En el mundo mental de un publicista, con la cabeza siempre a mil y con la obligación/deformación profesional de conocer lo último, lo nuevo y lo más, las obsesiones flash se me han vuelto una maldita y eterna recurrencia. Pegado con
¿Qué es? Un “Plain Vanilla Game”. O, en shilensis, un “tres cucharadas y a la papa” de usabilidad, con una adicción parecida al Candy Crush. Al que, gracias a la waif, me parece que nunca enganché. Los anticuerpos de los constantes “Ayudame” en Facebook hicieron su pega.
En fin: QuizUp es una App de trivias. Fin. Y con esa sola idea, y un orden de temáticas de absolutamente lo que quieras, la caña cayó al agua y empezó a picar como locos. Les cuento, señores, del nuevo Flappy Bird. Y ojalá que su creador no frikée como el del pajarito volador, que no estoy para tiritones de manos.
Se las dejo. A ver si me acompañan en mi adicción y nos juntamos mentalmente desde nuestro celular.
Enjoy.
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