28.8.07

Sólo cuando me río

Y justo cuando empiezo a ver los días bonitos y le saco brillo a la moto y me preparo para una semana exquisita con almuerzos largos y traguitos bien conversados en la terrazaaa...
CRACK.
Auch.
Neuralgia Intercostal.
Mierrrrrr...
Dolencia de viejos, a mis treinta. Como un lumbago pero en la espalda.
"Tóo tomao, dossstor, too tomao".
Y no, pueh. No lo vi venir, ni por la mochila con el mac ni por los saltos que me pego todos los días cruzando Bilbao.
De haberlo sabido...
Pero no. Nunca caché hasta que quedé en cama cual tortuga mirando el techo, tomando un remedio que le pegó la neuralgia a la billetera.
Hasta el jueves en cama. Pausa al Digital Day. Pausa a la moto, enterrada en el -4 de la oficina, y sobretodo pausa a este sampling de primavera que me conformaré con ver desde los ventanales de mi pieza.
En fin. Es la vida en pausa.
Pero no me huevées. Te encanta tener una pausa de vez en cuando.
::
So... leyendo a Orson Scott Card y la ruma eterna de revistas sobre la mesita a un lado de mi velador, y relajándome nomás, que de acá no me puedo mover ni aunque quiera.
Así que los espero en MSN. Que de acá no me muevo hasta el jueves. Mínimo.

Y

27.8.07

Now on my head

Harry Potter and the Deadly Hollows. Buenísimo. Lejos el mejor libro de la serie. Lo acabo de terminar.
Lástima que sea el último.
Y hablando de libros, otro que acaba de abandonar mi velador es Cell, de Stephen King, me lo devoré entre Baires y Santiago… pero me cargó el final. Plop.
Entre mi ruma de pelis, 1408 está increíble. Llega luego, tienen que verla. Es “El Resplandor” versión 2007.
En internet, adicto a tv-links.co.uk, donde puedes ver tus programas, películas y hasta monos animados antiguos online, en un click. Wow.
En las orejas, catando Kitsuné Maison Mashed, de ElectroSound, algo de rock en español con La Vela Puerca y cantando con The Bravery, CHC -que tuvieron la delicadeza de dejar todos sus discos para que los bajes y escuches gratis-, fascinado con Justice y su archiescuchado D.A.N.C.E., y el disco tributo a Serge Gainsbourgh, Monsieur Gainsboug Revisited.
That`s what`s going on in my head these days.
Nosve.

24.8.07

Runaway muse

La inspiración es esquiva.
Si la buscas en el fondo de tu taza de té, o tamborileando en tus jeans con tus zapatillas subidas a la mesa, no llega.
Tic.
Tac.
Tic.
Tac.
O sí; llega. A veces. Pero cuando no la estás esperando. Cuando no la necesitas desesperadamente porque hay mil cosas por hacer.
Isnt`it ironic?

En estos días ando así. Poco inspirado. Masticando la ironía de andar empiladísimo, leyendo libros a dos manos y viendo pelis increíbles y buscando la inspiración hasta dentro del basurero... pero no. Not yet.
Debe ser la velocidad con que todo se mueve por estos días. La locura entre filmaciones y urgencias con timings surrealistas que me tapan los sesos de briefs y pedidos y reuniones en cámara lenta.
Y, claro. El día tampoco ayuda. Soy de los que anda con el ánimo del cielo. Y si está gris y helado, mi día se perfila idem. Agrégale chispas de agua y la mueca va.
De bonus track, ahora estamos en la época de empezar a hacia el hombro y ver qué hay para mandar a concursos, y por segunda vez en la vida no veo qué mandar. La máquina me devoró con zapatos entre urgencias, cojeos en el equipo y blablás varios que, en definitiva, simplemente se resume a un No Tengo Nada Que Mandar.
Nada armado, al menos.
Agh.
Así que por último es viernes, y la lata gris del día gris y la musa en fuga... se van en fade out.
Algo que sea.

17.8.07

Pasando a quinta

Después del relajo y la caminata a lo kung fu y todo lo bonito de Baires versión aniversario, llego a la realidad de SCL con la misma sensación que da cuando te subes a la trotadora cuando está en el nivel 10.
Osea, casi me tropiezo.
Porque Boss se fue a maltratar a Playa del Carmen por 2 semanas, y tengo una filmación la próxima semana; y hay otra filmación que me va a hacer viajar a San Pedro, luego a Valdivia y vuelta a Santiago antes de empezar Septiembre.
Y el Digital Day. Y mi pega de Supervisor ahora aumentada a Director Creativo Interino.
Y Digital Advisor.
Y papá.
Chán.
Chán.
Chán.

