocado estos días, y el inminente viaje a Punta Cana? Así, cualquiera se atonta.
Vacaciones neuronales, ponte tú. Debe ser un efecto secundario a todo lo que me pasa (o lo que no me pasa) ultimamente. Y es que por estos días -y sólo por estos días, me olvidé de mi editora y de mi libro, de escribir algún cuento corto, de mis pinturas, del cine independiente y de las exposiciones -aunque hoy mismo voy a la de la CTC, I promess-. No special reason. Ando light. Sin nada en la cabeza más que un soundtrack personal y eterno muy punchi punchi (nota mental: cabe destacar que Parasitum, mi compilado semanal, cambió de nombre a un simple rayón en el cd con la fecha. A estas alturas, ya iba en el XVII y no soy muy bueno con los números romanos como para seguir en esa), depto, moto, agencia, gym, agencia, depto.
Así que espero que el baño cultural que me voy a dar más rato (hoy es viernes y salgo temprano, leru leru) reactive mis adormiladas neuronas y haga que se me ocurra un cuento, un cuadro, una escultura, me haga sacar la cámara o un lápiz y me de alguna idea de -that what i`m payed for!- un comercial digno de día lunes.
Blog out. Buen finde.
Estas últimas semanas ando demasiado light.
Releo mis posts y pongo cara de WHAT?... pero claro, ¿qué se puede esperar, con la nulidad de pega que me ha tocado estos días, y el inminente viaje a Punta Cana? Así, cualquiera se atonta.
Vacaciones neuronales, ponte tú. Debe ser un efecto secundario a todo lo que me pasa (o lo que no me pasa) ultimamente. Y es que por estos días -y sólo por estos días, me olvidé de mi editora y de mi libro, de escribir algún cuento corto, de mis pinturas, del cine independiente y de las exposiciones -aunque hoy mismo voy a la de la CTC, I promess-. No special reason. Ando light. Sin nada en la cabeza más que un soundtrack personal y eterno muy punchi punchi (nota mental: cabe destacar que Parasitum, mi compilado semanal, cambió de nombre a un simple rayón en el cd con la fecha. A estas alturas, ya iba en el XVII y no soy muy bueno con los números romanos como para seguir en esa), depto, moto, agencia, gym, agencia, depto.
Así que espero que el baño cultural que me voy a dar más rato (hoy es viernes y salgo temprano, leru leru) reactive mis adormiladas neuronas y haga que se me ocurra un cuento, un cuadro, una escultura, me haga sacar la cámara o un lápiz y me de alguna idea de -that what i`m payed for!- un comercial digno de día lunes.
Blog out. Buen finde.
7.4.05
Catering Full-op
Hoy fue un día entretenido: de no ser por la madrugadez (no sabía que existían las 6.30. Para mi, de 3 am saltamos a las 8.30 de zopetón) y el eterno -pero conversado- viaje de copiloto, porque andar en moto me desacostumbró totalmente a no ser yo el que lleva el control así que me mareo un poquitín, todo el resto del día lo pasé demasiado bien.
A las 11 llegamos al lugar de filmación de la escena de Chiloé (que, para mi pesar, no fue filmada en Chiloé, sino que en una laguna cerca de Santo Fomingo). Fue muy divertido, porque apenas llegué vi unos palafitos mal hechos, patos correteando y mucho humo del seudo-curanto. Todo mal!... Pero al mirar por la cámara, movie magic! todo se veía como si de verdad estuvieramos en la isla de mis antepasados (si, mi bisabuelo fue un vasco-francés que naufragó en la isla Quenac, aunque las malas lenguas dicen que era un bucanero que encayó. En fin), con chilotes y gringas mochileras included.
Más tarde, mientras terminaban de armar el segundo set, aproveché de echarme bloqueador, convertir mis pantalones en shorts (los 2 en 1 son ideales para filmaciones donde no sabes cómo va a estar el clima), comerme un sandwich y tomarme un jugo natural mientras leía parte de mi libro "asfixia", de Chuck Palahniuck frente a la laguna.
Aaaaah, que relajo.
Tomas más tarde, y luego de un opíparo almuerzo a cargo de la empresa de engorde -eh, perdón, Catering-, partimos a Santiago de vuelta. Temprano, porque si no agarrábamos el taco.
