29.3.07

Amelie en Chile

Iba a contar lo que hice ayer... pero me cagaron cualquier historia: uno de los directores de arte con los que trabajo carreteó anoche con Audrey Tatou en la ex Oz.
Nada más que decir.
"Pisco saueg, pog favog?"

28.3.07

rainbow on ma` helmet

Y volvió el sol. Y mi ánimo. Y mi moto. Y las calles limpias.
Que heavy que me cambie tanto la percepción por un poco más o un poco menos de luz.
Es raro. Pero en fin. Hoy amaneció con sol así que desperté empilado. Feliz. En adlatina publicaron mis últimas dos campañas, las de Kekeke y Pan Blanco Light, (también las pueden ver en mi book), hoy me toca carrete en casa de mi good ol` mate H, mañana hay una fiesta en Cienbrazos que parece que se viene muy buena... ¡y es fin de mes! Se nos va este mes horrible de cifras rojas, patentes y sueño.
Auque el sueño sigue. Esto de madrugar para ir a dejar a mi mini-me al colegio, aunque sea a una cuadra de distancia... uf. Más aún cuando te acuestas tarde por quedarte pegado viendo dos realitys tan freaks y decadentes que no puedes apretar el OFF hasta que se acaban: Who wants to be a superhero? y el último capítulo de Love`s flavour, de VH1. Goggleadlos.
...And back into the carbon based world, como ha pasado la locura, estoy en uno de esos cada vez más escasos días de revisar cosas, leer revistas, surfear por la red, meterme a uno que otro coolhunter y precalentar las neuronas buscando inspiración para los proyectos que se vienen.
Buenos productos, buenas marcas, buenos presupuestos, buena gente...
Algo muy muy bueno se viene. Os lo aseguro, joder!
Nos escribimos, ah? Y ojo que pasado mañana llueve igual, así que reserve las sopaipillas y desempolve el paraguas, si es que ayer no lo usó y se mojó como diuca.
Shabela.

24.3.07

48 hours day

Que por qué no escribo tanto ultimanente?
Acá les digo por qué. De muestra un botón:
Un jueves a lo Jack Bauer.
Hasta las 6 am.
Y luego a las 11 am de vuelta. ASÍ las ojeras.
Creo que almorcé sushi. Entremedio. Entre papeles y reuniones y cambios de última hora. Entre PPTs y PPS y Word y photoshop.
A las 15.00, casi saltando al taxi en marcha y presentando hasta las 17.30, cuando por fin terminó el día.
Sort of.
“¿Vamos a dar una vuelta?”, me pregunta Big Boss. Y como a mi me encanta el centro y rara vez me doy el tiempo de ir… ya, poh. Démosle.
Que para ese rato la Coca Light ya se había vuelto batería.
Estuvo bueno. Partimos con un recorrido por tienditas, aplanando adoquines y revisando la extraña gama santiaguina que pulula por el centro. Personajes todos. Ni para comercial; que en 30 segundos no te alcanza ni para el primero.
En “El Rápido”, Big Boss se encontró con un ex compañero de colegio, que resultó ser nada más ni nada menos que el dueño. Quejándose por el Transantiago. Penaban las ánimas. Según él, porque ahora la gente ya no piensa en happyhours ni empanaditas de queso; lo único que quieren es hacer la cola, subirse al bus y apurarse con el viaje eterno hasta su casa.
Así que bajó como un 50% sus ventas, con el Transantiago.
Nos despedimos, seguimos caminando calle arriba y ¡zas!, los dos cual garfield de auto –esos monos con chupones, digo yo- en una vitrina llena de DVDs de culto. Desde De Sica hasta Prison Break. De platillos invasores cincuenteros hasta la última de Benicio del Toro.
Big Boss no tuvo empacho: se gastó como 60 lucas en puros clásicos y películas raras. Yo, ahora sí cagado de sueño, me prometí volver por todo lo de Tarantino, que estaba botadísimo.
Siguiente parada, ya dando pasitos cortos, la TXT!. La picada más absoluta en discos, películas y dvds. Aproveché de comprar un disco para mi cuñada que estaba de cumpleaños… y hubiera seguido mirando pero ya estaba con la yegua echada completamente.
De ahí, la odisea de encontrar un taxi en el centro un viernes a las 7 pm.
De Jack Bauer a Nathan Hunt. Misión imposible.
De hecho tuvimos que esperar un buen rato hasta ver una banderola con el "libre".
Y del libre al taco. Y del taco a la moto. Y de la moto a mi depto…
Y yo tratando de dormir… por 20 minutos.
Porque apúrate y dúchate y yo acordándome que el regalo que tenía en la mano era para mi cuñada.
Cortes a lo Snatch:
Auto, fiesta, baile, comida, baile, tragos, baile, reloj apuntando las 4 am.

