El verano me queda en pausa apenas subo al ascensor de la oficina.
Será por el sol esquivo entre panel y panel. O esos 18 grados eternos que normalmente agradezco, pero que te alejan del febrero que se ve allá afuera.
No sé. Como que el sentimiento de verano en cuotas me pisa los talones hasta que llega el viernes e intento ponerme al día. Tal como pasó este viernes, que lo terminé con una buena conversada con mi buen amigo-&-ex-dupla, H. Un piscinazo al atardecer en la recién redecorada piscina de su azotea, con el cobrizo reflejo de los edificios de Sanhattan en la pelada y una sonrisa en la cara. Todo lo que necesitaba para volver a ponerle play al verano y recordarme lo rico que es Santiago en estas fechas.
Así que esperamos que se fuera el sol para irnos a mi depto. con un picoteo organizado por la Romi –quesitos varios y uva es la mejor mezcla del verano-, junto al eterno e incambiable Porta Select Reserve para amenizar. Mira que no hay pisco sour que le gane (*).
El día siguiente siguió como buen verano –interrumpido eso sí por una charla de Alto Mantagua a la que fue invitada la Romi; así que yo, entre la duda de si efectivamente era una mula de tiempo compartido o un regalo de verdad, accedí a ir por si las moscas. Dos horas. Veremos si el finde gratis valió la pena o no -. Y terminó con típico y veraniego domingo en casa del tata de la Romi. Almuerzo a la antigua. Casona de pasillos con eco, piscina. Música tipo vitrola, familión. Humitas caseras, cervezas a la orilla del agua y ombligo parado de tanto comer.
Un clásico.
El verano puso pausa otra vez cuando bajé a mi estacionamiento, esta mañana. Pero lo veo de reojo por la ventana. Está ahí. Y espera que me acuerde que sigue ahí. Me pone cara de Happyhour. De piscinazos y conversas con pisco sour en la mano. Me recuerda eso del chardonnay sour que hay que probar sí o sí; del Ky y del Zanzíbar y de los helados caminando con la correa del perro en una mano, y mi hijo en la otra.
Me recuerda que la vida es disfrutar.
Voy a tratar de hacerle caso esta semana. Verdad que sí.
(*) en el Jumbo lo están vendiendo con un 50% de descuento. No me lo acaben, que me hice adicto.
30.1.06
27.1.06
WOW
Si te gustó Matrix, Fifth Element, Total Recall y Transporter.
Si rayas con Mila Jovovich (yo sí; desde Fith Element que sí); y/o si eres fanático de las películas de acción... wow. Preparaos. Ultraviolet es LA película para esperar este año. O el próximo, quien sabe. El "coming soon" da para tanto.
En fin. Ultra Violet. Mila. High Tech.
Aeon Flux al cuadrado. Acabo de ver la sinopsis y rayé.
Pero claro, como publicista debo ser escéptico ante las sinopsis... mmpero no. Con Mila no se puede. Mila Jovovich vale la pena incluso en una película mala. Aunque dudo que este sea el caso.
Así que, pantalla digna, parlantes dignos?
Click aquí.
Si rayas con Mila Jovovich (yo sí; desde Fith Element que sí); y/o si eres fanático de las películas de acción... wow. Preparaos. Ultraviolet es LA película para esperar este año. O el próximo, quien sabe. El "coming soon" da para tanto.
En fin. Ultra Violet. Mila. High Tech.
Aeon Flux al cuadrado. Acabo de ver la sinopsis y rayé.
Pero claro, como publicista debo ser escéptico ante las sinopsis... mmpero no. Con Mila no se puede. Mila Jovovich vale la pena incluso en una película mala. Aunque dudo que este sea el caso.
Así que, pantalla digna, parlantes dignos?
Click aquí.
24.1.06
Cubículo global
Internet. Películas. Libros. Celulares.
La aldea global; la hiperconexión. Sumidos y asumidos dentro de un mundo binario en el que nos desenvolvemos con tanta soltura y acostumbramiento, que ni nos damos cuenta que la mayor parte del tiempo la pasamos frente a una pantalla. Comunicándonos por medio de herramientas y teclas y pantallitas de plasma, pero solos en nuestro cubículo.
Que increíble.
