El asunto es que "vivir" en un hotel por cuatro días tiene sus pro muy pro, y sus contra muy contra.
Lo peor es la comida. Demasiada. Y en cada coffeebreak, las bandejas y los snacks te persiguen. Y como con la altura no puedo hacer ejercicio, mejor corre Forrest. Corre (pero lentito que te apunas).
Luego viene el asunto "saca la tarjeta y cierra la puerta". Si el mundo fuera así de simple, one to go, please: salgo con mi tarjetita en el bolsillo, y si necesito algo sólo digo las palabras mágicas "Habitación 308".
Y el chocolatito belga diario está bien, pero ¿es necesaria la rosa? Man!...
Pero es latero tener una cama tan grande y no tener a la Romi cerca. Osea, con la Mopa o Kuroi me conformo... pero ni eso. (Kuroi es el gato nuevo, por si no les conté. Negro, Kuroi... se entiende?)
En fin: mi resumen visual está en mi facebook. Mi resumen mental es este: mucho trabajo y muchos workshops con gente de NY, Londres y tal... pero luego mucho gratificante carrete con hondureños, panameños, peruanos, colombianos... you name it. Y una atención y una infraestructura de ¡que cinco!, seis estrellas. Grande, Suissötel.
Y ahora el fútbol se toma la ciudad, así que yo tomo vino en defensa propia. Queda sólo media hora para el bar abierto en el salón VIP... así que habrá que mirar el futbol de reojo, obligado.
Mira que salir en una ciudad futbolera es como ir a pasear al Sahara.
Y no quiero pensar más por hoy. Así que GOOOOOOOL.
25.6.08
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1 comentario:
Jajajaja!
Disfrute y haga como q le importa el futbol!!
Ya volverá a su cama...
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