Yo con un ojo acá
...
...
...
Y el otro acá.
Uf.
Pero igual bailando y chupando y riéndome hasta las 4 am.
4 am. El recuento mental era un largometraje.
Un día largo, este Jueviersábado. Largo, agotador, caminado, pensado y hasta bailado.
Y, la verdad, lo hubiera disfrutado más si no fuera humano y no durmiera.. pero bueh. Qué se le va a hacer.

20.3.07

Francais musique

Mientras la Romi está en la primera reunión de apoderados de Sebastián -supongo que me tocará con el Nico-, y preparándome para el segundo turno en la agencia, porque la licitación se viene ruda y, en palabras de Big Boss, esto sale hoy, señores!-, aprovecho de hojear revistas en mi remozado living, y me topo con un especial de música francesa en la Paula de este sábado. ¿Carla Bruni? Claro que la conozco. Me encanta. Como modelo, como cantante -esa voz carrasposa y francesa, uf- y como compositora. Aunque sus canciones sean copy+paste del disco anterior in english, me gusta igual. Air, también está re bueno. Y de Olivia Ruiz había escuchado... sólo hablar. Así que mientras bajo&escucho "La Femme Chocolat", busco otros datos que me hacen pensar si estará bien rayar tanto con una revista de minas.
Y bueh. La Maxim, la GQ y la Hombres también las leo, así que asumamos que es el contrapeso justo:
Emile Simon, dice la revista de Don Edwards, es la nueva Bjork francesa. No la encuentro, así que habrá que pasar por FunTracks or something. Autour de Lucie? Moissec? Orale.
Todo a un clic, que increíble. Escucho lo que leo, mientras escribo lo que pienso, mientras me conecto a Skype y busco si hay alguien. En la tarde hablé con Danumpa, mi amigo barcelonés, y me impresiona la tecnología.
Osea, cacho hace años Skype.. pero es impresionante igual hablar por media hora mirándole la cara como si nada a alguien al otro lado del mundo. Y el bluetooth, y estar conectado con la oficina desde lejos..
Y escuchar discos franceses que no conocía, y que seguro que reemplazarán mi archiescuchado Costes 9, Buddha Bar, 100% francais et tout allors.
...Así que sigo escuchando, y nos seguimos leyendo.
Está bueno La Femme Chocolat. Está juguetón. Le lleva Tarantino, Kusturika y espagnol.
Aur revoir, mes blogger amies.


No mate la musica "pas", ah? Escuche y luego compre .
(...)

19.3.07

The end

Los patos asados del sábado auguraban que este finde, sí o sí, había que despedirse del verano.
El estertor final. Los calores de reserva. Así que tomamos los bolsos (es increíble la cantidad de cosas con las que llenas el auto cuando andas con 2 niños), trajebaños, toallas y el bloqueador de rigor, y partimos a un asado a la Parcela. Y bueh, el comité organizador -léase mi viejo- no contaba conque las sábanas iban a succionar a mi vieja (anoche organizaron una comida que terminó pasadas las 6 am), ni que la Pepa, mi hermana, no iba a coordinarse con nadie así que iba a quedarse abajo.
Finalmente, sólo fuimos nosotros, mi viejo, mi hermano chico, mi tío y mi primo... pero ese no fue impedimento para los últimos piqueros veraniegos, descorchar un buen vino y acompañarlo del choripán de rigor y la carne a la parrilla con el toque gourmet de mi viejo: unos cebollines rostizados en aceite de oliva que nos ayudaron a darle el gudbai a este verano que se está yendo por fade.

