Quizás es porque toda la familia de mi viejo estudió en la Alianza Francesa, y crecí escuchando historias increíbles de Europa. Por eso, desde que tengo uso de razón, tuve ganas de ir a Europa.
Y lo tenía clarísimo en mi plan de vida: estudiar, trabajar un año o dos, y juntar lo suficiente como para irme a recorrer Europa seis meses. O un año. O siempre.
Pero como suele ocurrir, y como el gran Lennon canta, "la vida es eso que te pasa mientras haces planes". Conocí a mi señora, me enamoré... y deseché el plan, cambiándolo por "antes de los 30, conozco Europa".
Y diga 33. Casado, con dos hijos, gato, perro... el viejo y eterno plan fue poco a poco acumulando polvo... Hasta hoy.
Me avisaron que viajo a Praga. Justo en el centro de Europa.En Junio, por fin viajo a cumplir lo que me prometí desde chico.
Para algunos puede sonar una tontera. O un capricho tonto.
Para mi, es la felicidad absoluta.
4 comentarios:
que buenaaaaaa que envidia. suerte con todo!
disfruta
Gracias a dios he tenido la suerte de estar varias veces en el viejo continente y conozco las ciudades donde estarás. Igual sigo teniendo un sueño parecido al tuyo de irme por un tiempo, estamos trabajando en aquello!
Suerte en todo, sin duda será un GRAN viaje y te seguiré desde acá.
aca en tu ex agencia hay varios que se van a poner envidiosos. jaja. cuentate una nueva.
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