Así que, sin tener nada que hacer de vuelta a la Capitale, pasé el resto de la tarde comprando los regalos de mi primo que se confirma este sábado y buscando en el Drugstore (todavía sin encontrar, pero no me rindo) algún regalo entretenido para el Koke
(nota para Ljuba: HEEEELP!!!)
Más tarde, pasé donde mi "dealer" kioskero por mi RockdeLux. Esa revista española que, aunque parezca increíble, por sólo $1.900 le llea entrevistas, le llea Cd con lo último y mejor de la escena electronica y electroclash mundial... y le llea buenos datos de libros y películas. Un poquito atrasados (Octubre 2004), pero bien igual: el octubre 2004 español es como el diciembre 2008 chileno.
De ahí, corte a la Romi y yo terminando el día sentado en una sillita de 20 centímetros en el jardín de Sebastián, quedándonos dormidos con la tía que nos explicaba la Reforma Educacional Chilena y tratando de no escuchar los cuchicheos de la pareja del lado.
Así que el fade out del día acabó conmigo viendo FINAL CUT de Robin Williams -mmm no tan buena como esperaba- y chequeando mis emails en la palm (alguien me explica como se escribe con ese tecladito de 5 centímetros?!), que terminaban con la mala noticia de que my personal sitcom, mi Will and Grace virtual, el Blog de Villouta, cierra sus puertas porque se traslada a La Nación del domingo.
Así que habrá que volver a prender la tele.
A las 11 llegamos al lugar de filmación de la escena de Chiloé (que, para mi pesar, no fue filmada en Chiloé, sino que en una laguna cerca de Santo Fomingo). Fue muy divertido, porque apenas llegué vi unos palafitos mal hechos, patos correteando y mucho humo del seudo-curanto. Todo mal!... Pero al mirar por la cámara, movie magic! todo se veía como si de verdad estuvieramos en la isla de mis antepasados (si, mi bisabuelo fue un vasco-francés que naufragó en la isla Quenac, aunque las malas lenguas dicen que era un bucanero que encayó. En fin), con chilotes y gringas mochileras included.
Más tarde, mientras terminaban de armar el segundo set, aproveché de echarme bloqueador, convertir mis pantalones en shorts (los 2 en 1 son ideales para filmaciones donde no sabes cómo va a estar el clima), comerme un sandwich y tomarme un jugo natural mientras leía parte de mi libro "asfixia", de Chuck Palahniuck frente a la laguna.
Aaaaah, que relajo.
Tomas más tarde, y luego de un opíparo almuerzo a cargo de la empresa de engorde -eh, perdón, Catering-, partimos a Santiago de vuelta. Temprano, porque si no agarrábamos el taco.
Así que, sin tener nada que hacer de vuelta a la Capitale, pasé el resto de la tarde comprando los regalos de mi primo que se confirma este sábado y buscando en el Drugstore (todavía sin encontrar, pero no me rindo) algún regalo entretenido para el Koke
(nota para Ljuba: HEEEELP!!!)
Más tarde, pasé donde mi "dealer" kioskero por mi RockdeLux. Esa revista española que, aunque parezca increíble, por sólo $1.900 le llea entrevistas, le llea Cd con lo último y mejor de la escena electronica y electroclash mundial... y le llea buenos datos de libros y películas. Un poquito atrasados (Octubre 2004), pero bien igual: el octubre 2004 español es como el diciembre 2008 chileno.
De ahí, corte a la Romi y yo terminando el día sentado en una sillita de 20 centímetros en el jardín de Sebastián, quedándonos dormidos con la tía que nos explicaba la Reforma Educacional Chilena y tratando de no escuchar los cuchicheos de la pareja del lado.
Así que el fade out del día acabó conmigo viendo FINAL CUT de Robin Williams -mmm no tan buena como esperaba- y chequeando mis emails en la palm (alguien me explica como se escribe con ese tecladito de 5 centímetros?!), que terminaban con la mala noticia de que my personal sitcom, mi Will and Grace virtual, el Blog de Villouta, cierra sus puertas porque se traslada a La Nación del domingo.
Así que habrá que volver a prender la tele.