Buenas recargas, las del finde. Esta semana se viene con licitación y ¡tres! filmaciones seguidas, así que las alcalinas están listas para el ataque.
Bring it on.


17.3.07

Ocio

Llevo horas instalando los programas del PC (ese que le compré a la Romi y a los niños y que al día 10 estaba en el taller), acompañado por la perridícula y con un solazo entrando por la ventana de la pieza de estar. El verano volvió, y por muchas ganas que tenga de pescar el teléfono, tomar la moto y partir a pegar en la pera a algún partiente o amigo con piscina, la herida de mi caída de la semana pasada me tiene encerrado.
Pero lo estoy disfrutando.
La tele, por ejemplo. Andaba tan fanático de "24", que cuando me instalaron la antena de tv digital ni me percaté. Así que ahora ando haciendo zapping y aprendiendo a usar el control intergaláctico que viene con cada estación.
Y el silencio. Me hacía falta un rato de silencio (de mi cabeza y del exterior) luego de una semana llena de preproducciones, reuniones, licitaciones y urgencias varias. Sólo yo, la Mopa y el zumbido del computador mientras termino de "hacerme amigo" de los pcs. No es tan malo como parecía, pero sigo prefiriendo los mac.

Así que eso. Perdone la fomedad, oiga, pero ando re tranquilo. ¿Me habràn echado un ravotril en mi desayuno? ¿habré despertado en un mundo paralelo? Naaah. Es sábado, hace calor, no están los niños y me merezco un rato de vagancia absoluta, ¿no?.
De ahí me cuentan qué me perdí hoy.

12.3.07

Crash, baby.

Salí de la oficina a las 9 de la noche.
Noche. Que heavy, se nos vino el otoño.
Pero no hacía frío. Andaba con la camisa arremangada mientras cruzaba Los Leones rumbo a mi depto.
De pronto, un poco más allá, veo una mancha de agua.
Agh. La moto recién lavada. Trato de hacerle el quite...
Pero no es agua.
Es aceite.
Crash.
Bang.
Pung.
Chispas. La moto que se va volando hacia una esquina del pavimento y yo, cual superman de tierra, deslizándome por esta viscosidad oscura en cámara lenta. Un metro. Dos metros.
Tres metros. La moto suena duro al chocar contra la vereda. La doy por perdida.
...
...
Me levanto. Mis zapatillas, rojas hace 3 segundos, ahora están negras y brillantes. Mi camisa quemada... Pero mi piel no. La adrenalina no me deja saber si me pasó algo más.
Me miro. Me acerco a la moto y saco el control que sigue colgando de mi bolsillo. La apago.
La apago! Sigue funcionando. La levanto. No veo que tenga más que un par de magullones.
Conteo: un espejo salido, dos rayones en la moto y un codo pelado. Rodillas moreteadas.
Luces, motor, y el resto de mi asustada humanidad, intactos.
Plop.
Entonces me doy cuenta de que nadie ha venido. Nadie ha parado. Todos siguen en su rutina yo-yo. Nadie me pregunta cómo estoy.
Han pasado más de 3 minutos y todo sigue como si nada.
Me sangra un poco la barbilla. Cosa poca. Un raspón.
Abro la cajuela -por gracia divina ando con el celular guardado y no en mi bolsillo- y llamo a la Romi. Vente en el auto. Ahí hay gasa. Alcohol.
No, no sé como estoy... pero me siento bien.
Dos minutos más tarde, llegan tres pendex de unos 18 años preguntando como estoy. Si quiero que llamen a una ambulancia. Vieron las chispas desde el departamento y pensaron que fue algo fuerte.
Yo también. Todavía no lo puedo creer. El freno derecho está plano por el roce. Vi chispas. Vi mis manos resbalándose casi media cuadra... Y las tengo intactas, gracias al mismo aceite que me hizo caer.
Pero lo que más me impresiona es la gente que sigue pasando. Los autos como hormigas de ojos de luz que no bajan ventanillas ni para copuchentear.
Me impresiona el tipo que perdió aceite y no avisó a nadie.
Llamo al 133 y les aviso. No vaya a haber otro accidente.
Media hora más tarde, con la moto libre de aceite y las heridas con alcohol, la Romi me "escolta" hasta el depto, donde efectivamente veo que nisiquiera mis anteojos están rotos.
Me salió barato darme cuenta lo poco que nos importa los demás.
Me salió barato el asco que me dio Santiago esta noche.