En los últimos 20 años, el cambio de vida ha sido monumental, y nadie parece reparar en ello. Porque, claro, estamos tanto o más conectados con nuestros amigos, parientes y colegas que antes. Pero nuestra vida transcurre más en la virtualidad que en la realidad.
Y entiéndase virtualidad no como el mundo de los computadores, sino como el mundo de las ideas. Y éste, a su vez, tampoco como el mundo de las ideas de Platón, sino que al mundo del pensamiento. El mundo en que todo es concepto. Lenguaje. Ideas.
Pasamos más tiempo viendo películas o leyendo libros, en Internet o chateando, que relacionándonos corpóreamente. De forma real.
Así que me pregunto, ¿evolucionará nuestro cuerpo junto con la mente? ¿llegaremos a tener dedos más rápidos que nuestra boca; ojos mejores que nuestras piernas? Si queremos oír más fuerte, subimos el volumen. No necesitamos agudizar nuestra vista, sino calibrar nuestra pantalla.
Seres binarios. Seres conectados en mente y alma, pero no en cuerpo.
El ejercicio es ahora una opción, no una necesidad. Si no quiero ir al gimnasio y hacer aerobox, tengo la opción de no moverme más que para apretar el botón del ascensor, mover los tobillos para frenar o acelerar y caminar de una pieza a otra.
Heavy, no?
Hace unos años leí un artículo donde un futurólogo nos mostraba el cuerpo de un humano 15 millones de años en el futuro. Un ser del tamaño de un brazo, con dedos largos y frágiles, piernas atrofiadas por la falta de uso y fuera mínima. Las máquinas serán nuestros músculos. Los focos nuestros ojos; los parlantes nuestros oídos.
McLuhan, Gibson y los cyberpunks pre 0`s pensaron en el mundo de la hipercarretera de la comunicación. En lo bueno que será la vida cómoda y binaria y comunicada… Pero, al paso que vamos, veo un futuro más encerrado que libre. Menos pasto. Más cemento. Más cubículos y terrazas minimal y design que campos y bichos y aire puro. O no; aire puro va a habar. Pero allá afuera. Allá donde no está la vida que vivimos entre ceros y unos y nicks y megaproducciones en 5.1
La vida real es cada vez menos interesante. Menos práctica. Y la vida sobre la que nosotros mismos nos estamos encorvando está llena de acción y teclas y polímeros suaves y limpios.
Una vida fuera de nuestra propia vida.
La aldea global; la hiperconexión. Sumidos y asumidos dentro de un mundo binario en el que nos desenvolvemos con tanta soltura y acostumbramiento, que ni nos damos cuenta que la mayor parte del tiempo la pasamos frente a una pantalla. Comunicándonos por medio de herramientas y teclas y pantallitas de plasma, pero solos en nuestro cubículo.
Que increíble.
En los últimos 20 años, el cambio de vida ha sido monumental, y nadie parece reparar en ello. Porque, claro, estamos tanto o más conectados con nuestros amigos, parientes y colegas que antes. Pero nuestra vida transcurre más en la virtualidad que en la realidad.
Y entiéndase virtualidad no como el mundo de los computadores, sino como el mundo de las ideas. Y éste, a su vez, tampoco como el mundo de las ideas de Platón, sino que al mundo del pensamiento. El mundo en que todo es concepto. Lenguaje. Ideas.
Pasamos más tiempo viendo películas o leyendo libros, en Internet o chateando, que relacionándonos corpóreamente. De forma real.
Así que me pregunto, ¿evolucionará nuestro cuerpo junto con la mente? ¿llegaremos a tener dedos más rápidos que nuestra boca; ojos mejores que nuestras piernas? Si queremos oír más fuerte, subimos el volumen. No necesitamos agudizar nuestra vista, sino calibrar nuestra pantalla.
Seres binarios. Seres conectados en mente y alma, pero no en cuerpo.
El ejercicio es ahora una opción, no una necesidad. Si no quiero ir al gimnasio y hacer aerobox, tengo la opción de no moverme más que para apretar el botón del ascensor, mover los tobillos para frenar o acelerar y caminar de una pieza a otra.
Heavy, no?
Hace unos años leí un artículo donde un futurólogo nos mostraba el cuerpo de un humano 15 millones de años en el futuro. Un ser del tamaño de un brazo, con dedos largos y frágiles, piernas atrofiadas por la falta de uso y fuera mínima. Las máquinas serán nuestros músculos. Los focos nuestros ojos; los parlantes nuestros oídos.