6.4.05
Nada especial
A las ansias lógicas por irme luego de vacaciones, ahora le sumo empezar el libro (especialmente comprado para el rico viaje de 8 horas) “Asfixia”, de Chuck Palahniuck.
Primero, creó una historia tan espectacular y distinta como “Fight Club” (creanme que el libro es ¡AUN MEJOR! que la película, sobretodo por su prosa), y ahora crea un argumento que parte de la premisa de un tipo que tiene la facultad de hacerse el asfixiado –ponerse morado, etc- a voluntad. Poder que usa para, literalmente, vivir de eso. Desde demandar a empresas por sumas millonarias, hasta conocer minas.
Típico efecto "¡por qué no se me ocurrió a mi!..."
Y hoy? Hoy, como no tenía mucho que hacer, partí a las 12.30 a buscar mi pasaporte nuevo (eso de que las cámaras aumentan 5 kilos is soooooo true), luego pasé por la librería a comprar el mentado libro, y terminé la mañana en el Gym, haciendo Aerocombat.
I don`t get tired anymore!!!…
Para celebrar, fui al OH! Salad por mi eterna ensalada de lechuga, brotes, tomates, espárragos, pollo, yogurt y amapolas, acompañada de mi eterna agua mineral Mont Blanc con limón de pica -¡aprendan, Vital Más!-.
(A estas alturas debiera imprimir un papelito con lo que voy a pedir y plastificarlo, siempre pido lo mismo), que me comí mienttras veía los nuevos comerciales de Inglaterra -nada digno- y revisaba mis emails:
El primero, la mala noticia de la cancelación de la comida del Club de Lectores del Mercurio, aplazada para el 12.
Aunque se entiende, por el duelo católico. Ese día es el cumpleaños del marido de la Ljuba, así que ¡NEEEXT!
todo chequeado con mi practicante: Finalmente vamos como dupla al Young Creatives de Cannes! Pensé que no podría, porque topaba con mis vacaciones, pero lo corrieron para el 30, así que a ver si esta vez saco un primer lugar y no un lousy second!
Aparte, es la última vez que puedo participar, porque es sólo hasta los 28. Snif.
Otro email: me informan que mañana a las 8.30 me pasa a buscar el chofer de la productora para ir a la filmación de Té Supremo, Día 2. Nada de Chiloé ni Rapa Nui... ¡Sino que en Santo Fomingo!, cortesía de los efectos especiales de post producción. Palafitos binarios, islas pixeladas, esa onda.
Así que mi proximo post es el viernes, o el jueves via palm si me pican los dedos de aburrido.
Primero, creó una historia tan espectacular y distinta como “Fight Club” (creanme que el libro es ¡AUN MEJOR! que la película, sobretodo por su prosa), y ahora crea un argumento que parte de la premisa de un tipo que tiene la facultad de hacerse el asfixiado –ponerse morado, etc- a voluntad. Poder que usa para, literalmente, vivir de eso. Desde demandar a empresas por sumas millonarias, hasta conocer minas.
Típico efecto "¡por qué no se me ocurrió a mi!..."
Y hoy? Hoy, como no tenía mucho que hacer, partí a las 12.30 a buscar mi pasaporte nuevo (eso de que las cámaras aumentan 5 kilos is soooooo true), luego pasé por la librería a comprar el mentado libro, y terminé la mañana en el Gym, haciendo Aerocombat.
I don`t get tired anymore!!!…
Para celebrar, fui al OH! Salad por mi eterna ensalada de lechuga, brotes, tomates, espárragos, pollo, yogurt y amapolas, acompañada de mi eterna agua mineral Mont Blanc con limón de pica -¡aprendan, Vital Más!-.
(A estas alturas debiera imprimir un papelito con lo que voy a pedir y plastificarlo, siempre pido lo mismo), que me comí mienttras veía los nuevos comerciales de Inglaterra -nada digno- y revisaba mis emails:
El primero, la mala noticia de la cancelación de la comida del Club de Lectores del Mercurio, aplazada para el 12.
