12.3.07

Crash, baby.

Salí de la oficina a las 9 de la noche.
Noche. Que heavy, se nos vino el otoño.
Pero no hacía frío. Andaba con la camisa arremangada mientras cruzaba Los Leones rumbo a mi depto.
De pronto, un poco más allá, veo una mancha de agua.
Agh. La moto recién lavada. Trato de hacerle el quite...
Pero no es agua.
Es aceite.
Crash.
Bang.
Pung.
Chispas. La moto que se va volando hacia una esquina del pavimento y yo, cual superman de tierra, deslizándome por esta viscosidad oscura en cámara lenta. Un metro. Dos metros.
Tres metros. La moto suena duro al chocar contra la vereda. La doy por perdida.
...
...
Me levanto. Mis zapatillas, rojas hace 3 segundos, ahora están negras y brillantes. Mi camisa quemada... Pero mi piel no. La adrenalina no me deja saber si me pasó algo más.
Me miro. Me acerco a la moto y saco el control que sigue colgando de mi bolsillo. La apago.
La apago! Sigue funcionando. La levanto. No veo que tenga más que un par de magullones.
Conteo: un espejo salido, dos rayones en la moto y un codo pelado. Rodillas moreteadas.
Luces, motor, y el resto de mi asustada humanidad, intactos.
Plop.
Entonces me doy cuenta de que nadie ha venido. Nadie ha parado. Todos siguen en su rutina yo-yo. Nadie me pregunta cómo estoy.
Han pasado más de 3 minutos y todo sigue como si nada.
Me sangra un poco la barbilla. Cosa poca. Un raspón.
Abro la cajuela -por gracia divina ando con el celular guardado y no en mi bolsillo- y llamo a la Romi. Vente en el auto. Ahí hay gasa. Alcohol.
No, no sé como estoy... pero me siento bien.
Dos minutos más tarde, llegan tres pendex de unos 18 años preguntando como estoy. Si quiero que llamen a una ambulancia. Vieron las chispas desde el departamento y pensaron que fue algo fuerte.
Yo también. Todavía no lo puedo creer. El freno derecho está plano por el roce. Vi chispas. Vi mis manos resbalándose casi media cuadra... Y las tengo intactas, gracias al mismo aceite que me hizo caer.
Pero lo que más me impresiona es la gente que sigue pasando. Los autos como hormigas de ojos de luz que no bajan ventanillas ni para copuchentear.
Me impresiona el tipo que perdió aceite y no avisó a nadie.
Llamo al 133 y les aviso. No vaya a haber otro accidente.
Media hora más tarde, con la moto libre de aceite y las heridas con alcohol, la Romi me "escolta" hasta el depto, donde efectivamente veo que nisiquiera mis anteojos están rotos.
Me salió barato darme cuenta lo poco que nos importa los demás.
Me salió barato el asco que me dio Santiago esta noche.

13 comentarios:

Angel y Demonio dijo...

Oigaaa!! Y usté quería imitar a la Pame?? Menos mal que no te pasó nada, pero para con la mala pata! (Hoy es martes 13 así que ni a la esquina)

Qué susto has de haber pasado.

Oye, te dejé una tareíta en el blog por si quieres hacerla.

Cuidate!

Foxtrot dijo...

Por eso prefiero el auto, 2 amigos muertos en moto.....

Me alegro que no pasara nada.

Suerte !

valeria dijo...

Uff, menos mal no te pasó nada grave. Es asqueroso cómo el santiaguino sólo vive pendiente de sí mismo... incluso cuando a veces uno le pregunta a alguien si está bien y te responden con cara de odio y de "y tú qué te metes".
Cuídese, señor Ritalín, y no deje de mirar para el costado...

Lilith dijo...

me gustó su blog

comment feo para leer lo que le paso

pero me gusto la forma de contar todo

que bueno que no le haya pasado nada
ve?
las motos son malas

besitos y cuidese***

Anónimo dijo...

que bueno que no te pasó nada grave... fisicamente, pues en la conciencia ya quedó esa herida que provoca la indiferencia y el individualismo de una ciudad, un pais y su gente . ¿Cómo hemos dejado que el sistema nos convierta en seres tan despreciables? Ojalá algun dia Chile se mejore de la grave inhumanidad que nos corroe.

Anónimo dijo...

natalia soy yo..

pame dijo...

ahh, mierrrr...
la sacaste barata... supongo que las dos placas de titanio en mi mandibula me lo dicen...
Gracias a Dios, aunque yo me cai camino a casi-ninguna-parte, el primer auto que paró Claudio pidiendo ayuda efectivamente paró y luego de la nada aparecieron un rescatista de bomberos que me mantuvo el cuello quieto mientrras venía la ambulancia y me dio los primeros auxilios y luego 3 médicos a ofrecer ayuda entre otra gente que paró también a ver qué pasaba y si necesitabamos algo. Un mochilero me pasó su saco porque el rescatista decía que tenían que mantener mi temperatura y se lo dejé todo ensangrentado, no le importó... la verdad mi experiencia fue bien distinta a la tuya.. lo malo fue más malo y lo bueno fue mejor :D jajajaja pero bue, repóngase de esa pena, que estas cosas sólo pasan en stgo... cuidate con la moto, que son peligrosas igual que las cletas!

barbara dijo...

uuuffff, a la hora que te accidentas en la dehesa te apuesto que aparte de no parar, los autos te hubieran pasado por encima alegando por los lomos de toro.
me alegro mucho que haya sido solo un susto. me alegro mucho por tu señora y tus niños de que haya sido solo un susto.
cuidate mucho

:: ritalin :: dijo...

Sí, gracias! Claro que la saqué barata... Pero el susto me ayudó también a ponerme mucho más concienzudo que antes. Osea, ¡es una moto! La mitad de la carrocería soy yo. Osea eso de andar con chalas que hacía antes... No more.

lady C dijo...

chiuuu!!! pero don rita.. quéonda?
que gracia divina?
tienes -definitiva y claramente- un ángel guardián (guarever si me cree en eso o no)
bien barta la sacó pos mijo..
bien como el chuto estamos los
ciudada(asnos?)

bendiciones

FORZA!!!
AGUANTE!!!

Angel y Demonio dijo...

Pucha! Entre tu y la Pame, insisto ... meados de gato. Menos mal que no les pasó nada grave a ninguno de los 2. :/

Pame, no te preocupis que esas cosas quedan bastante bien, y lo de los dientes, psss, implantes o coronas y quedan regio. Si necesitas datos, manda mail y te recomiendo a alguien. :)

Saludos!

:: ritalin :: dijo...

Aaagh, toco madera.

Anónimo dijo...

los sustos sirven para recobrar el respeto a estos frágiles vehículos, mientras mas confianza se agarran con las motitos mas fuertes son los avisos...
..se lo dice un ferretero