7.3.07

Good moaning

Es un quejido suave. No crean que soy un tonto grave. Boss viene saliendo de un drama tremendo –al hijo tuvieron que hacerle un transplante de hígado, casi se le muere…-, mi tío sigue en su teleserie personal y hace poco se sumó otro dramón de culebrón venezolano –esta vez al otro lado de mi familia, con “me voy con mi concuñado” kind of drama-, así que tengo la decencia de saber que estoy alegando por puras tonteras… pero más me vale digitalizarlas que tenerlas puestas en el bolsillo:
1) El computador nuevo, chán!, se echó a perder. Traté de arreglarlo, pero se sigue apagando solo. Y le traté de poner más memoria, pero no la acepta. Me pegué un pique a 10 de julio, pero no sirvió de nada. Así que estamos sin computador hasta nuevo aviso. Plop. Y tanto que me apuré por tenerlo SHA mismo…
2) El microondas dejó de calentar. Idem. No hay caso. Nuevo; recién comprado a mi tía que se fue a gringolandia. Con los plásticos todavía puestos… y no funciona. Si es el “magnetrón”, más me vale buscar uno nuevo. Tercer microondas en 6 años. Chán.
3) Tengo que poner la malla famosa esta para los niños y me están cobrando el doble por tener que correr el angaroa. Frescos de r**a. Maldito marzo.
4) La batería de mi moto está en coma. No parte. Así que cada vez que me subo, hago ejercicio con la patita. Rico. Sobretodo con el calor que hace tipo 15.00. Ayer de hecho me dejó botado y terminé almorzando acá cerca. Me carga almorzar acá cerca.
5) Se nos vino marzo. Deudas de vacaciones. Colegio. Útiles. Libros enanos a precios ridículos. Patentes. Seguros. El de la moto, un robo. El uniforme, casi usura.
6) A pito de nada, mi Lucky Bamboo cayó. Y el agua casi llega a mi mac. Y los vidriecitos todavía me persiguen. Lo salvé, pero cáchate lo freak.
6) Bonus track: el hervidor murió. Confirmado: vivimos en los 60’s. Sin computador, sin microondas y sin hervidor. Estoy esperando que el cable se corte sin aviso y empiecen a verse transmisiones de Dingolondango en blanco y negro. Mi departamento viajó en el tiempo a punta de malas patas.
Cambio y fuera.


"Shuata..."

6.3.07

Y se nos apareció marzo

Y empezó marzo. Con todo. Taco-taco-taco-taco, oficina, taco-taco-taco…
Y el Transantiago que me sale en los diarios y la tele y que, menos mal, no he tenido que usar todavía. Bendita moto. En algún post cercano les voy a sacar la cuenta de lo rápido que se auto-paga.
Y la falta de stress viene gratis.
Se nos apareció marzo. Aunque los almuerzos siguen con ese solcillo veraniego. Y Sebastián entró al colegio así que tuve que cambiar el formato de vida que llevaba hasta ahora. Por ahora y hasta el… ¿2020?
Uf.
Dícese de:
Despertarme a las 7.30 o`clock.
7.31 en la ducha y luego de un desayuno “completo y balanceado” (Romi-mamá se apoderó de mi señora) con jugo de frutas, cereales, quequitos y tostadas, abro la puerta y parto con el ruliento y la Mopa (ese perro-peluche al que le falta cola para moverla más), caminando los 172 pasos que nos separan del colegio mientras ella se vuelve loca con tantos niños.

Un minuto más tarde, escuchamos el “Good morning”, de la inspectora. Un beso –a mi hijo, no a la inspectora-, y yo que lo veo caminando con su mochilita y sus zapatos de colegio. Y me baja una cosa en la guata por lo grande que está. Porque yo también me acuerdo de mis “buenos días” (el mío no era inglés) y mi papá que me miraba alejarme.
Seguro que con la misma cosa en la guata.

