22.12.07

Work.Work.Work.

Me han alegado que ya ni escribo en mi blog. Uf, vieran como alegan mis hijos porque ni los veo.
Ya parezco bipolar: un día feliz, otro día echado cual Garfield en lunes sobre mi escritorio, pensando que cómo es posible que haya tanta pega.
Pero la hay. Y hay que hacerla. Por eso son las 10.58 am de un sábado (segundo sábado seguido que lo empiezo en la versión fantasma de la Ciudad Empresarial), y estoy con 5 creativos más encerrado pensando.

Ayer cuando llegué al depto estaba raja. Deprimido. Cansado. Y con ese maldito sentimiento en la guata como de falta de litio; ese sensación de limbo eterno: terminas una pega y llega otra. Y otra. Y otra. Y cero descanso, cero familia, cero todo. Pero luego mi increíble señora -sin ella me tiro a un pozo- me recuerda que este proyecto venía caladito así: una agencia que pasa de 15 a 29 personas en menos de un mes; un puesto nuevo, un tipo de publicidad nueva (digital es una parte, pero Marketing Directo es mucho más trabajo del que jamás pensé), con un equipo que todavía hay que pulir bien y casi la mitad tan nueva como yo. Un cliente exigente. Ultra demandante. Y también nuevo.
Y, repito, un puesto nuevo. Porque por mucho que hayas estado a cargo de un equipo grande, no es lo mismo que estar a cargo de todo el equipo creativo de una agencia. Una agencia que no es lo que acostumbras.
Ayer fue el paseo de fin de año y ya noto ese equipo. Esa buena vibra. Y con esa misma vibra que noté ayer como en cámara lenta y con música bonita es lo que me hizo hoy levantarme a la hora de siempre, enfocar la mirada en la pega y decir: no me la va a ganar. Nunca me la ha ganado. Es un proceso. Es mucho trabajo...
Pero no me la va a ganar. Vine para esto, y vamos a hacer que funcione.
Aunque haya que venir el fin de semana.
Bah, es fin de semana.

13.12.07

Ba-bye

La Romi se decidió a volver a su figura pre nenes, así que fue al doc. Y yo, que soy malito para inventar ocasiones de celebración, viré en U en El Bosque y me chanté frente a Procam. Murmuré un "Amore" a los audífonos y a los tres segundos la voz de la Romi me respondía que oooooooobvio que le tincaba comer algo rico para despedirse de sus kilillos.
Así que hablando de kilillos, me parapeté de dos. De los camarones más grandes (16/20, no tenía idea). Y luego de enfilar nuevamente al depto, me puse mi delantal de cocinero y, con la Mopa relamiéndose desde el suelo, empecé a prepararlos.
Gracias San Youtube por enseñarme a pelarlos.
Gracias San Google por recordarme como se preparan.
La única lata es que, creyendo que con media bolsa estabamos listos los dos, quedé más que decepcionado: sin el hielo, las patas y la piel, la bolsa completa (1 kilo, supuestamente) apenas y alcanzó para dos platos. Grandes, claro, pero no como para volverse loco.
En fin: dos copas sommelier de vino blanco muy helado, un nidito de lechuga bien aliñado y los camarones al ajillo encima. Nada mal para terminar un día especialmente agradable.
Nada mal.

9.12.07

Tumách

Y después nos preguntamos por qué estamos tan consumistas en Navidad.
¡Me demoré más en leer los suplementos, que el diario completo!


Fe de erratas:
al sacar la foto me di cuenta que del lado de la Romi
había otro montón más de suplementos. Uf.

7.12.07

Servicio de Utilidad Pública

Me carga usar el blog (MI blog) para esto, pero entre la neura por no encontrar a nadie aún y el poco tiempo, heme aquí abusando de mi propio espacio. No digo yo?


Necesito un REDACTOR. Urgente. Mínimo 3 años de experiencia, idealmente en Marketing Directo. Ojalá que entienda algo de marketing digital. Para trabajar con 3 directores de arte.
Osea, que el tipo sepa ordenarse. Y bien.
Conocen a alguien? Deje su comment NOW!

3.12.07

treinta y uno

La semana más intensa en mucho tiempo fue al unísono del cumpleaños de mi hermano, de un tío, de un primo, de mi viejo y, pa cerrarla, del mío. Una semana de mucho trasnochar, de una caída en moto -suave, don`t worry, pero caída al fin-, de una entrevista para una revista o algo; de mil entrevistas para dos puestos que siguen vacíos... y la primera despedida (dícese de echar a alguien) que me toca hacer. Uf. Todo empaquetadito en 7 días. Todo a full.
Tanto que hoy, que llegué igual de embalado y apurado, de pronto me toca no tan fuerte y no tan heavy. ¡Primera vez desde que llegué! Así que tengo esa extraña sensación de estar siendo observado.
Esto es broma, no?
Pero espero que no lo sea: los equipos trabajan como reloj, las pegas se están haciendo, ya NO tengo doscientos mails sin leer y hasta he podido hojear lo que está pasando en el planeta tierra desde que fui abducido por el cambio.
Así que nada de mal, señores. 31 años recién cumplidos y mi primer día "normal", de regalo atrasado.
Ahora sí, pueh. Ahora sí.