Hace unos meses, cuando fui a mi nutriólogo para (¡por fin!) terminar con el loop de subes y bajas, uno de los exámenes mostró que tenía pólipos en la vesícula. Algo así como "verruguitas" o pequeños quistes que, si son muy pequeños, sólo requieren revisiones anuales. Y si son muy grandes, significa que hay que extirpar la vesícula.
Los míos, estaban justo a la mitad. "Opérate luego de que nazca tu guagua; no hay apuro".
¿El problema? a la semana siguiente empiezan las molestias. Y me consta que no fue psicológico, porque no quise ni averiguar donde diablos tenía la vesícula. Y el dolor venía justo de la zona.
"Cambió el plan. Opérate ahora mismo"
"¿Ahora mismo... onda fin de mes?"
"Ahora mismo, onda el lunes".
Chán.
Lunes 15. Inicio de semana dieciochera. Con dos reemplazos en la oficina, mi Project Manager de vacaciones y un inminente viaje.
Chán. El peor de los timings.
"Si no, te comes una empanada y te puede dar un ataque. O estás en NY y te da un ataque".
Chán. Chán. Chán. El mejor de los timings.
Se los voy a resumir desde mi primeriza vez:
1. Es cierto y muy freak: te ponen en la mesa de operación (cágate de miedo: la luz sobre ti, los monitores a un lado), y la verdad ni siquiera alcanzas a darte cuenta cuando, cual teletransportación de Gokú, apareces en la cama con una sensación exquisita de haber dormido como 5 horas.
2. Te sientes como si hubieras hecho 479,348,534 de abdominales. Más o menos. Por que claro, pasaron por la zona abdominal.
3. Saliendo de la clínica (24 horas), el dolor comienza. Es la parte latera: 3 ó 4 días con dolores, hinchado como globo y con una dieta de mierda.
4. Dieta de mierda: (que en estricto rigor, yo viniendo de dieta, no fue tanto): Arroz blanco, compotas, jalea, sémola con leche, pollo ó pescado cocido. Nada de verduras crudas, carne de cerdo ni para qué hablar de cremas, frituras y cosas pesadas. Forget it.
Lo peor, para mi al menos, fue la constipación. No les voy a resumir el asunto... pero ahora sé como se sienten las minas. Suerte con eso.
¿Y ahora?
La vesícula no crea la bilis. Guarda la bilis. Y la bilis, liñas y liños, es eso que lanza el cuerpo cuando le llega demasiada grasa, para envolver y descomponer más rápido. Puedes comer lo que quieras, pero olvídate de las panzadas de churros, empanadas fritas o McDonald`s. La bilis sigue como siempre, y de hecho los tractos se agrandan -osea el cuerpo busca la forma de compensar-... pero si no quieres sentirte como las pelotas, resumamos que desde ahora:
1. Debes comer 5 veces al día. En porciones pequeñas
2. Debes olvidarte para siempre de comer demasiadas grasas. Combo agrandado? yeah right.
Así es que bienvenido a la fonda "La Vesícula". Donde, por una vez en la vida, cambié la Chicha por el juguito de compota; las empanadas de pino por unas galletas con quesillo... y los 5 kilos que iba a subir, por 5 kilos menos.
Y vamos que se puede.