Aunque se entiende, por el duelo católico. Ese día es el cumpleaños del marido de la Ljuba, así que ¡NEEEXT!
todo chequeado con mi practicante: Finalmente vamos como dupla al Young Creatives de Cannes! Pensé que no podría, porque topaba con mis vacaciones, pero lo corrieron para el 30, así que a ver si esta vez saco un primer lugar y no un lousy second!
Aparte, es la última vez que puedo participar, porque es sólo hasta los 28. Snif.
Otro email: me informan que mañana a las 8.30 me pasa a buscar el chofer de la productora para ir a la filmación de Té Supremo, Día 2. Nada de Chiloé ni Rapa Nui... ¡Sino que en Santo Fomingo!, cortesía de los efectos especiales de post producción. Palafitos binarios, islas pixeladas, esa onda.
Así que mi proximo post es el viernes, o el jueves via palm si me pican los dedos de aburrido.
5.4.05
Filmando te
Que estarìa todo el día... Filmando Te
Cuando se viene una filmacion, siempre la espero porque sera un día de harta conversa, de modelos, de catering (dicese de un tipo que no se queda contento hasta que el cliente -osea la agencia, osea tu- no queda total y absolutamente lleno con los tacos, jugos naturales, sandwiches o lo que sea que tengan para hacerte engordar) y lugares o exoticos, casas gigantes o estudios topisimos.
Si, eso es lo que esperas... Pero una vez que llegas a la filmación, que viste a las modelos, que paseaste por la mansion donde filman y te lo conversaste todo con el director y su crew... Empieza la razón por la que, seguramente, los actores de Hollywood cobran millones por filmar algo:
Los tiempos muertos.
¿Hay algo mas pastoso? No sacas nada con llevar libros, porque fijo que apenas lo abres, te piden tu opinión para las luces, las tomas, el maquillaje o el traje de baño de la modelo -bueh, para esto último no me quejo-. Todos se mueven, los iluminadores pasan por entremedio de donde te pongas y estás constantemente con la impulsiva necesidad de ponerte en un rincón con la guata adentro para que no te digan pidiendo "peeermisoooo"...
Hoy, fue unos de esos días. Filmación de Té Supremo, día 1. Entremedio de los "acción", "cortes" y "qué se va a servir(se)", y sólo porque tuve la suerte de estar filmando a dos cuadras de mi depto, me escapaba para leer mis emails, chequear mis datos para la devolución del S.I.I. -que este año se me complicópor mi cambio de pega, así que todavía estoy juntando los papeles- y jugar con la Mopa mientras hacía zapping eterno. Hasta que sonaba mi cel y embalaba a la filmación justo para llegar al "accioOOooon".
17.40: Apenas terminé la última toma de la locación, aproveché de juntarme con la Romi en Providencia para ver las últimas compras pre viaje. Me compré una chaqueta tipo adidas, vimos zapatillas para ella (para variar no llegamos a nada) y terminaba de pagar cuando sonó mi celular: ¡Al Santa Lucía!, locación 2. Embalando en mala para poder llegar antes que se acabara la luz, aproveché de estrenar mi chaqueta contra el viento y el humo de los tacos, los adoquines sueltos de la subida del cerro y la mirada de huaso de todos los que estaban en el cerro mientras instalaban el equipo.
Filmación perfecta.
De vuelta -mientras manejaba con una mano y comía unos maníes del Nuts4Nuts con la otra-, chequeé mentalmente el lugar del día 2, este jueves. Originalmente ocurre en Chiloé (salté en una pata cuando me lo aprobaron), pero acabo de saber que va a ser en Santo Fomingo.
Plop.
Chao Achao. Maldita post producción digital.
Eso sí-, esta vez llevo un libro. No creo que haya nada importante que contestar camino a la playa.
Cuando se viene una filmacion, siempre la espero porque sera un día de harta conversa, de modelos, de catering (dicese de un tipo que no se queda contento hasta que el cliente -osea la agencia, osea tu- no queda total y absolutamente lleno con los tacos, jugos naturales, sandwiches o lo que sea que tengan para hacerte engordar) y lugares o exoticos, casas gigantes o estudios topisimos.
Si, eso es lo que esperas... Pero una vez que llegas a la filmación, que viste a las modelos, que paseaste por la mansion donde filman y te lo conversaste todo con el director y su crew... Empieza la razón por la que, seguramente, los actores de Hollywood cobran millones por filmar algo:
Los tiempos muertos.