McLuhan, Gibson y los cyberpunks pre 0`s pensaron en el mundo de la hipercarretera de la comunicación. En lo bueno que será la vida cómoda y binaria y comunicada… Pero, al paso que vamos, veo un futuro más encerrado que libre. Menos pasto. Más cemento. Más cubículos y terrazas minimal y design que campos y bichos y aire puro. O no; aire puro va a habar. Pero allá afuera. Allá donde no está la vida que vivimos entre ceros y unos y nicks y megaproducciones en 5.1
La vida real es cada vez menos interesante. Menos práctica. Y la vida sobre la que nosotros mismos nos estamos encorvando está llena de acción y teclas y polímeros suaves y limpios.
Una vida fuera de nuestra propia vida.
20.1.06
Slice of life
Es raro partir la semana un jueves. Porque el martes es viernes y el miércoles tiene un extraño dejo a sábado. Ni hablar del domingo.
Pero así es el post natal. Cinco-dias-legales. Así que heme aquí, en mi martes-viernes, luego de un lunes-jueves full trabajo que terminó con Ayatola (1) y yo en el Fast Good conversando de la campaña que se nos viene y de la vida y del verano que nos pasa por el lado mientras seguimos trabajando y tomando jugo de piña con albaca y comiendo hamburguesas premium que lo más premium que tienen son el precio.
De ahí, a la moto. Y de la moto a la calle -con soundtrack de Narcotango pegado a los tímpanos- y de la calle al depto. Al entrar a mi pieza, el olor a guagua y esa carita pelona de ojos achinados me ven llegar. La Mopa, ya casi resignada a su bajada de escalones cariñísticos, me mueve la cola mientras la saludo a la rápida. Beso a mis dos hijos -los dos ya duermen-, beso a la Romi que está encarrada con mi suegra en la pieza de estar (¡ahora, nuevo sabor nicotina!), me ducho rápido para sacarme el día de encima y disfruto de un rato de relax quemando palo santo y haciendo zapping.
La vida es lo que te pasa mientras haces otros planes. En este momento, mi único plan es mirar la vida pasar a través de los ojos de mis hijos (porque un hijo si que te define como pasa el tiempo), disfrutarla a concho y ser feliz.
Nos vemos el lunes.
(1) Ayatola: dícese del nombre que usaré para mi director creativo. Mote que le creamos hace años porque "Haya-to`a-lah cosas malas"
Pero así es el post natal. Cinco-dias-legales. Así que heme aquí, en mi martes-viernes, luego de un lunes-jueves full trabajo que terminó con Ayatola (1) y yo en el Fast Good conversando de la campaña que se nos viene y de la vida y del verano que nos pasa por el lado mientras seguimos trabajando y tomando jugo de piña con albaca y comiendo hamburguesas premium que lo más premium que tienen son el precio.
De ahí, a la moto. Y de la moto a la calle -con soundtrack de Narcotango pegado a los tímpanos- y de la calle al depto. Al entrar a mi pieza, el olor a guagua y esa carita pelona de ojos achinados me ven llegar. La Mopa, ya casi resignada a su bajada de escalones cariñísticos, me mueve la cola mientras la saludo a la rápida. Beso a mis dos hijos -los dos ya duermen-, beso a la Romi que está encarrada con mi suegra en la pieza de estar (¡ahora, nuevo sabor nicotina!), me ducho rápido para sacarme el día de encima y disfruto de un rato de relax quemando palo santo y haciendo zapping.
La vida es lo que te pasa mientras haces otros planes. En este momento, mi único plan es mirar la vida pasar a través de los ojos de mis hijos (porque un hijo si que te define como pasa el tiempo), disfrutarla a concho y ser feliz.
Nos vemos el lunes.
(1) Ayatola: dícese del nombre que usaré para mi director creativo. Mote que le creamos hace años porque "Haya-to`a-lah cosas malas"
19.1.06
Back to bedlam
Vuelta al laburo. Vuelta al computador y los briefs y the life as we know it.
Fue una semana de trámites, de desconexión y -absolutamente sobre todo- de aprovechar a este gordito que hace ruiditos como de bisagra y que sólo molesta cuando tiene hambre.
Un siete mi guatón.
