Buena parte de por qué soy publicita, es que desde chico fui tevito. Era de los que estaba media hora mirando la carta de ajuste esperando el Pipiripao. Mi control remoto tiene las teclas ilegibles y, claro, tecleo los canales sin mirar...
Pero este último año, hubo un cambio heavy. Que noté realmente hace unos meses cuando me tocó viajar a Quito por trabajo: ¡no prendi la tele en toda la semana! Plasma, cientos de canales, sonido espectacular... Y nisiquiera lo probé. En cambio, no me salí del Mac. Skype para hablar y ver a la familia, todos los capítulos de Family Guy a la mano... y, lo mejor de todo, cada cosa que quise ver u oír, exactamente cuando quería hacerlo.
Así que puse más atención en este nuevo "comportamiento de consumidor de tv" que tengo. Y no me malinterpreten: sigo siendo tanto o más tevito que antes! Lost, Heroes, Pushing Daisies, Family Guy, Entourage... Series envasadas, directamente a un click de distancia. ¿Quién necesita tele para eso?
Y no hablo de cortes comerciales ni de falta de contenido: hablo de inmediatez. Abrir esta cosa de dos cuartas de largo, ponerme audífonos Hi-Fi y disfrutar de este cine inmediato llamado Internet. Películas online.
Porque luego llego a mi casa, prendo la tele... y me da lata haber llegado 5 minutos tarde. O esperar 15 más para ver una película que no sé si vi o no. Incluso el "control inteligente" que te muestra la programación de cada canal, se me hace poco. I want it now. Right now!
Así que ahora el control lo tiene la Romi. Y podemos (¡¡al fin, gracias San Megavideo!!) ver los dos lo que quremos ver sin competir por quien tiene el control.
Te regalo el control. Toma. Que yo, me quedo con mi mac.
26.4.09
21.4.09
Fukin` crisis
Desde hace casi 2 meses que no escribía en mi blog. Tomad.
Aunque claro, twitter está a full y Facebook también. Pero eso de tomar el micrófono y mandarme un discurso como los de antes, se ve bien desde lontananza.
Debe ser la cantidad de pega. Seguro. Y debe ser también al maldita crisis, que me tiene a tamborileando en el escritorio (mentalmente nomás, que el trabajo no para) mientras el fade out de marketing directo a digital no se ve venir.
Para nada.
Y es desesperante, I must say: cambiarme de una agencia gigante como McCann para empezar a darle duro a algo que me encanta y que, sabía, iba a costar al principio, es una cosa... pero llegar a punto muerto y ver que no salen más cosas que mini promociones o campañitas minúsculas porque los clientes no invierten en digital (a menos que lo vean como un mero BTL)... es frustrante.
El huevo y la gallina forever: no hay más gente digital porque no tenemos clientes grandes apostando por Digital... pero como no tenemos gente, tampoco podemos llegar con ¡POW!... el bombazo que nos haga crecer.
El huevo
O
La
Gallina.
Por lo pronto, aprendiendo de cajitas y papelitos; de "lacados" y de presupuestos por unidad... y lateado de ver como todo mi expertise en publicidad, contando historias, encerrandome en la editora por horas con el director o, ya, por último, viendo mis piezas en la calle o en el cine se convierten ahora en una telaraña muy pero muy llena de tierra.
Fukin` Crisis. Prefiero creer que es una etapa. Un retroceso necesario. O un momento de oscuridad para saborear mejor la luz que se viene... Pero no sé. A veces pierdo la fé y me siento en mi escritorio a ver como no salen otras cosas que no sean cartones y papeles. Y me pregunto si no la cagué, de frentón. En todas partes veo que las pocas cosas que se hacen en digital tienen números increíbles... pero no se hace más.
Hace poco una clienta me decía que este año no iban a invertir tanto en digital. "Preferimos, en este momento, ir con las sandías caladas". Me dio lata. Porque con una campaña muy chica el año pasado, las ventas subieron como avión. Más calado que eso, no sé.
Así que volví para desempolvar mi blog, y para echarme un rato a pensar que qué cresta se hace en estos casos. Apechugar, pensar que se viene algo bueno? Llevo casi año y medio en esa. Y no sé si aflojar... pero cuando veo que la crisis hace tambalear todo, veo la foto de mi familia y me pregunto si no será tiempo de quedarse esperando que salga el sol... o ir y meterse donde no hayan goteras.
Si supiera la respuesta, no estaría escribiendo esto.
O quizás sí, pero con otro ánimo.
En fin. Vamos que se puede.
Aunque claro, twitter está a full y Facebook también. Pero eso de tomar el micrófono y mandarme un discurso como los de antes, se ve bien desde lontananza.
Debe ser la cantidad de pega. Seguro. Y debe ser también al maldita crisis, que me tiene a tamborileando en el escritorio (mentalmente nomás, que el trabajo no para) mientras el fade out de marketing directo a digital no se ve venir.
Para nada.
Y es desesperante, I must say: cambiarme de una agencia gigante como McCann para empezar a darle duro a algo que me encanta y que, sabía, iba a costar al principio, es una cosa... pero llegar a punto muerto y ver que no salen más cosas que mini promociones o campañitas minúsculas porque los clientes no invierten en digital (a menos que lo vean como un mero BTL)... es frustrante.
El huevo y la gallina forever: no hay más gente digital porque no tenemos clientes grandes apostando por Digital... pero como no tenemos gente, tampoco podemos llegar con ¡POW!... el bombazo que nos haga crecer.
El huevo
O
La
Gallina.
Por lo pronto, aprendiendo de cajitas y papelitos; de "lacados" y de presupuestos por unidad... y lateado de ver como todo mi expertise en publicidad, contando historias, encerrandome en la editora por horas con el director o, ya, por último, viendo mis piezas en la calle o en el cine se convierten ahora en una telaraña muy pero muy llena de tierra.
Fukin` Crisis. Prefiero creer que es una etapa. Un retroceso necesario. O un momento de oscuridad para saborear mejor la luz que se viene... Pero no sé. A veces pierdo la fé y me siento en mi escritorio a ver como no salen otras cosas que no sean cartones y papeles. Y me pregunto si no la cagué, de frentón. En todas partes veo que las pocas cosas que se hacen en digital tienen números increíbles... pero no se hace más.
Hace poco una clienta me decía que este año no iban a invertir tanto en digital. "Preferimos, en este momento, ir con las sandías caladas". Me dio lata. Porque con una campaña muy chica el año pasado, las ventas subieron como avión. Más calado que eso, no sé.
Así que volví para desempolvar mi blog, y para echarme un rato a pensar que qué cresta se hace en estos casos. Apechugar, pensar que se viene algo bueno? Llevo casi año y medio en esa. Y no sé si aflojar... pero cuando veo que la crisis hace tambalear todo, veo la foto de mi familia y me pregunto si no será tiempo de quedarse esperando que salga el sol... o ir y meterse donde no hayan goteras.
Si supiera la respuesta, no estaría escribiendo esto.
O quizás sí, pero con otro ánimo.
En fin. Vamos que se puede.
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