¿Hay algo mas pastoso? No sacas nada con llevar libros, porque fijo que apenas lo abres, te piden tu opinión para las luces, las tomas, el maquillaje o el traje de baño de la modelo -bueh, para esto último no me quejo-. Todos se mueven, los iluminadores pasan por entremedio de donde te pongas y estás constantemente con la impulsiva necesidad de ponerte en un rincón con la guata adentro para que no te digan pidiendo "peeermisoooo"...
Hoy, fue unos de esos días. Filmación de Té Supremo, día 1. Entremedio de los "acción", "cortes" y "qué se va a servir(se)", y sólo porque tuve la suerte de estar filmando a dos cuadras de mi depto, me escapaba para leer mis emails, chequear mis datos para la devolución del S.I.I. -que este año se me complicópor mi cambio de pega, así que todavía estoy juntando los papeles- y jugar con la Mopa mientras hacía zapping eterno. Hasta que sonaba mi cel y embalaba a la filmación justo para llegar al "accioOOooon".
17.40: Apenas terminé la última toma de la locación, aproveché de juntarme con la Romi en Providencia para ver las últimas compras pre viaje. Me compré una chaqueta tipo adidas, vimos zapatillas para ella (para variar no llegamos a nada) y terminaba de pagar cuando sonó mi celular: ¡Al Santa Lucía!, locación 2. Embalando en mala para poder llegar antes que se acabara la luz, aproveché de estrenar mi chaqueta contra el viento y el humo de los tacos, los adoquines sueltos de la subida del cerro y la mirada de huaso de todos los que estaban en el cerro mientras instalaban el equipo.
Filmación perfecta.
De vuelta -mientras manejaba con una mano y comía unos maníes del Nuts4Nuts con la otra-, chequeé mentalmente el lugar del día 2, este jueves. Originalmente ocurre en Chiloé (salté en una pata cuando me lo aprobaron), pero acabo de saber que va a ser en Santo Fomingo.
Plop.
Chao Achao. Maldita post producción digital.
Eso sí-, esta vez llevo un libro. No creo que haya nada importante que contestar camino a la playa.
4.4.05
Carpe civis
De vuelta del gym -donde, entre el cansancio y el tropel de minas que pasa a cada rato, cada vez es más difícil terminar mi rutina de Aerocombat-, y luego de pasar a pagar el viaje a Viajes Falabella y pecar en Mardone`s con... digamos, unas 4 veces las calorías que acababa de quemar, tomé mi moto y subí por Costanera, disfrutando los últimos días cálidos de la temporada con el visor levantado; empapándome del sol y las hojas y el viento que venía del parque...
Entonces me di cuenta que la mayoría de los automovilistas que pasaban por mi lado andaban con cara de perro. ¡En un día como este!
¿No sería agradable que todo Santiago se movilizara en moto?. Cero estrés con el viento por tu ropa, cero tacos... y el sentimiento de realmente estar VIVIENDO tu ciudad, pisando el pavimento en cada luz roja. Sintiendo el perfume de la ciudad... No encerrado en una cúpula de fierro de la oficina a la casa y vice-versa.
Recuerdo que lo primero que hice luego de comprar mi primer auto, fue intentar venirme a la agencia en él... pero las ganas se me acabaron al segundo día: entre tacos, malos ratos, lo caro de la bencina y lo ridículo de pagar 40 lucas por dejar tu auto en un cuadrado de cemento, opté por volver a mis raíces scooterísticas. Y 5 años más tarde, sigo en la misma. De hecho, el auto lo uso sólo los fines de semana, y lo tengo a nombre de la Romi!.
Y apropósito de ella, me acordé de un hecho que refuerza lo que digo: en Italia, la gente vive más la vida. Los cafés pasan llenos toda la semana. La gente se junta más. Son más aclanados con la familia... ¡disfrutan más su ciudad! Y quizás por eso hay más motos. ¿O me van a decir que no es más cómodo, rápido, económico y desestresante que andar en auto? No te preocupas de los estacionamientos, le echas 2 lucas a la semana en bencina...
