Después de un día largo, llegar a la casa, jugar con tus hijos, despedirte de tu señora que se va a un cumpleaños (*). Luego, acostar a los niños temprano, hacerte una ensalada rica, abrir un buen vino, prender un palo santo, poner tu nuevo disco de Télèpopmusik (Angel Milk, gracias por el dato de la Blank) y disfrutar todo eso, junto a la ruma de revistas que se te han ido juntando estos días.
De postre, abrir el velador de tu señora y, ¡ajhá!, encontrar un chocolate perdido.
A eso le llamo terminar bien un martes.
Salud por eso.
(*) Aunque luego supe que estuvo la Rossana Almeyda. Rayos, me lo perdí.
2 comentarios:
Pucha, que ricooooo!! Yo ayer igual pillé un chocolate perdido. Era higo relleno con nueces y cubierto de chocolate, te mueres lo rico!!
Estoy furiosa con los blogger beta, pongo mi usuario, contraseña, y... nada. Pero soy yo!
Saludos!
Angel & Demonio
Hmmmmm... agradable, le quito a los humanos miniatura y me suena ferpecto, jajajajaja.
Saludos mi güen amigo!
Black Mambushka
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