Así que, como lo prometido es deuda y no quiero darles la lata en un jueves (tengo hartos temas, ahora que efectivamente tuve tiempo de pasear por santiago de cabo a rabo, aprovechar la vida fuera de la matrix y leer mucho)... la foto del nuevo integrante de la familia.
Si lo encuentran lindo, esperense las fotos de ahora, que está pelado. Que se lo comen!!
Fue una semana de trámites, de desconexión y -absolutamente sobre todo- de aprovechar a este gordito que hace ruiditos como de bisagra y que sólo molesta cuando tiene hambre.
Un siete mi guatón.
Así que, como lo prometido es deuda y no quiero darles la lata en un jueves (tengo hartos temas, ahora que efectivamente tuve tiempo de pasear por santiago de cabo a rabo, aprovechar la vida fuera de la matrix y leer mucho)... la foto del nuevo integrante de la familia.
Si lo encuentran lindo, esperense las fotos de ahora, que está pelado. Que se lo comen!!
17.1.06
babeando around
Ok, he estado demasiado ocupado en babear como padre e intentar aprovechar mi post-natal como para darme una vuelta por la cybervida. Pero estoy acá. En un cybercafé.
Con un pie adentro y otro afuera, pero aquí al fin y al cabo.
Así que voy a divagar un rato.
A ver... les resumo: ¡¡ES EXQUISITO MI GUATON!! Nació el miércoles pasado a las 9.42, pesó 3 kilos 500, midió 49 centimetros y desde ayer está pelado. Asi que sin su pelo -menos colorín que el anterior- es un clon exacto de mi otro hijo.
Ok, más atrás aún: la cesárea no fue lo horrible que me imaginé. De no ser por el olor a quemado que sacó el bisturí (¿son láser ahora? Mire usté) y el sonido crujiente que creí oír detrás de la cámara, el "¡mire a su guagua, papá!" me vino totalmente de sorpresa. 5 minutos y ya estaba afuera. Y 5 más y ya estábamos los tres mirándonos con una maquinita tipo Pong haciéndonos ruiditos de fondo, abrazados y felices. Y él, chupa que te chupa desde el principio.
Así que feliz. Vuelto mono en mi rol de nana-junior-motoboy, entre las inscripciones guaguísticas y el cumpleaños del No.1 y los finiquitos de la agencia antigua... pero feliz.
Y nada. De aquí en más, a nivelar los cariños. A Sebastián, el mayor -que ayer cumplió 4-, le regalé un día en que hicimos todo lo que quiso. McDo, helados, películas, bicicleta. Celitis a la vena. Y su hermanito "le trajo" unos regalos. Así que sobrado.
La Mopa, caso aparte. Siendo el perro más regalón que conozco (tengo la certeza de que o se cree humana o se piensa que yo soy su macho alfa), todavía no entiende por qué todos pueden besar a este recièn llegado menos ella.
Y..
uf.
Dos hijos ya?!..
Dos hijos ya.
Y feliz. Y cansado. Y medio neurótico porque la nana justo está de vacaciones y esto de usar lysol y drive matic no es lo mío... pero feliz. feliz. feliz.
El jueves vuelvo al laburo. Así que de ahí les muestro fotos del mini-me que me tiene hasta durmiendo con una sonrisa.
Pero por lo pronto, me escapo de este cubículo caliente con soundtrack de maná. De ahí les comento que tal Loriga y Narnia y Old Boy y tal.
Eso. Cambio y fuera.
Con un pie adentro y otro afuera, pero aquí al fin y al cabo.
Así que voy a divagar un rato.
A ver... les resumo: ¡¡ES EXQUISITO MI GUATON!! Nació el miércoles pasado a las 9.42, pesó 3 kilos 500, midió 49 centimetros y desde ayer está pelado. Asi que sin su pelo -menos colorín que el anterior- es un clon exacto de mi otro hijo.
Ok, más atrás aún: la cesárea no fue lo horrible que me imaginé. De no ser por el olor a quemado que sacó el bisturí (¿son láser ahora? Mire usté) y el sonido crujiente que creí oír detrás de la cámara, el "¡mire a su guagua, papá!" me vino totalmente de sorpresa. 5 minutos y ya estaba afuera. Y 5 más y ya estábamos los tres mirándonos con una maquinita tipo Pong haciéndonos ruiditos de fondo, abrazados y felices. Y él, chupa que te chupa desde el principio.