Claro, la mayoría de los que no usan este medio de transporte es por el peligro de andar en moto cerca de las micros, o por la cantidad de accidentes que muestran en las noticias.. Pero en Italia, se los digo, manejan mucho peor que en Santiago! Y la cantidad de motos es, a lo menos, 10 veces las de acá. Además, es muy raro que los accidentes en moto no sean por descuido de los propios motociliistas. El poder corrompe, por eso me quedo con mi scooter de 100 cc, que agarra 100 km/h en Kennedy, pero que no da como para andar haciendo piruetas ni saltos mortales.
Al final, nisiquiera es cuestión de cultura sino que sentido común: si tu propio cuerpo es tu carrocería, andas más atento, no haces locuras y manejas con las luces prendidas hasta de día. A mi (toco madera) nunca me ha pasado nada!
Pero bueh, parezco predicador. Prueben salir algún día en moto por Santiago en plena semana y me entenderán.
Por lo pronto, disfruto de mi "nicho" de transporte, mientras sigo viendo a la gente apretujada en las micros, con la cara de perro en los tacos y uno que otro viejo que ve mi moto con ojos envidiosos cuando lo paso sonriendo solo.
Entonces me di cuenta que la mayoría de los automovilistas que pasaban por mi lado andaban con cara de perro. ¡En un día como este!
¿No sería agradable que todo Santiago se movilizara en moto?. Cero estrés con el viento por tu ropa, cero tacos... y el sentimiento de realmente estar VIVIENDO tu ciudad, pisando el pavimento en cada luz roja. Sintiendo el perfume de la ciudad... No encerrado en una cúpula de fierro de la oficina a la casa y vice-versa.
Recuerdo que lo primero que hice luego de comprar mi primer auto, fue intentar venirme a la agencia en él... pero las ganas se me acabaron al segundo día: entre tacos, malos ratos, lo caro de la bencina y lo ridículo de pagar 40 lucas por dejar tu auto en un cuadrado de cemento, opté por volver a mis raíces scooterísticas. Y 5 años más tarde, sigo en la misma. De hecho, el auto lo uso sólo los fines de semana, y lo tengo a nombre de la Romi!.
Y apropósito de ella, me acordé de un hecho que refuerza lo que digo: en Italia, la gente vive más la vida. Los cafés pasan llenos toda la semana. La gente se junta más. Son más aclanados con la familia... ¡disfrutan más su ciudad! Y quizás por eso hay más motos. ¿O me van a decir que no es más cómodo, rápido, económico y desestresante que andar en auto? No te preocupas de los estacionamientos, le echas 2 lucas a la semana en bencina...
Claro, la mayoría de los que no usan este medio de transporte es por el peligro de andar en moto cerca de las micros, o por la cantidad de accidentes que muestran en las noticias.. Pero en Italia, se los digo, manejan mucho peor que en Santiago! Y la cantidad de motos es, a lo menos, 10 veces las de acá. Además, es muy raro que los accidentes en moto no sean por descuido de los propios motociliistas. El poder corrompe, por eso me quedo con mi scooter de 100 cc, que agarra 100 km/h en Kennedy, pero que no da como para andar haciendo piruetas ni saltos mortales.
Al final, nisiquiera es cuestión de cultura sino que sentido común: si tu propio cuerpo es tu carrocería, andas más atento, no haces locuras y manejas con las luces prendidas hasta de día. A mi (toco madera) nunca me ha pasado nada!
Pero bueh, parezco predicador. Prueben salir algún día en moto por Santiago en plena semana y me entenderán.
Por lo pronto, disfruto de mi "nicho" de transporte, mientras sigo viendo a la gente apretujada en las micros, con la cara de perro en los tacos y uno que otro viejo que ve mi moto con ojos envidiosos cuando lo paso sonriendo solo.
3.4.05
Soul attached
Este fin de semana muriò el papa. Y pese a todas mis trancas con los curas y la iglesia, me considero una persona super espiritual... Asì que lo sentí fuerte. Independiente de si crea o no en algunos -o la mayorìa- de los dogmas de la iglesia católica, la figura del papa siempre la he sentido cercana. Recordé, junto a millones de personas, el cómo me tocó la venida de Juan Pablo II en 1987. Vi a millones de personas unidas en un rezo. Todos los credos. Todas las caras expectantes... y luego tristes.