172 pasos más tarde, miro al Nico asomándose de su corral mientras se toma lo que le queda de la papa. Sus rulos chascones. Su pañal agarrado a lo Linus de Charlie Brown…
Y sólo atino a mirarlo. A hacerle cariño en el pelo. A hacerle caras.
No. No le quiero enseñar a decir “papá” ni “mamá” ni nada.
Que no camine. Que no se abroche los zapatos solo.
Que no diga Good morning.

Que sea guagua lo más posible. Porque esto de tomar todo y chillar en la tina tirando agua para todos lados y poner caritas mostrando sus dientes ridículos… dura la nada misma.
Ahora lo sé por experiencia.
Así que lo voy a aprovechar a concho.

2.3.07

Relinchos varios

Tremendo corta-semana que tuve anoche. Y, grata sorpresa, work related.
19.30, el taxi me deja en la entrada del espectacular salón Casablanca del Club Hípico -nunca había ido en mi vida-, y me encuentro con la tremenda producción del evento de lanzamiento de un-producto-sorpresa-que-aun-no-sale.
Animado por el doble del Rafa Araneda, que es demasiado divertido, pasé la tarde entre un cóctel topísimo,tragos ricos, buena conversa y -sobre todo- mucha risa.
DJ Grillo fue; también parte del equipo de cuentas y, claro, los clientes. Luego del cóctel y una mini muestra ecuestre, pasamos al salón y empezó la Comida (odio la palabra "cena", aunque sea la que se debe usar, If you excuse me), que estuvo bien, pero no tan bien como el show.
...
Y resulta que apenas nos sentamos llega este Rafa Araneda 2.0 y me saca a mi y a otros dos al escenario (yo creo que se picò cuando me preguntó "¿cómo le pondrías a tu caballo si tuvieras" y yo le pregunté el nombre, jaja), comenzando con el clásico ¡la colita, la colita!. Chán. Malitos para la talla todos -la mayoría vendedores-, nos hicieron bailar y luego, cual Rojo, hicieron pasar a las mujeres que se animaron para "votar", poniéndose detrás de su elegido.
¿Y qué pasó?...
Que me gané un MP3. Tomad. Jaja. Arrasé, ante mi total cara de "plop".
Así que además de alimentar el hígado, el estómago y el sentido del humor... me alimentaron el ego.
Eso, más la foto que viene a continuación -se entiende cómo siguió el show-, me hicieron volver tipo 1 am pensando, again, que me encanta mi bizarra pega.
Porque, claaaro que sí, pues, liños!, todo fue parte de la pega, ¿no?
Miiiish...
tup-tup-túp.. tuptuptutúp... Ritalín.

1.3.07

Jack Bauer`s effect

Escaff me lo anticipó: él compró hasta la 5ta. Temporada, pero paró en la segunda. Dijo que no dormía. Que andaba todo el día ansioso. Que le hizo mal.
No le hice caso. Y tenía razón: Qué Lost, que Heroes. “24”, por la idea, por su guión y sobretodo por su estructura, es lejos la serie más adictiva que me ha tocado ver. Anoche, cuando debía acostarme tempranísimo para madrugar con Sebastián para su primer día de colegio (madrugar: dícese de levantarse antes de las 8.30)… y ¿qué pasa? Que me quedo viendo el último capítulo de la 4ta. Temporada.
Así que heme aquí, cagao de sueño.
Por culpa de Jack Bauer.
Pero es que está demasiado bien hecha! 24 capítulos de 1 hora cada uno, que seguro que en el último minuto de cada parte te deja la cagada y estás obligado a seguir viéndola. Y como no la estoy viendo en el FOX sino que en DVD, puedo hacerlo. Y lo hago.
No veo tele hace semanas. No hago zapping hace casi 1 mes.
Y ahora Piticlín, mi dealer oficial en la agencia, me ofrece la 5ta. Temporada. Y yo, como Junkie televisivo, le digo que bueno. Y me arrepiento de haberlo hecho… pero en el fondo me gusta.
Placer culpable, vicio maldito?
No, señores: una serie de pelos que se llama “24”. Y que ya viene por la 6ta. Temporada ahora en Marzo.
Uf.
Entre la cantidad de pega, el computador nuevo y 24...
Estoy pa siquiatra.

"Yaaa, gueoncito. Partiste. O segui` viendome o te mato"