Así que feliz. Vuelto mono en mi rol de nana-junior-motoboy, entre las inscripciones guaguísticas y el cumpleaños del No.1 y los finiquitos de la agencia antigua... pero feliz.
Y nada. De aquí en más, a nivelar los cariños. A Sebastián, el mayor -que ayer cumplió 4-, le regalé un día en que hicimos todo lo que quiso. McDo, helados, películas, bicicleta. Celitis a la vena. Y su hermanito "le trajo" unos regalos. Así que sobrado.
La Mopa, caso aparte. Siendo el perro más regalón que conozco (tengo la certeza de que o se cree humana o se piensa que yo soy su macho alfa), todavía no entiende por qué todos pueden besar a este recièn llegado menos ella.
Y..
uf.
Dos hijos ya?!..
Dos hijos ya.
Y feliz. Y cansado. Y medio neurótico porque la nana justo está de vacaciones y esto de usar lysol y drive matic no es lo mío... pero feliz. feliz. feliz.
El jueves vuelvo al laburo. Así que de ahí les muestro fotos del mini-me que me tiene hasta durmiendo con una sonrisa.
Pero por lo pronto, me escapo de este cubículo caliente con soundtrack de maná. De ahí les comento que tal Loriga y Narnia y Old Boy y tal.
Eso. Cambio y fuera.
11.1.06
preparation
10.1.06
things to do
El ondero escritor Ray Loriga- marido de la dos veces ondera y botilarga Christina Rosenvinge, esa tía rubia que cantaba junto a esos tíos subterráneos- es el último escritor de culto en caer en mis manos. Me acaban de prestar su libro “El hombre que inventó Manhattan” y no veo la hora de devorarlo. Mal. Ondero, español y de culto. Tres de tres.
Entre tanto (léase entre campañas con sabor a Starbucks y uno que otro trasnoche poco), retomo el libro de Melinda Davis “¿Por qué deseamos lo que deseamos?" Una investigación monumental elaborada por un think tank londinense que suma fuerzas con escultores, pintores, publicistas, marines, doctores, físicos, estrellas de rock, mentalistas y un charquicán de gente que busca una respuesta absoluta al por qué queremos lo que queremos.
Que, en resumidas cuentas es por qué consumimos. Y por qué amamos. Y por qué deseamos lo que deseamos y somos lo que somos. Hacia donde vamos con nuestra forma de ser y qué hacer al respecto. Interesante. Otro libraco más para comerse con los ojos.
Y si de leer se trata, leo también (al unísono como siempre, que si no alguno se me queda tirado) Life After the 30-second spot. Un libro que nos deja a los publicistas con el susto de pensar si será verdad. Y que si lo es, el must es leerselo cual vaso de agua para salir del susto. "Life"... es un estudio del futuro de la publicidad desde la visión del mediaman Joseph Jaffe. Un maestro comunicacional que me autografió y envió el libro en persona con tal de que le de un review en español al terminar de leerlo.
Osea. Obvio! Si el Tivo también me da miedo a mí.
Y sigo viendo Shots 92, que esta de pelos. Y poniendole play a Lost, otra de mis anotaciones para la semana. Sobretodo porque quedé plop con el último capítulo y Universal va muy lento para mi. Y, claro, porque H se consiguió la temporada 1 completa (la 2 la venden en iTunes por us$2 cada capítulo, pero prefiero esperar la versión dvd-5.1-y-tal), y se la voy a pedir entre Narnia y happy hours. Mira que hay que ponerse al día de la vida post dupleo y tengo re botado a mi best friend con esto del cambio.
Y nada. Bebe da paso a Costes 8, que da paso a las Brazilian que da paso a James Blunt... mientras sigo pensando en la campaña con el parietal y en la guagua que viene, con el oxipital.
O es al revés?
Nah. No sé. Les aviso (de la guagua, no del parietal o el oxipital).
Nos escribimos luego.
9.1.06
romi-cumpleaños
Pensé que el finde iba a ser más relajado. Que organizando todo con un banquetero, el cumple No.30 de la Romi iba a ser puro chill out.
Pero Errorrrr... fue más bien benny hill v/s animaniacs.