Y claro, como sacándome pica, me llega ahora un mes gratis de Bazuca al Cubo: todas las películas que quiera ver por 1 mes completo. Y un cerro de revistas esperándome, y mi google reader con casi 900 entries sin leer.
Y Harry Potter y el libro de Stephen King y un cerro de informes y estudios que me llegaron de L.A. que no veo la hora de devorarme.

Así que pasé de primera a quinta. Embaladísimo (mientras me dure la inspiración y las ganas) y aprovechando al máximo los ratos de ocio.
As today from 2 hours.
Así que tiempo para escribir, nada. No pude contarles lo increíble y ondero que estuvo el cumpleaños de mi hermana en el restorán de mi "cuñado" -hasta las 5 am-, ni la caña del día siguiente.
Pero bueh. La vida va como a 400 rpm y tengo que alcanzarla.
Quericoquevinieron, permisooooo...

14.8.07

Que grande, Liniers

Más, en el link a su derecha. O bueno, acá. Pase nomás.

11.8.07

Slideshow 4: Buenos Aires, Santiago

Y para terminar...
Día 4. Despertar sabiendo que es la última vez que te despiertas en esa cama. Por lo pronto.
Saber que hay que hacer las maletas. Buscar los vouchers.
Un trozo de pizza, lo que quedó de un chocolate (¿!) y un jugo de naranjas por (pre)desayuno, y la entrega de las llaves. Snif.
Dejamos las maletas -el dueño se encargó del resto, que buen servicio, che!- y salimos a despedirnos de Baires. A aplanar calles por último día.
Primero, un paseo laaargo por Florida. Entramos a una librería (Cumbre), donde hay una cafetería al fondo, pedimos las medialunas y el café de rigor y nos sentamos un buen rato a leer Mafaldas, Quinos, libros de arte y
elegir qué libros llevar. Los libros siguen baratos, eso sí. No lo puedo discutir.
De ahí, seguir caminando por una ciudad luminosa, sin nubes, pero con ese frío formato El Colorado que te hacen buscar con la vista el andarivel.
Florida. Lavalle. Los Maxikioscos con DVDs, stickers, ¡lámparas! -le compramos a los niños una igual a la que venden en Opendark por casi $80,000... a menos de 5... Y nada. Una despedida larga y caminada.
De almuerzo, nos olvidamos de los restoranes y nos metemos a un Burger King. Subo al segudo piso y ¡plop! imposible evitar la comparación: acá, mesas sucias y de plástico gastado. Allá, una escultura de árbol iluminada, con sillas design y gente leyendo y conversando mientras terminan sus combos.
...
4.30. Una segunda pasada a la librería, esta vez a la de Galerías Pacífico, donde compro "Cell", de Stephen King, otra hojeada a Quino, otro paseo final... Y nos vamos. Al depto, por las maletas; al taxi... y a esperar la salida mientras leemos lo que compramos.
Y nos vamos, che. Nos vamos después de haberlo recorrido, literalmente, completo. Haber comido desde panchos hasta comidas nórdicas ultra-sofisticadas; pastas, carnes... Y de teatro a cine; de caminatas a museos.
Así que...
Buenos Aires...
gracias... TOTALES."Vuelo 602 con destino a la realidad..."

10.8.07

Slideshow 3: Buenos Hielos

Día tres:
La estufa mala, llamo y la cambian. Mirá que rapidez.
Dos: Salir y sentir una cubeta de hielo puro en los ojos fue como lo mismo: Baires seguía con sol, pero con un viento helado que me hizo subir mi cuello, ponerme el gorro a lo esquimal, guantes y empezar a caminar rapidito.
Caminamos medio metro, tomamos un taxi y, como bueno domingo...
¡A San Telmo, che!

Tres: llegar; y la clásica: tienditas; antiguedades. Los cubiertos antiquísimos de plata; los viejitos conversando. Los cuadros espectaculares a menos de 20 lucas. La gente. Mucha gente; muchos brasileños. Un galpón enorme lleno de ropa de diseño, con los mismos diseñadores -todos menos de 30; todos- vendiendo sus exclusividades a precios mmm decentes, para ser exclusividades.