Este fin de semana fuimos al cerro (la Romi querÃ-a darle gracias a la Virgen por cómo ha sido nuestro año, y pedirle por el viaje que vamos a hacer). Yo, me senté a meditar. El lugar, lo reconozco, es imponente. Pese a la bulla de la gente y los flashes y los niños, se siente una paz enorme. Medité mucho. Como hace tiempo no lo hacía, y di gracias por todo lo que tengo. Lo que realmente tengo. Porque, al final, lo material y lo bonito y lo cool viene y se va. Pero tener una mujer que te ame y te apoye en todo como la Romi, y ser el papá de un niño tan despierto y cariñoso como Sebastián, es simplemente todo lo que uno puede pedir.
Hasta el lunes!
Este fin de semana fuimos al cerro (la Romi querÃ-a darle gracias a la Virgen por cómo ha sido nuestro año, y pedirle por el viaje que vamos a hacer). Yo, me senté a meditar. El lugar, lo reconozco, es imponente. Pese a la bulla de la gente y los flashes y los niños, se siente una paz enorme. Medité mucho. Como hace tiempo no lo hacía, y di gracias por todo lo que tengo. Lo que realmente tengo. Porque, al final, lo material y lo bonito y lo cool viene y se va. Pero tener una mujer que te ame y te apoye en todo como la Romi, y ser el papá de un niño tan despierto y cariñoso como Sebastián, es simplemente todo lo que uno puede pedir.
Hasta el lunes!
1.4.05
ATOMIC PARTY!
Jueves 31, 20.55 pm, evento Atómica... Uno de los pocos momentos en que ando sin mi cámara digital, y uno de los pocos momentos en que REALMENTE debía haberla llevado.
Fuera, todos los árboles peinados por luces hollywoodenses. A la entrada, tres modelos que -a mi, que hago castings todas las semanas- me dejaron boquiabierto.
Un pie dentro del recinto -previo chequeo del nombre y blablabla- y me encuentro con un chill out retumbando entre el humo y las luces... y todo-lo-top que te podrías imaginar.
Faltaba sólo la Julita Astaburuaga.
Todo el jet set publicitario: directores, productores, locutores, actores (absolutamente el peor lugar para vender películas pirateadas) y uno que otro publicista -como yo-, moviéndose entremedio de mozos con camarones, brochetas thai, chupes de camarones en pocillitos, ostiones en su concha y muchos muchos tragos.
Y mucha, mucha producción.
Todo buenísimo. Todos pasándolo increíble... Y justo cuando estaba embalado en una conversación con la Sole Guerrero y Sandro "Garfield" Larenas sobre por qué él no hizo la voz de la película, ¡pow! se prenden otras luces y hace su aparición el equipo de la productora en pleno. Se abren unas cortinas y dejan abierta la entrada a las nuevas instalaciones, cercadas por una ducha de agua donde -wow, nunca se me hubiera ocurrido- proyectaban unas escenas con gente de la productora.
Esa hubiera sido una buena foto de portada para hoy. Damn!
Así que, previo discurso de los socios y de los arquitectos argentinos y gringos -ayudame a decir poser-. nos invitaron a conocer las instalaciones, que por supuesto yo ya conocía tras hacer los comerciales de Fido Dido. De hecho, tuve la misma sensación de estar ante una charla de tiempo compartido. Que tenemos que preferirlos, que la inversión los convierte en una de las más top de latinoamérica...
Entremedio, me encontré con gente de McCann -cual de todos más apestados en la pega-, gente del adbiz que no veía hace tiempo, y todos sonrientes y todos que te mando mi reel y todos que cuándo almorzamos.
Igual entretenido. Y sobre lo de ser los más top, totalmente de acuerdo!
Recorrido de rigor: nos pasan un paraguas blanco para cruzar el agua, y una vez dentro nos topamos con la primera sala de edición 5.1 de Chile, las salas de High Definition en pantalla de plasma (quien tuviera una pieza de estar así) y unos equipos de edición y montajes que ni a Kubrick se le hubieran ocurrido. Top!