No alcancé a relajarme. Nunca. Desde la mini-campaña que mandé a todos los invitados por jpg; la decoración completa del depto (el dato es una tienda de cumpleaños temáticos en el Apumanque), una falsa alarma de parto a media semana, comprar un disfraz de doctor -que usé para hacer pasar a los invitados al living y luego raudamente me saqué antes de quedar hecho sopa por el calor-, los kirs y los bellinis hechos a cuatro manos, las compras, los invitados... y mi eterno sentido de la perfección que apenas y me dejó tranquilo pasadas las 3 am, entre Jamiroquai, Bailey`s y el grupo de los afterpartiers de siempre.
Pero estuvo buenísimo. Y, lo más importante, la Romi quedó feliz con su treintiañez. Más aún al día siguiente, cuando al comienzo de un almuerzo absolutamente a la italiana con su familión en casa de su tata, me arrodillé frente a ella y le pedí matrimonio.
Con su regalo.
El rocón.
Nah, estamos casados hace 5 años. Pero nunca le regalé un anillo de compromiso (miento: le regalé un anillo de queso onda Chester, que me comí a los dos minutos de pedirle matrimonio, que como que vale, pero no). Así que la ceremonial tirada de roca -que obvio que vino con lágrimas de la mia signora, la sua mamma, sus tías y medio mundo, ante mi tiritona mano que todavía cargaba la cajita abierta- fueron el broche de oro (o de diamantes) de su celebrado, movido y llorado cumpleaños No.30.
Sólo queda decir... Feliz cumpleaños, amore mio!!...
Ahora sólo queda esperar que nazca Nicolás. El regalo adjunto. De aquí al miércoles por parto normal, o el jueves por cesárea.
Uf, qué 2006, señores!! Si va a ser así todo el año, voy a necesitar un 2007 sabático.
Por lo menos.
Pero Errorrrr... fue más bien benny hill v/s animaniacs.
No alcancé a relajarme. Nunca. Desde la mini-campaña que mandé a todos los invitados por jpg; la decoración completa del depto (el dato es una tienda de cumpleaños temáticos en el Apumanque), una falsa alarma de parto a media semana, comprar un disfraz de doctor -que usé para hacer pasar a los invitados al living y luego raudamente me saqué antes de quedar hecho sopa por el calor-, los kirs y los bellinis hechos a cuatro manos, las compras, los invitados... y mi eterno sentido de la perfección que apenas y me dejó tranquilo pasadas las 3 am, entre Jamiroquai, Bailey`s y el grupo de los afterpartiers de siempre.
Pero estuvo buenísimo. Y, lo más importante, la Romi quedó feliz con su treintiañez. Más aún al día siguiente, cuando al comienzo de un almuerzo absolutamente a la italiana con su familión en casa de su tata, me arrodillé frente a ella y le pedí matrimonio.
Con su regalo.
El rocón.
Nah, estamos casados hace 5 años. Pero nunca le regalé un anillo de compromiso (miento: le regalé un anillo de queso onda Chester, que me comí a los dos minutos de pedirle matrimonio, que como que vale, pero no). Así que la ceremonial tirada de roca -que obvio que vino con lágrimas de la mia signora, la sua mamma, sus tías y medio mundo, ante mi tiritona mano que todavía cargaba la cajita abierta- fueron el broche de oro (o de diamantes) de su celebrado, movido y llorado cumpleaños No.30.
Sólo queda decir... Feliz cumpleaños, amore mio!!...
Ahora sólo queda esperar que nazca Nicolás. El regalo adjunto. De aquí al miércoles por parto normal, o el jueves por cesárea.
Uf, qué 2006, señores!! Si va a ser así todo el año, voy a necesitar un 2007 sabático.
Por lo menos.
4.1.06
Feliz 2006!
Con mi nuevo mac futurista -y mi servicio de emails más bien retro-, comienzo el 2006 deseándoles lo mejor para este año del Perro de Fuego. Un año que, para mi al menos, parte full cambios: trabajo, puesto, guagua nueva... Y, wow, de hecho lo de la guagua nueva es casi un hecho. Le estoy organizando el cumpleaños No.30 a mi señora y creo que voy a tener que cambiar la dirección del evento a la clínica. Porque la guagua se viene, señores!!...
Eso. El nuevo sitial me tiene full trabajo y full campaña hasta mañana en la mañana. De ahí les cuento con más calma.
Por lo pronto, ¡¡FELIZ 2006!!
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