De ahí, acordarse que una Caja Vengadora -los publicistas me entendieron- no es un gran desayuno. Y justo que a mi lado pasa un tipo vendiendo empanadas. A 3 pesos.
Tomá, pasá, disfrutá. La Romi me mira con cara de "agh, de la calle?", yo la miro con cara de Anthony Bourdain. Vos sabés.
Más allá, buscando un restorán o algo, un tumulto de gente: un tipo con pinta de panadero, con una canasta gigante recibiendo billetes de $5.
"Panes reSHenos", me dice.
"De muzzarela, tomate y albahaca; de Queso y ceboSHa..."
Y yo, pensando que era eso, un PAN, lo pido.
...
Gran sorpresa, señores: el dato No.6 aparece entremedio de paños blancos:
Imaginense una empanada GIGANTE. Del porte de dos manos, rellena de cebolla y queso.
Absolutamente para compartir. Recien hecha, hirviendo; y la Romi y yo comiéndola mientras miramos a un tipo que toca a dos notas un tango espectacular.
Uf, se me hizo agua la boca.
La postal es esta: Turistas pasando; el vapor del Pan relleno. Palomas en el suelo de piedra y la gente aplaudiendo al tipo.
Yo aplaudo hacia el pan, pero enfocando al tipo también. Dos en uno.

Luego, caminar. Y caminar. Y caminar. Y un frío de mierda que me importa una idem, porque vamos por la calle mirando la arquitectura espectacular. Hasta Puerto Madero. Viento heladísimo. Agujitas que me llegan a los ojos -y yo cual esquimal y sintiéndome medio resfriado-, siguiendo a la Romi que se está subiendo a la Fragata no-se-cuánto. Un museo en el río que nos duró una hora fácil. Entretenidísimo.

Y caminar. Y tomar Corrientes desde que parte, hasta sentarnos en un restorán a la antigua. ¿Almuerzo? nah, ando con ganas de tres cosas: - Un jugo de naranjas, - Tres medialunas.. y - Un flan mixto, por favor.
La Romi un café y medialunas. Clásico rominero.
Todo entre conversa, suspiros de "qué lindo todoooo" y miradas. Como si no hubiera venido como 6 veces ya. Y como si no lleváramos 6 años casados ya.

Seguir caminando. La Romi quiere comprarle SHA dulces y regalos a los niños y yo lanzo la estúpida: "Vamos a un supermercado a comprar dulces; no vamos a ir al centro..."
El problema es que NO HAY supermercados en Buenos Aires. Grandes, no. Y no lo sabía.
Así que un dolor de pies inmenso más tarde, salimos de un supermercado Disco, enano, cargados de bolsas. No tan enanas. Uh.. demasiado cargados. Entre licores de dulce de leche, alfajores -hay algunos que todavía no llegan, ah?- y luncheras de Lazy Town y jarros de Shrek, tomamos un taxi, me desmayo en la cama y pensamos:
"Now what?"
Cine.
¿¡Como cine, fanático?! ¡Si estamos en Baires!
¿Y? ¡Vaaaamos!, de ahí vamos a algún restorán italiano y comemos pastas, si ya lo caminamos todo!

Así que eso hacemos: la elección, "Rattatouille". La sorpresa, 1) el cine es una mierda, jaja 2) está en "¡argentino!" ni neutro ni medio-che. Argentino total, y 3) es la mejor película que he visto en meses.
Corte. A la salida -tipo 1.30 am-, todo lleno. Y yo sin poder creer la vida de la ciudad.
De ahi, claro, tampoco sin poder creer que caro que está todo cuando nos vamos del restorán; ahí en Lavalle, a medio metro del depto.
Pero las pastas de Baires son increíbles, y el mozo nos atendió como reyes... y, claro, es nuestro Aniversario.
Que no te importe, che.
Día 3, fin.