Más tarade, vuelta a pasar por la cortina de agua para encontrarme cara a cara con el mejor grupo funk-electrónico que he oído en mi vida -me tengo que conseguir su nombre-, sushi en una mano y Bacardi limón & coke en la otra.
Simplemente, una fiesta diseñada totalmente a mi gusto: comida thai, sushi, funk electrónico en vivo, tragos a granel y mucha, mucha gente conocida.
De ahí, todo subió aún más: las luces, la música, la mina de Mamma Soul en un show digno de haber grabado, más conversa farandulera, más encuentro con conocidos... y, de postre -con los mousse, tortas y vinos de rigor-, cierre de oro con T-Funk (a.k.a. Los Tetas) tocando tan power, que hasta las modelos se nos unieron a bailar.
Y tan power, que de hecho mientras salía yo, entraban los pacos.
Se acabó justo en su peak. Murió joven (12.30 máximo)... así que, como James Dean, será recordada como el mito de la mejor fiesta del 2005.
Fuera, todos los árboles peinados por luces hollywoodenses. A la entrada, tres modelos que -a mi, que hago castings todas las semanas- me dejaron boquiabierto.
Un pie dentro del recinto -previo chequeo del nombre y blablabla- y me encuentro con un chill out retumbando entre el humo y las luces... y todo-lo-top que te podrías imaginar.
Faltaba sólo la Julita Astaburuaga.
Todo el jet set publicitario: directores, productores, locutores, actores (absolutamente el peor lugar para vender películas pirateadas) y uno que otro publicista -como yo-, moviéndose entremedio de mozos con camarones, brochetas thai, chupes de camarones en pocillitos, ostiones en su concha y muchos muchos tragos.
Y mucha, mucha producción.
Todo buenísimo. Todos pasándolo increíble... Y justo cuando estaba embalado en una conversación con la Sole Guerrero y Sandro "Garfield" Larenas sobre por qué él no hizo la voz de la película, ¡pow! se prenden otras luces y hace su aparición el equipo de la productora en pleno. Se abren unas cortinas y dejan abierta la entrada a las nuevas instalaciones, cercadas por una ducha de agua donde -wow, nunca se me hubiera ocurrido- proyectaban unas escenas con gente de la productora.
Esa hubiera sido una buena foto de portada para hoy. Damn!
Así que, previo discurso de los socios y de los arquitectos argentinos y gringos -ayudame a decir poser-. nos invitaron a conocer las instalaciones, que por supuesto yo ya conocía tras hacer los comerciales de Fido Dido. De hecho, tuve la misma sensación de estar ante una charla de tiempo compartido. Que tenemos que preferirlos, que la inversión los convierte en una de las más top de latinoamérica...
Entremedio, me encontré con gente de McCann -cual de todos más apestados en la pega-, gente del adbiz que no veía hace tiempo, y todos sonrientes y todos que te mando mi reel y todos que cuándo almorzamos.
Igual entretenido. Y sobre lo de ser los más top, totalmente de acuerdo!
Recorrido de rigor: nos pasan un paraguas blanco para cruzar el agua, y una vez dentro nos topamos con la primera sala de edición 5.1 de Chile, las salas de High Definition en pantalla de plasma (quien tuviera una pieza de estar así) y unos equipos de edición y montajes que ni a Kubrick se le hubieran ocurrido. Top!
Más tarade, vuelta a pasar por la cortina de agua para encontrarme cara a cara con el mejor grupo funk-electrónico que he oído en mi vida -me tengo que conseguir su nombre-, sushi en una mano y Bacardi limón & coke en la otra.
Simplemente, una fiesta diseñada totalmente a mi gusto: comida thai, sushi, funk electrónico en vivo, tragos a granel y mucha, mucha gente conocida.
De ahí, todo subió aún más: las luces, la música, la mina de Mamma Soul en un show digno de haber grabado, más conversa farandulera, más encuentro con conocidos... y, de postre -con los mousse, tortas y vinos de rigor-, cierre de oro con T-Funk (a.k.a. Los Tetas) tocando tan power, que hasta las modelos se nos unieron a bailar.
Y tan power, que de hecho mientras salía yo, entraban los pacos.
Se acabó justo en su peak. Murió joven (12.30 máximo)... así que, como James Dean, será recordada como el mito de la mejor fiesta del 2005.
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