8.8.07

Slideshow 2: Más que Kung Fu

Abrir las cortinas y toparse con el Obelisco es algo impresionante. La calle esperándonos, y recordar que ese mismo día es nuestro aniversario - y la razón del viaje- me hicieron saltar a la ducha, apurar a la Romi y partir por un Brunch (obvio, hay que aprovechar dormir cuando estás sin niños!) a Palermo.
Así que salimos del ascensor creyéndonos porteños, saludando al tipo de la entrada y pensando que qué rico sería vivir en esta ciudad por un tiempo.
Tomar un taxi (con acento bonaerense, obvio, no me vayan a "garcar" otra vez) y tener ganas de parar en cada esquina para vitrinear, mirar, olfatear y probar las cosas que veíamos por toda la Avenida Córdoba nos hizo el viaje corto. En la Plaza Serrano, a un costado, el aroma a café y el onderismo mismo nos saludaron con la misma calidez que sentí al abrir la puerta del Malas Artes.
Clic. Clic. Clic.

El desayuno, increíble: pan de campo tostado con muzzarela encima; panceta, huevos revueltos, jugo de naranjas, un buen café con espuma de leche y medialunas para comenzar la celebración del día.
DesaSHuno de campeones, viste?
De ahí, enfilar al dato No.5: la zona de outlets de Palermo. Recorrer la feria de artesanías, meterse por tienditas onderas y disfrutar la arquitectura y los jardines de la zona. Un frío espantoso nos siguió hasta Córdoba con Escalabrini Ortiz, donde las vitrinas empezaron a aparecer y los precios -no tan distintos a los de acá, pero con diseño mucho mejor- nos hicieron caminar por casi 3 horas, probándonos cosas y buscando regalos para los niños.
A las 4, dijimos no más. Y tomamos un taxi hacia la Recoleta. Cargados de bolsas, bajamos frente al Baires Design y recorrimos el lugar hasta sentarnos en una terracita. Justo cuando salía el sol.
Un sandwich en el "Locos por el Fútbol", una Quilmes, luego una Crema Helada del Freddo... y caminar de la mano por Callao, luego Lavalle... y a descansar en el depto.
Luego de una relajante ducha y surfear por la Guía Oleo, nos decidimos por partir al onderísimo Olsen, compartir una tabla espectacular de tapas nórdicas, cada una con su correspondiente shot de Vodka, conversar muchísimo, reírnos otro poco y partir felices a un clásico restorán de la zona: el "22", gran dato porteño: Bife chorizo, ensalada, fritas, vino y un flan mixto con dulce de leche groseramente gigante para terminar un buen día. Un mix gastronómico absoluto por celebración, y el final del día 2.

7.8.07

Slideshow 1: Santiago, Buenos Aires

El primer día partimos tempranísimo. A las 7.30 despegábamos, y yo no veía la hora de que el piloto y la azafata se callaran para empezar a ver la película que duraba justo-justo lo del viaje.
Con un oído tapado y sin opción de subtítulos, desistí. Jugué un rato "Quien Quiere ser Millonario", intenté con otra de niños, hojeé revistas y terminé haciéndole zapping a Spiderman 3.
Buenos Aires, lluvia. La vacunación máxima al elegir un bus en lugar de un taxi. Tienda León, las pelotas: finalmente entre el viaje, el taxi de la estación al depto y todo, me gasté más que haber llegado en taxi.
So,
Dato 1: el taxi de Ezeiza al centro mismo vale entre 50 y 6
0 pesos más peaje. Osea entre 55 y 65 en total.

Al llegar, plop primero: el depto estaba AL LADO del teatro Rex. A DOS CUADRAS del Obelisco. Justo al frente de las clásicas Cuartetas.
Dato dos, para comer buenas y auténticas pizzas porteñas, con Fainá y todo.

De ahí, recibir el depto, firmar y salir casi corriendo calle abajo. Caminamos por Corrientes, cruzamos Avenida de Mayo respirando hondo el aire puro y helado de Baires.
Vueltas. Más vueltas. Las vitrinas. La gente; el viento helado y una cantidad enorme de niños con sus papás y la locura por "Casi Ángeles" Una serie o algo que tenía a todos los chicos con alitas. Plop.

Y subir y subir por Talcahuano, hasta llegar al 937. Dato 3: El Cuartito. Un clásico de la birra y pizza, lleno de recuerdos futboleros. La decoración del Liguria, pero de verdad.
Una Quilmes Bock, una de Muzzarela, Morrón y aceitunas, un suspiro de placer...
Y partimos a la Recoleta.
Vamos.
Buenos Aires Design. Cambiamos el cemento por los cristales, y la lluvia por las luces difuminadas.
Caminar y caminar entre lo último de diseño argentino. Unos baños de sueño; unos sofás como para dormirselo todo...
Y el dolor de pies absoluto de tanto caminar. ¡Mi reino por una silla, che!
Todo carísimo, pero todo increíble. Abrigos espectaculares, adornos exquisitos...
Y el cansancio que me llega al fin. Chán.
Taxi. Tome. Ducha. Un chateo mínimo y un post indecente y partimos a una de las razones por las que quería ir:
Les Luthiers: "Premios Mastropiero". Según muchos, su mejor obra. Según yo, dato 4.
Así que mientras esperábamos, y como estábamos a exactamente 15 pasos entre el edificio y el teatro, pasamos a un costado a comer dos "panchos" con bebida.
Yo siempre pensé que eran lo mismo que los nuestros, pero nooooseñor! El pan es más pequeño, más "denso". La salchicha igual, pero la cantidad de cosas que le puede echar... Uf. El clásico: chimichurri, picante, salsa tártara y papitas fritas muy pequeñas, en palitos.
Gran experiencia. Me acordé de Antony Bourdain y le encontré toda la razón: no hay como la comida de barrio.
De ahí, al teatro. La versión corta es que estuvo increíble. La versión larga, es que envidio mucho esto de los teatros antiguos -siempre llenos- de Baires. Los mozos impecables con sus cajas de "golosinas, confites, bebidaaaas, agua, gaseosaaas" paseándose por los pisos añosos en una versión cincuentera de Santiago. Las cortinas de terciopelo, los tubos dorados... y la gente ansiosa mirando el escenario.
Se apagan las luces...
Wow.
Terminé con dolor de guata de tanto reír. Y la Romi, que estaba tan agotada que casi se durmió la primera parte, no paró de reír tampoco.
Y eso que no le gustaba tanto.
De ahí, botarse en la cama, encender la calefacción y no saber más del mundo hasta el día 2.
Qué día, che. Qué día.
"Miiiii Buenos Aires queriiiiiidooooo..."

1.8.07

Rummy tasted post

Dicen que la regla de oro es nunca escribir medio chambreado.
Apunten los dardos, señores.
Dicen también que los mejores carretes son los improvisados. Y sí: cuando llegué -raja de cansado, terminando una campaña que presentamos mañana AM- y la Romi me dijo que Dolape & Rapa venían, reconozco que tenía más en mente Scandasonno & Wraps... pero que bueno que no. Estuvo re bueno.
La licorera se abrió, salieron los rones, picoteo improvisado y una buena conversa... hasta una hora tan decente que ahora estoy acostado y escribiendo sin cargo de conciencia.
Medio cufifeitor, pero on time.
Bonus track: la argentinez propia de Dolape, que me dio datos frescos para nuestro viaje este viernes.
¿Se los doy? Síiii, se los doy.
Y no sólo los de él. Me rajo con todos los datos que llevo hasta ahora. Y eso que fui hace menos de 2 meses, así que la frescura datil (palabra nueva, anótenla en la wiki) es la mejor que hay:
Here we go:

Todo está carillo en Baires, estos días. Es un hecho. Pero si quieren comprar ropa, ok, al mismo precio de acá, pero con diseño ultra-avant-garde, vayan a la zona de los outlets: Av. Córdoba esquina Escalabrini Ortiz, a 5 cuadras de plaza Serrano.
También en Plaza Serrano: el comienzo de Palermo Soho. Los sábados llegan los artistas. Los feriantes. Los anticuarios. Y, como siempre, los barcitos onderos y las tiendas de diseño.
Disquerías.
Véase Calma Chicha. Wow.
Para comer, la Guía Oleo sabe más que google; pero INK, el Uriarte, Museo Renault y el 22 son esa mezcla entre clásico, ondero y picada que no me voy a perder.
¿Más? Les Luthiers se presenta hasta el 8. Justo.
¿Más? Tienda de Arcor. Locura infantil.
Otra: Bereber. Comida Marroquí. También Palermo.
MALBA, siempre.
Cuartito, la mejor pizzería de Baires (Talcahuano 937). Pídanse Moscato y Flan casero.
Il Matterelo. Barrio de la Boca. En Remis o morir, pero morir es también comer la mejor pasta casera de Baires.
Y eso. Y más. Pero cuando esté aSHá.
Hora de dormir.
Bye & Out.